Parte 10

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Narcissa le escribe a Harry a finales de abril.

La búsqueda no ha tenido frutos.

Le ha tomado todo este tiempo —casi tres meses— el escaneo completo de la mansión, analizar cada ítem, cada habitación, para asegurarse de que no había un giratiempos escondido en alguna parte. Si el giratiempos desapareció con Draco, no se quedó atrás, seguramente él debió esconderlo en algún lugar de la mansión.

O en el Renault Mégane, pero Harry recuerda que puede que el auto ni siquiera exista en la época en la que está atrapado Draco. Aún así, lo busca sin éxito. El artefacto debe ser escondido extremadamente bien para prevenir que sea robado o que caiga en manos equivocadas, y de ser así Draco habría dejado alguna pista...

Hermione le dice a Harry que ha finalizado los detalles de la extracción. Así se llama, le explica. El rescatar a alguien del pasado se le llama Extraer. El proceso suena complicado e involucra una magia muy compleja, pero ella lo ha escrito todo cuidadosamente, como una receta, y dice que en cualquier momento puede ser realizado por un equipo de Inefables.

Lo único que necesitan es el giratiempos.

Eso lo hace todo peor, de alguna manera, igual que ver un rompecabezas al que le falta solo una pieza.

Harry conduce mucho estos días. A lo largo de largas carreteras sobre valles, atravesando polvorosas ciudades y pasando sobre las colinas que se extienden sobre el campo británico. Solo conduce.

Como buscando a alguien.

Y reconoce la cínica ironía de la situación. In inceptum finis est, piensa secamente.

En el inicio está el fin.

***

El dos de mayo —en el octavo aniversario de la batalla de Hogwarts— Harry encuentra el giratiempos.

La realización le llega el día anterior, el primero del mes. Es un tranquilo día de primavera, el verano ya se empieza a hacer sentir en el viento; lo percibe como el calor incesante de un fuego en la distancia. La brisa es cálida y se mueve entre los árboles como una canción, un paseo hasta Cornwall suena muy bien, piensa. El suave brillo de la primavera hace que Helston luzca mucho más agradable y alegre, y la costa se ve mucho más gentil. Las olas ya no están furiosas, se mueven en la base de los acantilados invitando los turistas a jugar. Hay una joven familia tomándose fotos en el faro, los niños se ríen y juegan persiguiéndose entre ellos en círculos.

Círculos.

Harry camina por el sendero de la playa. Tal vez si continúa caminando sin parar, algún día se vuelva a encontrar en este mismo lugar. Dibujando círculos, patrones sin sentido.

¿Recuerdas cuando teníamos once?

Un dolor que es muy familiar se posa sobre el corazón de Harry. Conoce la nostalgia demasiado bien. De aquellos días en los que sus obstáculos más grandes eran las detenciones y la tarea; cuando lo más cruel que Draco había hecho era lanzar una recordadora al aire.

Una Snitch plateada.

Harry se detiene. En la distancia aun se escuchan las voces de los niños riendo. Más cerca se escucha el suave murmullo de las olas en las piedras.

Es un viaje de cinco horas hasta Londres, pero Harry no recuerda nada del camino.

***

Le gustaba ese broche de snitch. Fue un regalo de su padre.

Sí, claro que Draco le había dicho eso a Narcissa. El mensaje escondido era ahora claro como el cristal.

¿Sabes por qué le gustaba esa snitch? Le gustan los círculos.

Corriendo en el aire Where stories live. Discover now