Alaska no había salido de su casa en las últimas tres semanas. En esas últimas tres semanas se había estado preparando para los exámenes finales. Había recibido múltiples de mensajes y llamadas de Casper y Dylan. Finn no le paraba de llamar la primera semana, después, no volvió a llamar. Alaska no sabía como actuar. Después del beso huyó corriendo a su casa. No sabía qué sentía y tampoco quería perder la amistad con Finn. Aunque ya la estaba perdiendo. Levantó la vista de sus libros. Cogió el móvil. Marcó el número rápidamente y esperó a que contestase. No se creía lo que estaba haciendo.
***
Alaska esperaba impaciente en la esquina en la que habían quedado. Se acercaba el verano, aún así, hacía viento. Divisó a la persona que buscaba correr.
-Siento haber llegado tarde.-se disculpó.
-No importa.-dijo Alaska. Empezaron a andar en silencio. Llegaron a un parque. Se sentaron en el césped y Alaska recordó la cita que tuvo con Finn.
-Me ha sorprendido que me llamases y más para hablar.-le comentó mientras se acomodaba su melena rubia.
Y a mí.
-Finn me besó hace tres semanas y he estado evitando contacto con el mundo.-le dijo de golpe. Grace le miró extrañada.
-¿Él te gusta?
-No lo sé.
-¿Cómo que no lo sabes?-le preguntó confundida.
-Pues porque no lo sé. No hay explicación.
-Tienes que ser más especifica.-Alaska resopló.
-He estado evitándole, por un lado no quiero que nuestra amistad se termine pero por el otro siento que lo que estoy haciendo no es correcto y estoy consiguiendo lo que más me temo, perderle.-le explicó. Grace miró a un punto fijo, después dirigió la mirada a su hermana y le abrazó. Alaska tardó en reaccionar y poco a poco le fue abrazando.
-Dios, he deseado tanto tiempo este momento.-susurró aún abrazándole.
-¿Qué?-se separaron del abrazo poco a poco.
-Esto, poder abrazarte, poder entablar una conversación contigo sin que pensases que soy estúpida.-y ahí Alaska se dióocuenta de lo cruel que había sido con su hermana. Grace lo único que quería era acercarse a ella y Alaska solo le apartaba. Una bombilla se le encendió. Lo mismo le estaba ocurriendo con las personas que le rodeaban. Estaba siendo una hipócrita. Buscaba que no le juzgasen por la aparencia y ella no hacía más que juzgar a su hermana y no la conocía.
-Lo siento.-susurró. Grace le miró sin entender.-Siento haberme alejado de ti. Siento haber pensado que eras estúpida.-Grace sonrió al escuchar lo último.-Siento haberte juzgado sin conocerte. Dios, me siento tan estúpida en este momento.-le dijo mientras se reía. Grace le volvió a abrazar.
¿Te estás ablandando, Alaska?
-Bueno, se acabaron las disculpas. Hemos venido aquí a solucionar tu problema.-le dijo con una sonrisa para al instante ponerse seria.-Deberías verle, en ese momento sabrás tus sentimientos hacia él. Sean los que sean, díselos. Él lo entenderá de todos modos. Finn siempre ha sido así.-le aconsejó.
-Gracias.-le dijo.
-No hay por qué darlas, eres mi hermana. Esto es lo que hacen las hermanas.
***
A Alaska le temblaban las manos. Había quedado con Finn en la playa rocosa. Decidió avanzar y sentarse en una de las rocas. A los pocos segundos sintió como alguien se sentaba a su lado. Miró por el rabillo del ojo. Era Finn.
-¿No te gustaría vivir en el fondo de mar?-le preguntó a Finn. Hubo un corto silencio.
-No. El fondo es de nueve kilómetros. La presión aumentaría y explotaríamos.-Alaska sonrió.
-Gracias por quitarme las ilusiones.
-Yo solo aporto información. Que lo hagas o no es tu decisión.-se formó otro silencio. Finn suspiró.-Tengo entendido de que estás teniendo los exámenes finales, ¿qué tal?
-Bastante bien. Era hora de que viese como ha avanzado la civilización después de estos años sin salir.-le comentó. Finn sonrió por su exageración. Ambos seguían mirando al frente.-¿Y a ti con la universidad?
-También bien. Ya he encontrado uno. Me estoy preparando.
-Me alegro.
-Y yo por ti.-se formó un silencio. Ambos suspiraron.-Mira Alaska...-susurró girando la cabeza para mirarle a los ojos. Ella también giró la cabeza y sus miradas conectaron. Él empezó a hablar. Pero ella no le prestaba atención. Siguió el consejo de Grace. Sonrió. Visualizó sus perfectas fracciones como si fuera el último día que viera a Finn. Recordó su encuentro. Recordó las dos citas. Recordó los comentarios de Finn sobre ellos. Recordó también cuando Casper les llamó Filaska. No se podía ni imaginar como en menos de un año había conocido a personas increíbles. Y como en menos de un año le podría haber gustado una persona.
-Me gustas, Finn.-le confesó. Al parecer le había interrumpido.
-¿No decías que detestabas a la humanidad?-le preguntó él con humor. Ella sonrió.
-Sí, pero tú eres de ese por ciento de humanidad que vale la pena para salir de tu casa, entrar a un metro, escuchar The Kooks y esperar que le hable un loco.
-Tú también me gustas.
-Bien.
-Bien.
Y poco a poco los dos fueron acercando sus manos sobre la roca hasta unirlas.
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Alaska.|Primer Libro.
Teen Fiction❝-Me gustas, Finn. -¿No decías que detestabas a la humanidad?-le pregunta, provocando que una sonrisa surcase sus labios. -Sí, pero tú eres de ese por ciento de humanidad que vale la pena para salir de tu casa, entrar a un metro, escuchar The Kooks...