04

166 17 12
                                    

Estaba en mi cama, pensando seriamente sí ir a esa piaso de fiesta que raramente ni idea del porque el gafo de Oh nos había invitado. !Lo peor de toda esta mierda es que acepté porque Jaeno me lo pidó!

Dios, tengo que superar a ese niño. En algún momento me dará un infarto al corazón.

Miré el vestido que Devon y Juliana habían escogido para mi, ese que según ellas se me veía "bonito" y "provocativo" para que Jeno al menos notara que me había puesto linda por él. Mm, dude en que me diga un halago, la mayoria de los hombres suelen ser tan pajuos en la vida que ni siquiera notan cuando una se ha puesto la mejor ropa para impresionarlo.

Mordí mi labio inferior dudosa, también tenía un mal presentimiento de esto, cuando eso sucedía mi pecho dolía un poco y mi garganta se le hace un pequeño nudo imaginario que me hace tragar en seco cada dos minutos.

La puerta se abré de par en par y veó a Kishi von una sonrisa de medio lado. La miré fijamente, estaba muy preciosa, vestía de un pantalón pegado de color blanco con un crop top de tiranes color gris junto a unas botas militares y unos aros en sus orejas, totalmente casual.

- ¿Qué..haces..qué...no estás..vestida? - Y aún le difícultaba hablar en coreano trataba de hacer el máximo sacrificio para que la pudieran entender. Sonreí, o más bien hice una mueca volvieéndome a acostar en mi cama soltando un suspiro. -Las chicas ya...están listas, faltas tú - Entró a mi cuarto sentandose despacio en la orilla de mi cama.

- Quiero ir pero a la vez no. Jeno me pidió que fuera para hablar un rato, pero por otra parte siento que pasara algo, no se sí es a mi o a algunas de ustedes - Confesé de una vez.

Kishi me miró con el ceño fruncido. -No creo que nada pase, sólo vamos a una fiesta...sunbae nos invito..creo que..sería de mala educación no ir - Sentí su mano tibia tocar mi tobillo, como sí con eso me haría convencer. - Tenemos que ir todas..Ryujang-kun le pidió permiso a Soocheng.

- !Aish! !¿Por qué no se apuran?! Ya quiero llegar a la rumba, Suhito me esta esperando - Juliana asomó la cabeza en el marco de la puerta, alzó una ceja al ver que no estaba vestida y aún seguía con mi bata de baño. - ¿Y tú por qué no estás vestida, muergana? !Nos falta rumba, bailar, mover esas nalgas! Deja tu peo con Sehun y vamos - Entró a mi cuarto con las manos en su cintura.

- Juju tiene un...presentimiento - Kishi le confiesa en un tono miedoso, por lo que hace que Julie la mirase con los labios fruncidos. - Quizás son los nervios...Jeno le pidió que fuera a la fiesta...para conocerse bien - Agregó volviendo a verme atenta.

Juliana pasó su vista hacia a mi y yo apreté mis labios para no reírme de la mueca sorpresiva. - Ajo, seguramente se te cumplira el deseo de limpiarle la garganta con tu lengua, perra - Su exoresión cambió a una perversa, volví a hacer una mueca. Kishi se cubrió la cara con ambas manos, avergonzada por lo que había escuchado de mi hermana

- Si eres cochina, hasta Kishi la pusiste roja - La miré feo, sobandole el hombro a la anciana que aún seguía con las manos en su rostro. - No sé, no tengo ganas de ir....pero si no voy, dejaré mal a Jeno - Fruncí mis labios con pesar. Es que ahg, no quiero ir pero si.

- ¿Y entonces? ¿De verdad vas a dejar a ese carajito esperandote como un paju' allá mientras tu lo más probable estarás aqui, acostada, viendo novelas y llorando arrepentida preguntándote del por qué no fuiste? De pana que me provoca es darte con una piedra - Cuestionó Juliana cruzandose de brazos.

Solté una risa desganada, y por un un rato me quedé viendo el vestido. No creo que nada pase, seguramente Kishi tiene razón, son mis nervios por Jeno y yasta.

- Vayase pues, que me voy a cambia' - Hice ademanes levantandome de la cama. Juliana y Kishi soltaron un chillido de esos que hacen los cochinos y se fueron corriendo de mi cuarto brincando y saltando mientras gritaban que si iba a ir. - Sólo lo haré por ti, Jeno - Mumuré para mi misma observando el vestido de cuadros antes de quitarme la bata de mi cuerpo.

You And I © √ OH. SHOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz