Semper fidelis.

Capitulo 13

Volkov

Todos rompimos en un llanto terrible y silencioso. Horacio ya no estaba. Se había ido la única persona con la que Viktor estaba vivo otra vez. Me agaché y lloré en su pecho, empapado en sangre y que ya no se movía. No escuché su corazón latir. El reto de los compañeros habían conseguido inmovilizar al resto de mafiosos, estaban quitándoles las máscaras tras haberlos esposado a todos. Me levanté como un muerto viviente, sin sentir ni ver nada. Estaba empapado de la sangre de Horacio y me daba igual. Conway se levantó conmigo, y Gustabo, que seguía agachado junto a su hermano empezó a reirse.

V: ¿esto le parece gracioso, Gustabo?

Se rió con muchas mas ganas, casi al borde de la locura y yo empecé a asustarme un poco.

C: mierda, Horacio me había hablado sobre esto pero jamás lo había presenciado. No se como calmarle.

Gustabo manchó sus manos con algo de sangre de Horacio y se coloreó la nariz y se dibujo una sonrisa a ambos lados de su boca.

G: Pogo no sabe porque siempre le llaman Gustabo. Pogo es Pogo.

Gustabo se rió y Conway gritó que todos los agentes se fueran, los cuales echaron a correr, yo me alejé de él unos metros pero no quería dejar al superintendente solo con el cuerpo de Horacio, los mafiosos y ese Gustabo loco.

V: Conway, ¿que le esta pasando?

C: tiene trastorno de personalidad múltiple, según me contó Horacio, Pogo es un payaso cruel que cree que hace feliz a la gente matándola, es cómo protegía a Horacio cuando eran jóvenes . Sin embargo, solo aparece cuando Gustabo siente algún tipo de sentimiento negativo demasiado fuerte. Estaba controlado, pero parece que no pudo controlar esto.

G: Pogo no sabe que hace su amigo Horacio en el suelo, ¿vosotros lo sabéis, gente que parece no ser pobre?

C: Pogo, debes calmarte.

G: POGO QUIERE RESPUESTAS, VIEJO. ¿Que le ha pasado a Horacio?

V: Pogo, Horacio ha muerto. Lo ha disparado esta mafia. No podemos hacer nada, los médicos no han llegado a tiempo.

Gustabo, o Pogo, empezó a reír muy fuerte. Se agachó y cogió el arma del enmascarado que había matado a Horacio, que también estaba teniendo en el suelo con el disparo en la cabeza que le había metido.

Conway se tiró encima de mi y nos tumbamos en el suelo justo cuando Pogo empezó a disparar a todos sitios, dando al resto de mafiosos esposados, y al que estaba ya muerto de antes.

Cuando se quedó sin balas empezó a a hiperventilar. Conway se levantó con cuidao, y yo con el.

C: Vale, Pogo. Ya has matado a los culpables. Horacio ya ha sido vengado. Cálmate. Por favor.

Conway levantó las manos e intentó acercarse a él, pero Pogo se sentó al lado de donde estaba Horacio.

G: Pogo no ha podido proteger a Horacio, y Horacio ya no está. Horacio era el unico y verdadero amigo de Pogo. Pogo esta triste y ya no sirve para nada.

Pogo sacó un arma que debía tener Gustabo escondida y se apuntó a la cabeza. Y sonrió. Mientras una lágrima recorría si rostro.

C: ¡NO! ¡Pogo!

G: Adiós, niño asustado. Adiós, papu.

Pum.

El cuerpo de Gustabo cayó sobre el de Horacio, y encima de ellos Conway, que gritaba el nombre del recién fallecido.

Caí de rodillas. Esto no podía estar pasando. No podía ser verdad.

Al día siguiente fue el entierro. Gustabo y Horacio compartían lapida. No nos atrevíamos a separar a los hermanos. Casi toda la ciudad estaba presente. Me alegraba de que lloviera. Asi nadie se daría cuenta de que tanto Conway como yo estabamos llorando.

No sé cuánto tiempo estuvimos delante de la tumba, pero no me pareció el suficiente.

Hoy hace cinco años de ese horrible día. Conway me dejó a cargo del CNP medio año después y me convertí en el nuevo superintendente. Me paso los dias enteros trabajando, no tomo vacaciones y los pocos ratos libres que tengo los utilizo para beber y dormir.

Ahora estoy en el cementerio. He visitado a Ivanov, y al resto de agentes. Pero Gustabo y Horacio siempre son los últimos a los que visito.

Dejo una rosa blanca encima de la lápida. Y tras unos minutos, salgo del recinto. En la puerta, me giro y susurro:

V: Semper fidelis.