Bueno, las cosas en el programa transcurrieron de manera normal; yo mirando a Jeno desde el backstage sin decir nada.
Si, todo normal, sólo que esta vez sentía dolor y pena, y no un qkcardío o cálidez como todas las veces anteriores.
- ¿Le hablaras? - La voz de Sea interrumpió mi observación - admiración hacia él. La miré de reojo torciendo los labios. - Deberías de tratar, en realidad fue tu culpa de haber caído en los juegos de sunbae. Pero por otro lado también fue culpa de sunbae por engañarte de esa manera, me pareció que él lo hizo para que Jeno-sshi pensara que no eras suficiente para él - Miró a Jeno que aún seguía sobre el escenario, siendo entrevistado junto a su grupo.
- No va a querer escuchar, me bloqueó en Kakao - Lloriqué haciendo un puchero con los labios. De pana me dolió eso
- ¿Y? Las personas actuan impulsivamente, yo haría lo mismo pero sí vinieran a explicarme bien lo que en realidad sucedió, quizás piense mejor las cosas - Mordí mi labio inferior, no me gustaba ser la que tomara el papel de jala bolas pero no tenía de otra. Me gustaba burda Jeno, no quiero perderlo por una metida de pata. - Jeno-sshi es un chico muy sensible, ponte en sus zapatos. ¿Actuarías de igual manera o peor?
Peor, obviamente.
Crucé mis brazos tensando mi mandíbula, por lo que Seayoung sonrió sobrada. - Lo ves, sólo tienes que intentar ver lo que la otra persona siente en estos momentos. Es más que lógico que aún sigue orgulloso, pero intenta hablarle. No perderás nada con intentarlo.
- Si perdería algo - Hice una mueca incomoda al observar su sonrisa dirigida a una de las presentadoras. - Perdería mi dignidad y a él.
- Bueno, yo sólo cumplí con alentarte, allá tú sí no me harás caso - Alzó ambas manos sonando cansada. - Eres demasiado testaruda para los consejos.
La miré irse hacía la mesa de aperitivos donde estaban la mayoría hablando, al regresar la mirada hacía el escenario noté que los muchachos habían terminado de ser entrevistados y venían hacía aquí. No tuve mejor idea que esconderme detrás de una caja de sonido a esperar a que Jeno saliera de ahí para poder explicarle.... o tratar.
Pero como toda mierda me odia y las vainas nunca salen como yo, Renjun lde la nada le da sendo e' lepe en la nuca a Jeno por lo que el más bajito se va corriendo hacia los pasillos principales, seguído de que Jeno va persiguiendolo caminando a pasos gigantes.
- Jeno - Lo llamé, pero no lo suficientemente fuerte. Habían muchas personas camiando de un lado al otro en la zona. - !Jeno! - Gité más fuerte con urgencia, pero él siguió caminando por el pasillo hasta doblar al fondo en dirección a los camerinos. Incluso su grupo y Valeria voltearon a verme, saludando.
Fruncí los labios y copié sus gestos saludandolos de regreso con la mano, desanimada y algo triste.
Él no podía odiarme ¿no? Somos panas, y los panas se perdonan todo, o eso quiero creer. No entiendo su arrehera, pero por las palabras que me había dicho en la fiesta del maldito ese, piensa que soy una puta. Ni quiero imaginarme que estuviera decepcionado de mi, no, en realidad ni quiero saberlo.
De pronto, unas manos cubrieron mi ojos y en un momento fruncí las cejas. Obviamente que eran manos masculinas y, al tener una idea de quién podría ser, intente alejarme enseguida, pero no me soltó.
- !Eh, eh! Primero debes de saber quién soy, florecita - Soltó el grandisímo marico con burla, respirandome en el oído.
Traté de rasguñarlo con mis uñas pero él las apartó antes, sólo busqué que me agarrara el rostro y pegara sus labios en mi cachete derecho depósitando un sonoro y rustico beso.
