- Je-Jeno... yo.. - Mumuré sintiendo mi corazón partirse en pedasitos. Su mirada no era como las que siempre me dedicaba cada vez que nos encontrabamos, tan cariñosa y cuchi. Pero ahora, me miraba de pies a cabeza con una total molestia y impresión. - Te había buscado por todas partes - Por fin esa frase salió de mi boca, saliendo de a pasos grandes de ese jodido cuarto.
- Tranquila, ya no te preocupes. Ya veo que me equivoqué contigo.. - Habló sereno, pero su rostro, su cuerpo tenso mostraban otra cosa.
- !Con gusto puedes unirte con nosotros, Jeno-ah! La verdad, me conviene tratar con mi lindo dongsaeng - Sehun salió del cuarto aún sin camisa y tuvo los grandisímos webos de abrazarme, pero andaba más perdida por las palabras que había dicho Jeno.
- No gracias, quedatela... sunbaenim - Su mandíbula se tensó. Sin decir más nada, se giró sobre sus talones y a pasos fuertes y sonoros se fue del pasillo mientras varias personas veían la cagada.
- !Jeno! !No te vayas! !Yo...! -¿Qué mierdas le iba a decir? ¿"fue un accidente"? ¿"Yo no hice nada, creeme. No es lo que parece"? No, todo había sido mi culpa, debí patearle los webos al madito de Sehun cuando me agarró del brazo. Mis pies quisieron caminar pero el hijo de puta me tomó del brazo estampando un beso frozado en mi cachete derecho. - !YA DÉJAME, GRANDISÍMO MARICO BÁSICO! !TODO ES TU PUTA CULPA! - Mis manos lo empujaron fuerte del abdomen seguido de un potente coñazo que le di a puño cerrado sobre la mandíbula.
Mis ojos ya rebalaban lagrimas en mis cachetes, sentía mi cara pesada y caliente, por lo que me pasé mi mano con asco por donde me había besado.
El mamaguevo tuvo el atrevimiento se reincorporarse entre risas, mientras con una de sus manos cubría la zona por donde le había dado. - Tranquila florecita, tampoco llores, te dije que te ibas a arrepentir - Soltó con burla.
Quería llorar, buscar un cuchillo y clavarselo por todos lados. El picor de mi nariz se hizo caba vez más fuerte cuando me di cuenta que las perdonas que habían estado en la segunda planta observaron todo, me limpié las poquitas lagrimas que se habían caído en mis cachetes rápidamente y antes de salir corriendo detrás de Jeno, le lancé una mirada de odio y rencor al maldito frito que me jodio la noche.
Me dí vuelta e ignoré sus risas exageradas, corrí por las escaleras intentando alcanzar al morocho.
- !Hey! !Jeno, esperate! - Volví a gritar ansiosa saliendo de la casa. Me ignoró y siguió caminando sin ver que pisada el jardín, me paré cuando estaba a medio metro. - Escúchame, por favor..
Jeno medio dió una vuelta quedando de perfil con una expresión de fastidio, no quería verme.
- Cr-Creí que odiabas a Sehun-sshi..- Mordí mi labio inferior con fuerza al escúchar su voz tan quebrada.
- Y lo hago, te lo juro. No fue nada, todo fue una trampa - Aseguré mientras sujetaba entre mis manos la tela del vestido con fuerza. La brisa que estaba haciendo había alborotado un poco mi cabello por lo que me vi obligada a llevar esos mechones detrás de mis orejas. - Dios, Jeno, él fue quién me..
- !Yah! No me interesa - Cerré la boca ante su exclamación. Jámas lo había visto tan enfadoso y nervioso, siempre que nos topabamos traía una sonrisa tan ángelical y dulce que ni en una oportunidad pensaba que este niño no presentaba enojo en su vida. - Ya me di cuenta que no eres distinta a las demás chicas de esta imbécil industria.
- Lo soy.. - Susurré con la voz apagada.
- No me hables más, Juliam.... por favor - Soltó entre dientes haciendo puños sus manos. Lo miré por última vez hasta que rápido se alejó del jardín.
