Capitulo 8

1.5K 156 76
                                    

Horacio

Volkov sirvió mas vodka. Bebimos. Y bebimos mucho.

V: Horacio... puedo serle sincero?

H: Cuando no lo ha sido?

V: a eso te voy... a que cuando usted... bueno... Se me declaró, yo le fui sincero a medias. Es cierto que para relaciones no estoy preparado, pero confío en usted. Y, bueno, le aprecio. Le aprecio mucho. Y aunque no esté preparado hoy, puede que mañana lo esté...

H: Está usted muy borracho.

V: y usted también, pero el tema es que te estoy diciendo que quiero intentar algo con usted.

H: y eso no me puede hacer mas feliz, Volkov. Pero creo que deberiamos hablarlo serenos, con calma.

V: a la mierda la calma, Horacio.

Y me besó.

No me lo esperaba. Sus labios eran suaves y se movían sobre los mios con fuerza. Yo no me quedaba atrás. Bebía de ellos como si nunca hubiera probado el agua en mi vida. Pero el agua no estaba tan buena.
De alguna forma me empujó, apenas separando nuestros labios en algún momento para coger aire. Me tumbó en el sofá y el quedó encima de mi. Sabía a vodka. El mejor Vodka del mundo.

H: jamás pensé que seria usted quien daría el primer paso.

V soy de hielo, no de piedra.

Siguió besandome. Y asi seguimos durante mucho tiempo. No se cuanto, hasta que nos quedamos dormidos juntos, en el sofa.

A la mañana siguiente tenía un dolor de cabeza horrible. No sabía donde había despertado, hasta que algo se movió un par de metros más allá.

V: Buenos dias, Horacio.

H: Buenos días... me va a explotar la cabeza, Volkov.

V: creo que después de anoche puedes llamarme Viktor.

H: 10-4.

Me acerqué a la encimera donde estaba él, y me senté esperando que me sieviera el cafe que me estaba preprando.
Vino con dos tazas y se sentó a mi lado.

V: ¿dormiste bien?

H: como en mucho tiempo.

Se acabó su café y al levantarse me dio un beso en la cabeza. Me quedé paralizado. ¿Estaba el hombre de hielo derritiendose?

V: debo irme a trabajar. Cuando salga, ¿quieres que te escriba?

H: Claro.

Se fue, y cuando acabé mi café, deje la taza en el fregadero, recogí un poco todo y me fui de alli a mi cada, necesitaba una ducha.

Dos horas mas tarde me llegó una llamada de Conway, solo me dijo "al hospital, es urgente". Cogí el coche y conduje tan rápido como pude. Me temía lo peor.

Cuando llegué vi a Conway y a Gustabo en la sala de espera... ¿qué habia pasado?

C: es Volkov. Le han dado un tiro en la pierna, ha atravesado la arteria femoral y ha perdido mucha sangre. Esta en quirófano.

Me quedé mudo.

Una hora después una médica pelirroja salió de donde estaba Volkov y se acercó a nosotros.

C: Sloan, ¿cómo esta Volkov?

S: estable, pero durmiendo. Hemos conseguido detener la hemorragia y hace que recupere la perdida de sangre con algunas bolsas. Poco a poco estará bien.

C: Le has salvado la vida. Ahora si que te debe una cita. Esto es para que os caseis.

S: No quiero presumir, pero sí le he salvado la vida.

¿Cómo que una cita y casarse? ¿Quien era esta mujer?

H: Bueno... salvar vidas es su trabajo, no se hasta que punto Vik... Volkov le debe algo a usted.

C: ella es la futura esposa de Volkov. De momento están saliendo.

S: Tanto como saliendo... hemos tenido una cita y no ocurrió nada. Nos estamos conociendo.

Senti como todo mi cuerpo ardía de rabia. Solo me quedé callado.
A los dos minutos estabamos entrando a ver a Viktor, que justo estaba despertando.

V: Horacio... Conway... Gustabo...

H: ¿Cómo esta, Volkov?

V: Viktor, Horacio. Te lo he dicho.

H: solo disimulaba delante de papu, ya que parece que el quiere casarte con otra.

C: ¿perdón?

V: no se que me ha pasado o porqué estoy en el hospital, pero Horacio y yo estamos medio saliendo. Oficialmente. Asi que deje de intentar liarme con Sloan.

CyG: ¿perdón?

Semper fidelis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora