Capítulo seis

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Singto se levantó del sofá rápidamente y decidido caminó hacia Krist, entonces lo cogió de la cintura y lo pegó contra su pecho, se inclinó y a continuación atrapó ferozmente su boca.

El beso era tan desgarradoramente húmedo y erótico que el informático dio un salto y entrelazó sus piernas a la cintura del acompañante.

-¿D-Dónde ésta tu habitación?- preguntó Singto jadeante por la excitación tras parar el ferviente beso.

-A la de-derecha- dijo el Krist  recuperando el aliento.

El acompañante caminó con decisión por el pasillo con el chico en sus brazos, mientras éste besaba su cuello y sus clavículas mandando corrientes a su más que abultada polla.

Llegaron por fin  al cuarto y entonces  lo soltó despacio encima de la cama y acto seguido se quitó la chaqueta, la camisa, los zapatos y los pantalones, luego le tiró de los pantalones de su cliente, se subió a la cama y gateó por su cuerpo hasta quedarse cara a cara encima suyo.

-Joder, eres tan bonito, Krist- le susurró al oído-... no puedo irme sin estar contigo.... Quiero verte gozar debajo de mi, mientras te follo.

—Pe-Pero yo no pued...

—No te co-cobraré, lo tomaremos  como un re-regalo, ¿De a acuerdo?—dijo este mientras frotaba su miembro contra el del asombrado informático

-Oh joder, si...si Singto, fólla-me- jadeó muy excitado.

El moreno no necesitó más y empezó a besar y a morder el cuello y las clavículas del ardiente chico, provocando excitantes y dulces sensaciones en este.

Krist jadeaba y suspiraba enloquecido por el tacto del increíble y musculoso gigolo, mientras sus cuerpos se frotaban causando estragos en sus sentidos.

El acompañante bajó por el torso de su cliente, besando y mordiendo cada centímetro de su suave y delicada piel, entonces llegó a sus boxer y lentamente se los quitó desvelando el maravilloso jardín de locura que éste tenía entre sus piernas.

Con decisión se las abrió y besó el interior de sus muslos, luego agarró su polla y se la metió entera en la boca, la chupó y la lamió causando que el informático se retorciera de placer agarrándose a los barrotes del cabecero.

La entrada de este era rosadita y estaba deseosa de atención, así que Singto chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco entre chillidos y jadeos, que pronto se convirtieron en suspiros en cuanto comenzó a meter y sacar el dedo del interior.

Poco después introdujo un segundo dedo y metiéndolos y sacándolos en forma de tijera, provocó que Krist  enloqueciera más aún.

-¡Oh jo-joder te necesito!, ¡métemela ya por fa-vor!- gritó desesperado.

-Ahora voy cariño, no te desesperes... Tan solo quiero disfrutarte al máximo- dijo el acompañante con una voz lasciva que lo hizo estremecerse.

Después de unos cuantos besos más y roces por todo su cuerpo, este se quitó el boxer y se puso un condón, luego se colocó entre las piernas del dispuesto chico y alineado su polla con la lubricada entrada de este, comenzando a introducirse.

-¡Aaahh!... ¡me due-le!...¡oh joder eres enor-enorme!.

-Sssshhhh, tranquilo pequeño... Pronto te será placentero.

Este metió del todo su polla y esperó a que Krist se adaptase a su grosor y en cuanto este se calmó, comenzó un vaivén de estocadas que sumió a los dos en un inmenso placer.

El informático rasguñaba la espalda del gigolo, producto del éxtasis que sentía, mientras entrelazó más aún sus piernas a su cintura, haciendo fuerza para que éste llegase más adentro suyo.

-¡Oh mierda!, ¿Dón-dónde has estado to-da mi vi-da?.

Esas palabras provocaron una sonrisa en el acompañante pues realmente disfrutaba con ver gozar a ese hermoso y extraño chico.

Tras unas estocadas más...

-¡Me corroooo!, ¡aaahhh...!.

-¡Si pequeño, correte para mi!, ¡eres increíble aaahhhh!- gritó Singto  corriendose también.

Las contracciones del esfínter de este habían apretado tanto su polla, que lo habían hecho venirse sin previo aviso y de forma brutal.

-Oh joder pequeño...eres increíble-susurró jadeante saliendo del interior de este.

Rápidamente se quitó el condón, lo cerró y lo puso en la mesa al lado de la cama para después tirarlo a la basura, finalmente se desplomó agotado al lado de Krist, quién aún jadeaba intentando recuperar el aliento.

Luego de unos minutos, el informático se levantó hacia el baño para limpiarse y fue a buscar algo de beber de nuevo para recuperar líquidos.

En su mano también traía dinero y se lo entregó.

-Toma... lo tuyo.

-Oye, ya te dije que no te cobraría-dijo este rechazando los billetes.

-Pe-pero son tuyos, hemos hecho...

-Si ya sé lo que hicimos pero esto no estaba previsto y además no puedo dejarte sin dinero para comer el resto del mes- dijo Singto acabándose de vestir y caminando hacia la salida.

-Gra-gracias, muchas gra-cias por todo.

-De nada pequeño... ha sido un placer. Cuídate mucho- dijo este dándole un último beso en los labios antes de salir por la puerta.

-Adiós, cuídate también.

Tras acompañarlo a la puertas y cerrarla tras irse este, el informático rápidamente corrió riendo hacia su habitación y se tiró sobre la cama pues estaba muy emocionado.

El follar con el acompañante había sido increíblemente especial e increíble y pensó que sin duda, este   llevaba el dar placer en las venas.

1. Placer En Las Venas - Singtokrist -TerminadaWhere stories live. Discover now