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Estaba llorando en los brazos de Iván mientras sentía que el mundo se detenía y solo podía verme sin hijos, ni familia.

Iván: nadie está tan mal que no puedo estar peor, recuérdalo...- dijo abrasándome con fuerzas, sentía que el mundo se me caía más de lo que ya estaba por supuesto, nunca me imagine si es que de milagro llegaba a grande a señora, nunca me imagine sola sin hijos ni perro que me ladrara.

Griselda: estoy sola Iván, no sirvo soy mujer pero solo de adorno.- grite con rabia poniéndome de pie llorando sin más no poder, me acerque al tocador de la habitación y tire todo al piso sin pensarlo dos veces grite con rabia sacando todo el coraje que tenía dentro.

Griselda: Ahh!!!.- grite de nuevo apretando mis manos haciendo que mis uñas que encontraran con mi piel cortándola un poco, caí de rodillas sin ningún cuidado, quede de rodillas en el piso llorando con el cabello alborotado si que se viera la mitad de mi rostro que estaba rojo de tanto llorar, sentí cómo Iván se hincaba detrás de mi, acarició mi brazo.

Iván: ya ya mija tienes que dejarlo ir. - negué con la cabeza.
Griselda: los voy a matar... los voy a matar a todos esos malditos que me tocaron sin importarles nada, esos perros muertos de hambre que me tomaron como un juguete sin más!!!.- grite pero esta vez Iván me dio un abrazo, lo necesitaba de verdad, recargue mi cabeza en su pecho mientras seguía llorando.

Iván: yo los voy a encontrar carnala y te los voy a poner en bandeja de plata para ti solita.- dijo acariciando mi espalda y mi cabello...

En eso que veo entrar a Luz Ma en la habitación se veía nerviosa y algo seria.
Luz Ma: perdón por entrar así pero hay alguien que quiere verte Gris y no es nada bueno.

Me levante y sin decir más salí a donde ella había indicando, llegue a la entrada del rancho y ahí al lado de todos los hombres que teníamos cuidándonos estaba una mujer con una carriola al lado, se veía como una puta más pero que yo sepa mis hermanos no habían tenido tan malos gustos como ella.

Griselda: creí que mis hermanos no eran tan tontos como para embarazar a una mujer así como así.- dije seca.
Mujer: no querida este bebé no es de ninguno de tus hermanos.
Griselda: bien entonces,¿que hace usted aquí?, ya me habían dicho que había venido hace unas semanas a buscarme.
Mujer: así es yo estaba buscándote a ti ya que es tu culpa que mi hijo sea un huérfano.- me quede seria por unos segundos, fueron muchos los hombres que he matado y para ser honesta no me detengo a preguntar si tienen hijos o una esposa esperando en casa su llegada.

Griselda: mira que ahora no llevo  registro de quien visto mi pistola en acción así que se más especifica y no me hagas  perder más el tiempo. - dije seca, no tenía tiempo para reclamos tontos.

Mujer: bien, este hijo es fruto del amor que había entre Vicente y yo.- me quede viéndola fijamente.- así es Vicente Zambada!! El hombre que tú! Mataste es el padre de mi hijo.

Griselda: con que tú eres la zorra de aquella vez..- dije pensado en voz alta al recordar como la saqué de la casa casi desnuda. 

Mujer: tienes que darme para el bebé, no tengo dinero pars mantenerlo.- dijo con coraje.

Griselda: eso hubieras pensado antes de meterte con el.- dije dándome la vuelva para darle fin a esta conversación.

Mujer: Ohh ahora entiendo.- me di la vuelta de nuevo.

Griselda: ¿que es lo que entiendes?.-

El PESO DE MI APELLIDOKde žijí příběhy. Začni objevovat