- Hey hey hey, ven acá - ordenó mi madre.
- Qué pasa.
- ¿Qué son esas formas de entrar?
Di una falsa sonrisa en forma de disculpas, a veces sentía que está familia me asfixiaba.
- ¡Abuela! - abracé.
- Se los dije, soy su favorita - bromeó.
- ¡Qué bueno que vienes!...Sácame de aquí - susurré.
- Oh, claro mi cielo - rió.
- Tenemos una noticia que darles, creo que será el comienzo de un buen futuro para mi niño.
- ¿Para mí? No me digas que es otro de tus viajes, no estoy para eso - aclaré.
- Sin tantos rodeos, tengo cosas que hacer con mi nieto - pidió mi abuela Piedad.
Ambos negamos al sentir que era mucho drama, mi abuela era por decirlo mi mejor amiga.
- Tengo cosas que contarte - dije bajo.
- ¿Buenas o malas?
- Ambas, espero que tengas tiempo.
- ¿Están listos? - preguntó mi padre.
- Ya papá, sin rodeos, qué pasa.
Se miraron con cierta alegría, quería hacerlo pero la incertidumbre no me dejaba.
- Ya estás inscrito en la universidad - dijo mi madre extendiendo un papel.
- ¿Cómo que inscrito? Pe-Pero...si aún no sé que quiero estudiar.
- Tomamos la decisión de que sería bueno que estudies para ser un gran abogado, todo esto será tuyo y tu padre necesitará de ti en un futuro.
- ¡Pero si ni me gustan las leyes!
- Las amarás, porque hasta donde sé la medicina no te gusta - habló él.
- No no no, yo no voy a ser abogado. Además como hicieron eso, necesitan de mi firma para esos trámites.
- Lo harás, pero por ahora tu cupo está asegurado en la mejor universidad de la ciudad - elogió ella.
- Abuela, sácame de aquí - pedí nuevamente.
- Son unos irresponsables, esas decisiones son del niño, algún día se irá y tiene que hacerlo bien y feliz, no los comprendo en verdad - regañó tomando mi brazo para salir.
- Christopher tiene que acatar órdenes, bastante le aguantamos con sus malos comportamientos de secundaria - contestó mi padre.
- Soy mayor de edad - recordé.
- Pero piensas como un niño, qué harás cuando te cases con Alex. ¿Darle un futuro mediocre?
- ¿Alex? - preguntó mi abuela confundida.
- ¿Casarme? Yo no voy a casarme, así que vete sacando esa idea de la cabeza mamá.
Caminé totalmente molesto, ya no sabía que más hacer para que por una vez en mi vida comprendan que mi futuro depende de lo que yo quiera.
Mi abuela pidió que me tranquilice, ella ni siquiera sabía que mis intereses amorosos habían cambiado.
- Caminemos un poco - dijo tomando mi brazo.
- Lo siento abuela, yo quería contarte sobre eso...me gustan los chicos.
- A mi me criaron con otra educación, pero quién soy yo para juzgar, si eres feliz yo también.
- Pero pasa que...no sé si quiero estar con Alex, él es buena persona pero no como...
- ¡Oh, hay un tercero!
- Estoy confundido, no sé que hacer, mi ex novio me odia - conté.
- ¿Por qué?
- Porque Alex, mi novio actual era su amigo.
- Óyeme no, eso sí está mal Christopher, los amigos no - regañó.
- Estaba solo, dolido, no lo sabes pero Erick se fue y me abandonó, él terminó con la relación y el muy cobarde ni siquiera me aceptaba llamadas. Claro, para él fue fácil volver y hacerse el sentido, es un idiota.
- No comprendo tu confusión entonces.
- Yo tampoco, debería odiarlo y no puedo, me siento confundido.
