Ya es de noche, Robert al encontrarme en el cuarto de mamá esta mañana, me atrapo, intente que esto no sucediera, pero su tamaño y fuerza me venció, estoy atada en el piso, mamá esta atada desde el techo, no ha despertado en todo el día. Todo se encuentra a oscuras, Robert no ha traído nada, ni de almuerzo ni de cena.
He tirado tantas veces mis manos, atadas a las cadenas, tratando de que cedan o se rompan, pero estas no titubean ni un poco, y el ardor junto al dolor en mis muñecas se ha hecho de notar, impidiendo que sigua tirando.
Tengo miedo.
Miedo de no poder salir de aquí.
Miedo de lo que sea que tenga en mente el loco de Robert.
La puerta se abre dejando ver a Robert, no tiene ropa y en su mano tiene una bolsa.
Esto es asqueroso.
-Te traje algo de comida, lo necesitaras para el espectáculo tan magnífico que estas por presenciar.
No.
Le digo que haga silencio, que nos deje salir, pero él no responde ni se inmuta ante estos comentarios, en su lugar deja la comida a mis pies y procede a acercarse a mi madre, sus manos la empiezan a tocar, algunas veces se detiene a mirarme, la toca por varios minutos, y cuando estos son los suficientes como para que él este con una erección, me mira y habla:
-Esto, lo que vas a ver, es lo que he deseado hacerte desde que te vi, y lo que haré una vez que me libere de la puta de tu madre.
El miedo se expande por mi cuerpo, siento que me paralizo.
Cuando suelto mi primer sollozo, viene una arcada, luego el vomito y más sollozos.
Cierro mis ojos, pero los ruidos y palabras que salen de su boca llegan a mis oídos, haciendome parte de esta escena. Una en donde no quiero estar metida. Una en donde mi madre tampoco debería estar metida. Una en donde espero que haya una salida para las dos, o, en un muy lamentable caso, para mi.
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Capítulo 7
Todo es como un borrón. En un momento estaba llamando a Aidan para avisar la libertad de Robert, y luego solo se que algún momento después de todos los gritos y sollozos en los brazos de mis chicos estoy en la cama con ellos, después de que Andrew me diera un baño rápido y Aidan me hiciera un té.
Mañana el abogado vendrá y se tratara de dar una solución a esto, pero aun así me aterra, me aterra revivir esos días encerrada, me aterra volver a recordar lo que ya había escondido en el fondo de mi cabeza, sobretodo me aterra como serán las pesadillas ahora, mis pesadillas diarias son sencillas, no van al fondo de mis recuerdos, porque estaba sanando, pero cuando el incidente recién ocurrió eran horribles, no quiero volver a revivir esa etapa.
-Duerme princesa, estaremos aquí.
-No va a hacerte daño.
Mi cabeza esta sobre el pecho de Andrew, Aidan esta detrás mio, las respiraciónes de Andrew me adormecen mientras que las suaves caricias de Aidan me relajan, tal vez suene muy dependiente, pero si ellos no hubieran estado en este momento conmigo no estaría de pie, no tendría, aunque poquito, la tranquilidad que tengo junto a ellos.
-Los amo, los amo demasiado, y no quiero perderlos, me siento completa junto a ustedes, y quiero, con todas mis ganas, que sean mi para siempre. Los amo.
Lo digo en voz baja, casi en un susurro, pero estoy seguro que escucharon, las respiraciones de Andrew se hicieron más rápidas y las caricias de Aidan se detuvieron.
-No dudes en ningún momento que nos perderás, no vamos a ningún lado sin ti. Te amo, princesa- Andrew me besa en la frente, luego soy girada y estoy acostada en el pecho de Aidan.
-Te amo, estamos seguros de que somos un para siempre, y estaremos junto a ti, no importa lo duro que se pueda poner la situación.
Con las palabras dichas, caigo en el sueño, que aunque hay pesadillas, son espantadas por ellos.
***
Rogar a que cometa algún delito o falta para que vuelva a la cárcel.
No podemos hacer más.
Podemos emitir una orden de alejamiento, bueno, creo que los chicos ya están trabajando en eso, si Robert se llega acercar a mi, puede contar como una falta a su libertad condicional, y con un buen abogado junto con un juez, sera revocada su libertad condicional, y aunque no es muy seguro aferrarnos a esto, es lo único que hay.
-Cariño, ¿Debes ir hoy a la universidad?
-No, no iré hoy.
-Bien, nosotros nos quedaremos aquí. Y cuando tu quieras salir tendrás unos guardaespaldas contigo.
No puedo, ni quiero, quejarme.
-Bien- alargó la "n" y hago un puchero para que me besen, quiero sentirlos.
-Oh oh, ¿la princesita quiere algo?- Andrew es juguetón mientras se ubica frente a mi. Aidan por otro lado me levanta del sofá y se hace detras mio.
-¿Que quiere la princesa? Dilo y te lo daremos.
-Ya lo saben- les digo sonrojada.
-No, no lo sabemos ¿Cierto Aidan?
-Cierto.
-Uh, quiero que me toquen- lo digo refuñando.
-Ah, esa es nuestra princesita.
Ellos empiezan con sus caricias, Aidan besa mi lobulo y cuello, sus manos presionadas en mi cadera, Andrew besa mi boca y sus manos están en mi cola.
Quiero más.
Quiero tenerlos.
En el tiempo que hemos estado juntos no hemos llegado lejos, pero lo quiero.
-Los quiero- digo en un jadeo.
-Nos tienes.
No entendieron.
-Yo... Yo los quiero... Como... Quiero acostarme con ustedes- siento mis mejillas arder.
-Ah, eso.
-La princesa lo pide y lo obtiene.
Andrew me carga y llegamos a la habitación. Se disponen a desnudarme, y me siento feliz, porque hare esto con ellos, como siempre lo desee.
Hola hola. En el proximo capítulo tendram salseo, espero les guste.
