Draw Away [Woosan]

Treinta

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Hola dulzuras! les regalo un pequeñín edit Woosan, si gustan pueden pasar a ver las otas tonteras que tengo en mi canal jajaja

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-¿Qué?.- ¿Acaso había escuchado mal?, ¿Seonghwa se iba a comprometer?, la cara de San no decía que fuera una broma, es más, estaba muy feliz.

-¡Si!, se comprometerá con Yiren este sábado, pero se casarán en cuanto Seonghwa obtenga el título, creo que eso es en dos años...-dijo el chico pensativo, se subió sobre el regazo de su novio y descansó la cabeza en su pecho.- estás cordialmente invitado a la cena, además, ahora que somos oficiales, también estás invitado a nuestra cena de navidad.- Los Choi solían pasar navidad y año nuevo en el extranjero, pero esta vez habían decidido quedarse en su hogar.

-No puedo creer que se lo hayan tomado tan bien, no sabes lo feliz que eso me pone.- Agradecía el cambio en la conversación, no quería seguir hablando de Seonghwa, ¿cómo iba a comprometerse tan luego?, bueno, eso no era de su incumbencia, pero, ¿de verdad Yeosang había significado una mierda para él?.

-A mi también, bebé.- últimamente a San le gustaba mucho llamarlo así, aunque en actitud y apariencia él era el que parecía un bebé. Miró a su novio, el pelinegro era lo más bonito del mundo entero. - Entonces, ¿pasarás navidad con nosotros o tienes otros planes?.- San no se enojaría si el pelinegro quisiera pasar navidad con Yeosang como era habitual, pero le hacía mucha ilusión que pudiese acompañarlo, aunque pasarían si o si el último día del año juntos.

-No lo se San, me intimida un poco estar con tus padres tan luego...- estaba cagado de miedo, que hubieran aceptado su relación no significaba que los padres de San lo trataran como un hijo más automáticamente.- Pero...quiero...así que sí, pero si me dejas a solas con tus padres iré a pasar la cena navideña a un Mcdonalds- el rubio rió y lo besó lentamente los dulces belfos del contrario se acomodaban al otro y sus lenguas sabían perfectamente cómo danzar al ritmo del otro desde el primer beso.

San se alejó con una sonrisa pícara.

-Woonie...¿me dejarías repetirte el favor de la otra vez?.

Wooyoung no tuvo que responder, su miembro vibró y en un movimiento rápido dejó a San bajo él en el sillón.

-Creo que esta vez me toca a mi- dijo mientras desabrochaba la hebilla del pantalón del mayor.

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San se encontraba sumamente nervioso, quedaban dos días para navidad y no sabía qué rayos regalarle a Wooyoung.

Quizás sus neuronas se podrían activar con un frapuccino de fresa, sip, debía pasar a un Starbucks lo antes posible. Sabía que a Wooyoung no le importaban los regalos, pero de todas formas quería sorprenderlo con algo especial, paseó por las tiendas del centro comercial, y tan sólo encontró cosas para él.

Maldita sea.

Los villancicos y la decoración no lo estaba ayudando, le hacían "tick tok" en la cabeza, era ahora o no alcanzaría a comprar nada bueno. Mierda, no debió comprarse ese chaleco, ni esas botas de invierno, ni ese set de papelería.

Argggh, Choi San era el peor enemigo de Choi San.

"Ding!" una luz brilló ante sus ojos (no literalmente) y lo vio.

Era el regalo perfecto.

Después de pagar un precio algo elevado, salió feliz del centro comercial, estaba seguro de que a Wooyoung le encantaría, y si no...pues ya sabía que NO regalarle para su primer mes de novios.