Who Are You || JeongMi

I Am You (1/3)

Mina despertaba poco a poco con un leve dolor de cabeza y recuerdos borrosos de lo ocurrido la noche anterior llegaron a su memoria. Abrió los ojos despacio llevando una de sus manos a su cabeza y dándose cuenta de que el lugar en el que se encontraba no lo había visto jamás en su vida.

Se encontraba acostada sobre un colchón sin cubierta en medio de una bodega llena de cajas, como sacada de una típica película de acción, pero aparte de eso notó que habían varias sillas frente al colchón, y unas voces masculinas se escucharon a lo lejos, tres hombres vestidos de negro, japoneses por lo que escuchó mientras hablaban, caminaban hacía ella.

— Va a avisarle al jefe que su princesa ya despertó. — Dijo uno de ellos, era de aspecto robusto y tenía la cabeza rapada.

El que iba a su izquierda que era delgado y alto asintió retirándose en silencio. Pero no terminó allí los otros dos hombres la tomaron sin ningún tipo de delicadeza por los brazos y aunque intentó deshacerse de sus agarres eran más fuertes, la llevaron a una de las sillas y la ataron de pies y manos a ella, además de cubrir su boca.

Estaba más que confundida, no entendía que era lo que sucedía y cuando los hombres se retiraron tragó con dificultad intentando recordar algún suceso de la noche anterior pero nada claro llegaba a su mente.

Recuerda que después de llegar del brazo de Jeongyeon no se separaron en toda la velada, conoció varios compañeros y socios de la rubia, y hablaba entretenida con Momo y Sana cuando la coreana se alejó de su lado y la vió seguir a un hombre que no le había presentado.

Tiene claro el recuerdo de ella caminando tras ellos, del miedo que la invadió a ver cuerpo inconsciente de Jeongyeon cuando llegó a la parte trasera del edificio, de como se acercó a ella para comprobar que estaba bien, pero fue lo último antes de que alguien cubriera su boca con un pañuelo y quedara desmayada en cuestión de segundos.

— Mi hermoso cisne — Escuchó la voz de su padre y sus ojos se abrieron de la sorpresa. Akira se sentó frente a ella abriendo el botón de su traje y cruzando sus piernas con una sonrisa escalofriante.

Mina no podía creer que ese hombre fuera su padre, el hombre que tanto admiraba y amaba, el mismo que la consolaba, apoyaba y aconsejaba, el mismo que la abrazaba cuando lo necesitaba y en quien confiaba con su vida. Su cerebro se negaba a creer que su padre estuviera detrás de todo aquello pero la realidad era clara.

— Lamento que estos brutos te haya tratado de ese modo Minari, es obvio que no saben como tratar a una mujer hermosa. — Dijo el hombre como si nada. — Espero hayas descansado, aunque ese colchón no se ve nada cómodo, pero no me dejaron más opción. — Mina quería gritarle, reclamarle mil cosas pero la tela en su boca se lo impedía por lo que sólo lo miraba con rabia y confusión. — Oh, olvidé que no sabes nada. Todo esto es gracias a tu noviecita.

Mina abrió su ojos y fruncio el ceño, ahora todo se había vuelto más confuso.

— No te preocupes, ella esta bien, de hecho... — Miró su reloj — Debe estar por llegar. Veras mi hermoso cisne, hay una historia muy graciosa detrás de toda su relación. — Akira se levantó y empezó a caminar de un lado a otro frente a ella mientras hablaba. — La razón por la que he insistido tanto en separarlas. No es porque sea un homofóbico ni nada de eso. Se trata simplemente del secreto de un lazo de sangre, que creí que jamás tendría que volver a mencionar. Pero prefiero esperar a que la pequeña Yoo este aquí y les cuento la historia a ambas. — Sonrió una última vez antes de retirarse dejando a Mina con mil dudas en la cabeza.

.....

Una furiosa Jeongyeon se encontraba en medio del despacho de su oficina en el Penthouse, ninguno de los oficiales le daba noticias de Mina, ninguno de los de seguridad la vió salir del evento la noche anterior y los testimonios sólo les guiaban al mismo lugar, Mina siguiéndola hasta la parte trasera del lugar.