"Me Niego" // (Hoodie X Rayita)

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Hoodie termino de hacer lo que...no se qué quería hacer pero lo hizo.

Sacó todas las memorias de las cámaras de seguridad y las rompió.

El ruido de un motor me alerta.

¡EL REMIS!

— Hoodie...llegó el remis — Dije.

— ¿¡REMIS!? — dijo mirándo para afuera.

— Capo, ¿Hablo en coreano? Es lo que dije — Agregué.

— ¿Que parte de los demás no deben verme no te entra? — Dijo señalando su cabeza.

Tomé mi bolso.

"PIIIIP PIIIIP"
(Son efectos de sonido no se rían [bolita azul llorando])

La bocina del Remis nos llama.

Comencé a irme.

— ¿Oye adónde vas? — Preguntó.

— A mi casa, si quieres venir, bien y si no No importa. — Dije para seguir caminando.

Hoodie carraspeó.

— ¿Debo sacarme el pasamontaña? — Preguntó.

Alzé los hombros en señal: "Que se yo".

— Si me saco el pasamontaña evita mirarme. — Dijo.

Asentí.

"PIIIIP PIIIIP"

De reojo miré como "Hoodie" Se sacaba el pasamontañas y rápidamente me miraba.

— Te dije que no me mires — Dijo en tono enojado.

— ¡Ni siquiera te presté atención! — Mentí.

Salimos hacia el remis.

Hoodie iba sosteniéndose el abdomen.

LA chofer del remis, (Mem con un mostacho) saludó.

— ¿Que onda mondonga? — Saludó la chofer.

— ¿Hola? — Pregunté.

— ¿Pa'onde los acerco? — Preguntó la chofer.

— Pues a [Dirección perrona ] — Dije.

La chofer asintió y comenzó a llevarnos hacía el lugar acordado.

En el camino...

¡Bah! ¿Que digo? ¡Fue re tenso!

Miradita por aquí, miradita por allá.

— No jodas, ____, ¿Tienes un déficit de atención? Claramente te dije que dejes de mirarme — Soltó el "amable" herido.

— ¿Tu tienes un delirio persecutorio? ¡Ni estoy mirándote! — Contesté cruzándome de brazos.

— Señorita, ¿Donde los dejó? Aquí o ¿en la puerta de la casa y de paso la abro para usted?  — Preguntó la chofer, estába tan centrada en pelear que no había notado que habíamos parado y allí estabamos, en la calle de mi casa.

Me disculpé, pagué la mitad y me bajé.
Hoodie también bajó y la chofer dió un bocinazo.

— ¿La otra mitad me la paga Dios? — Preguntó al volante.

Miré rápido a Hoodie y lo fulminé con la mirada.

Me acerqué y pagué el resto, Hoodie observó todo el lugar haciéndose el estúpido probablemente.

— Ni siquiera te conozco y ya te detesto — Solté y caminé a mi casa, con ese espanta buena vibra detrás mío.

Era... gracioso, parecía que estaba trayendo un pariente con el que sólo te hablas en la cena de Navidad y después un año entero no lo ves.