Sin Paredes

Tiempos de incertidumbre

Habacuc 2:2-3

Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

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El libro de Habacuc es un libro muy interesante, pues nos muestra un profeta haciéndole preguntas a Dios, de porque él no interviene en tiempos difíciles.

Esto puede ser una pregunta que muchos creyentes tengan, especialmente en tiempos de incertidumbre. Dios permite que el profeta hable y expresé sus dudas sobre los acontecimientos que estaban pasando.

El escenario era estar en medio de una situación, donde la promesa de Dios no se veía cumplir como el profeta lo esperaba, también el aumento de la maldad y la injusticia, eran parte del diario vivir.

Sin embargo Dios interrumpe todos esos pensamientos con esta palabra.

Y básicamente la termina con esto "más el justo por su fe vivirá".
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La fe requiere acción, pero muchas veces también requiere quietud.
El sobre analizar situaciones de las cuales no tenemos control a veces nos hace caer en orgullo, pues queremos controlar aún lo que Dios va hacer y esa no era la idea en estos momentos.

El escribir la palabra que Jehová había dado era señal de que esta palabra no podría ser borrada, y esta palabra tenía cumplimiento muy pronto, al punto que quién la viera pudiera contar la buena nueva corriendo.

Luego el profeta describe una visión, una de las más impresionantes sobre el Señor.
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Habacuc 3:3-4
Su gloria cubrió los cielos,
Y la tierra se llenó de su alabanza.

4 Y el resplandor fue como la luz;
Rayos brillantes salían de su mano,
Y allí estaba escondido su poder.

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Y ante tan grande espectáculo de poder ¿quién va a enfocarse en lo negativo que le rodea? cuando sabemos que el poder de Dios estaba escondido en su mano, en esa mano que nunca se han acortado para bendecirnos, pero esa mano también ejecuta y hace todo como él quiere.

El profeta termina exaltando a Dios no importando lo que le rodea, ni siquiera importando como estan las cosechas, ni su condición económica.
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Habacuc 3:17-19

Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;

18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
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El profeta termina exaltando lo que Dios es en su vida y como Dios se le muestra, dice que lo hace estar firme y con pies de cierva.

Los ciervos corren y dan muchas veces brincos largos, dejando atrás a sus peores enemigos por su rapidez.

Asimismo terminó el profeta, dejando atrás todos esos pensamientos de oscuridad que le provocaban aún desconfiar de Dios... Ahora se veía firme en medio de pensamientos de altura por una fe que lo hacía vivir sin dudar.