Prologo

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Pasar tiempo de caridad junto a su novio un domingo por la noche, era de las actividades que Momo más disfrutaba en la actualidad. Adoraba la compañía que Izuku le brindaba cada fin de semana, la cálida sensación que cada uno le compartía al otro era adictiva en la pareja.

No importaba si estuvieran leyendo, comiendo finos chocolates o escuchando música clásica de ambiente, incluso las tres cosas a la vez. El par siempre encontraba el momento indicado para ponerse algo cariñosos o romanticones, de vez en cuando también se ponían dramáticos aclamando diálogos de famosas obras universales.

Una risilla y un sonrojo se le escaparon a la muchacha al recordar el divertido juego de rol que hicieron hace unas semanas atrás.

Lo ridículos y tontuelos que se habían comportado al interpretar a Sherlock y Watson era de esas memorias que nunca jamás en toda su vida olvidaría. La creación de un monóculo, pipa y un librillo de notas fue suficiente para convencer al peliverde de acompañarle en su improvisada actuación.

El desenvolvimiento que ambos obtenían al estar a solas con el otro les permitió estar jugando a los actores por varios minutos entre sonoras carcajadas. Esta era una de las razones por las que habían terminado juntos, la semejanza en sus personalidades y gustos les habían atraído como polo negativo y positivo, la única diferencia había sido el género.

Su corazón se aceleró un poco al recordar los últimos diálogos de su actuación antes de la llegada de la señora pasión a su habitación.

Y dígame Watson, usted que cree ocurrió en esta sala? -dijo Momo con una postura elegante y sabionda.
Pues yo diría que una lucha por la supervivencia Holmes, las vasijas y adornos caídos junto a los muebles movidos lo indican de esa forma señor-Izuku le miro inconmovible.

Esa mirada serena que había interpretado, fue la causante de que esa noche Momo haya decidido alterar la conversación que habían preparado antes junto al peliverde. Pocas veces le había visto realizar ese gesto... verlo por primera vez le había parecido excesivamente atractivo.

*ehem* Esta usted seguro doctor? Desde mi punto de vista, este escenario parece más una obra producida por el coqueto amor...-una pequeña sonrisa y una profunda mirada le indico al peliverde a donde quería llegar.
No podría estar más de acuerdo mi... lady...-el espacio que les separaba poco a poco fue cerrándose-le ruego me disculpe por mi ingenuidad-la libreta que tenía en manos fue lanzada a quien sabe dónde.
Si no quiere perder su lado junto a mi...-monóculo y pipa sufrieron el mismo destino que el cuadernillo de apunto-...va a tener que convencerme con algo más que palabras...-el chocolate combinado al sabor único de los labios de su pareja le encendieron como incendio forestal.

Pensar que estén leyendo de lo más tranquilos en el mismo lugar en el que tuvieron uno de sus encuentros más acalorados le acelero su corazón. Estas sabanas habían sido lo único que les había servido de cobijo antes, ahora se recostaban sobre ellas con toda la naturalidad del mundo.

Había sido una noche mágica... le gustaría se repitiera...

La pelinegra mordió sus labios con su vista fija en el acostado Izuku, incluso estando del otro lado de su enorme cama, la joven podía observar la clara sonrisa en su rostro. Mañana tenían clases...

...un día que lleguen tarde no le haría daño a nadie.

-"I-izuku...?"-le llamo no sin antes inhalar y exhalar todo el calor que estaba sintiendo.
-"Si...?"-volteo a verle radiante y contento el peliverde. El libro que tenía en sus manos fue hecho a un lado con el fin de concentrarse en ella. Como amaba a este chico...
-"Uhm... recuerdas la vez que j-jugamos a ser Sherlock y Watson...?"-pregunto algo avergonzada. Un leve sonrojo se le subió a las mejillas a Izuku al recordar.
-"Oh... si, si r-recuerdo..."-se enderezo algo nervioso.
-"S-sabes... estuve pensando... por qué no hacerlo de nuevo?"-sonrió temblorosa la muchacha.
-"T-tu crees...?"-se rasco la nuca apenado y cada vez más rojo.

Estas sonando muy evidente! Rápido... innova!

-"Por supuesto! Pero que te p-parece si esta vez...uh..."-sus ojos se movieron de un lado para otro buscando algo que le pueda ayudar.

Sin nada a su alrededor que le sirva como soporte, la pelinegra opto por la mas fácil, cliché e común en cuanto a este tipo de interacciones se trataba.

-"...Interpretamos a Romeo y Julieta!"-dijo con su tono de voz algo elevado. Su sonrisa temblaba y su rostro cada vez se sentia mas caliente.
-"Ok"-contesto luego de un tiempo Izuku. Todo aire de pena e incomodidad se desvanecio para dar paso a la sensación familiar y calida de siempre.

Su corazón volvió a latir con fuerza al saber lo que se vendría, la emoción comenzaba a carcomerle sin piedad. El top que tenía puesto fue ligeramente soltado para permitirle crear algunas cosas para ayudarles a interpretar con más personificación. Sin embargo...

*Knock knock*

-"Midoriya! Ya vamos a iniciar la junta mensual de convivencia adecuada entre compañeros!"-le llamo desde afuera Iida-"Solo faltas tú, date prisa por favor!"-se retiró con sonoros pasos.

No puedes hablar en serio...

-"V-vaya..."-suspiro triste el peliverde-"...había olvidado que aun teníamos esas juntas..."-le vio culpable.
-"Esta bien... será para la próxima..."-sonrió con todas sus fuerzas la pelinegra.
-"La próxima vez yo traigo los dulces"-se despidió con un beso en la mejilla y un rápido abrazo en su hombro-"Adiós"-sonrió antes de abrir y cerrar la puerta.
-"Adiós..."-ya sola en su habitación, Momo decayó irritada y triste por el momento arruinado.

Decidiendo que lo mejor sería descansar para olvidar el gran fiasco, la muchacha ordeno su cuarto y se metió por debajo de sus sabanas. La mesa de noche con el portafotos en la que estaba otro valioso recuerdo junto a su novio logro sacarle una sonrisa antes de dormir.

La imagen de ambos sonriendo para la cámara con sus vestimentas elegantes era digno de tener un espacio entre sus tesoros de toda la vida.

Había sido muy amable de parte de su padre el poder permitirle a Izuku acompañarle en otra de las cuentas de fiestas privadas en las que Momo debía estar siempre presente. Esa velada había sido la única vez que la pelinegra no se había aburrido escuchando a los mayores charlar acerca de lo bien que se veía y de lo magnifico que sería para el país y su familia que acepten un compromiso con ellos o algún hijo, sobrino o nieto suyo.

El sincronizado y único baile que compartieron quedaría grabado en su cabeza para toda la vida. Quizá el poco tiempo que ambos tenían para su relación era la causa del por qué esta buscara una intimidad más frecuente pero igual de simbólica y amorosa.

El día de hoy había sido un ejemplo de su intento de unión más profundo... un intento fallido cabe recordar.

Desearía se nos presentaran más oportunidades para poder pasar más tiempo juntos...

Algunas personas no estaban conscientes del poder del desear algo con añoro en su mente... Momo era una de ellas.

Mañana sería un nuevo día, uno como ningún otro jamás visto, vivido o relatado. Sin saberlo, Momo Yaoyorozu había provocado algo parecido al Armagedón en U.A.



Los derechos de esta historia le pertenecen a Evolvelove

El show debe continuarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora