"Me Niego" // (Hoodie X Rayita)

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Ambos estábamos en mi pequeña cocina, viéndonos con cara de perro con sueño.

— Dame los fideos. — dijo en tono seguro y extendiendo la mano.

Alcé una ceja y deje el plato sobre la mesa mientras soltaba una risa sarcástica.

— ¿Y creés que te lo alcanzaré si me lo pides así? — Pregunté.

Hoodie me miró, estoy segura que jamás le habían rechazado cualquiera de sus órdenes.

— Tienes una bala en el abdomen, no estás inválido. — Terminé agregando y fuí a buscar algo de beber.

— Eso es, tengo una bala en el abdomen. — Dijo mirándome.

— salió graciosa. — Dijo levantándose.

— Aún tienes manos. — Dije en respuesta.

El se encaminó hasta la cocina y se sentó cerca.

— Tengo que decirte algo. — Dijo agarrando un tenedor.

— Te oigo. — Dije sacando mis apuntes del bolso a mi lado.

— Debo asesinarte después de ésto. — dijo y pinchó un fideo.

Lo miré.

— ¿Es gratis? — Pregunté mientras leía.

— ... — El sonido del silencio por su parte...

— ¿Capuchita? — pregunté.

— Hoodie. — Dijo él corrigiendome. — ¿Todo bien contigo?  — Agregó.

— Bien Hoodie, ¿No me oíste hoy? Te dije que no le temo a la muerte... Haz lo que debas hacer.  — Respondí.

El chico sacó su arma.

— Parecerá un suicidio, dispárate. — Dijo dejándome el arma cerca.

— ¿Para qué? — Pregunté.

— Me da pereza ponerte el arma en la mano y esparcir le pólvora a tu mano, si lo haces tú es más rápido y más rápido me iré. — Dijo seguro.

— Si no queda de otra... — Dije suspirando y tomando el arma, la miré.

Hoodie se puso a comer.

Le quité el seguro al arma, y Apunté a Hoodie.

— Pero adivina qué, si existe otra manera. — Dije mientras lo miraba.

Hoodie me miró, conserva su pasamontañas a medio subir.

— Entonces, ¿Cuál es tu nuevo plan? — Me preguntó curioso.

— Que veas que ésta mierda no tiene balas. — Dije y la disparé.

Hubo un silencio sepulcral y hoodie terminó en el piso retorciéndose.

— O quizás si... Oh, ¿Por eso estaba pesada? ¿Porque no me avisaste que la habías cargado? — Pregunté sin mucha importancia.

— ¡Es porque la idea era que me hicieras caso y te dispararas de una puta vez! — Dijo mientras se agarraba el hombro y se miraba la mano. — ¡Mira lo que hiciste! ¡Ahora tengo dos putos balazos, maldita idiota! — Gritó.

— ¿¡Acaso quieres un tercer balazo?! ?o mejor aún, te hago un maldito colador, deja de insultarme; fenómeno. — Dije mientras lo apuntaba.

Hoodie estuvo un rato en el piso y yo seguí comiendo mientras lo apuntaba con el arma.

Desarmé el arma y dejé que se levantata lentamente y me viera feo... Se que me veía feo a través de la máscara.

— ¿Acaso no le temes a morir enserio? O eres muy valiente o muy estúpida. — Dijo sentándose, la sangre había parado pero y al parecer seguía con dolor.

— Callate y comé. — Dije comiendo.

Hoodie intentó tomar el arma y el cargador, los alejé y lo miré negando.

— Van a venir a buscarme, te encontrarán y van a matarte o peor... — Dijo mientras movía el brazo.

— ¿Cual es peor? — Me dediqué a comer después de preguntar.

— Me harán matarte. — Dijo.

— ¿Querías que me suicidara para tú no tener que matarme? — Pregunté.

— Es un dilema ético. — Dijo él mirando la mesa. — ¿Matas a tu Salvador o lo dejas morir? — Preguntó.

— ¿Que tienes tú de ético? — Pregunté.

— Lo mismo que tú de normal. — Me dijo eso mirándome.

— Oye que grosero. — Dije alzando una ceja.

— Dijo la que acaba de dispararme. — Contestó seco.

Suspiré y miré a hoodie.

— Podría ayudarte, ¿te das cuenta? — Ofrecí en medio de la charla.

— ¿A qué? — Me contestó.

— Podrias venir aquí cada que lo necesites. — Dije.

Ambos quedamos en silencio.

— Aun soy un desconocido para tí. — Dijo.

— Tenemos la misma demencia, deja de compararnos es molesto. — Dije juntando mi plato.

Hoodie lo pensó.

— O puedes asesinarme cuando duerma, después de todo, yo te disparé. — Contesté.

Mi contrario parece estar viéndome.

— Espera a que me duerma, tomó pastillas para dormir así que... Simplemente hazlo. — Dije levantando mi plato.

Empecé a pensar, si ese chico me mataba no habría que preocuparme por nada más...

— Tu lávate el tuyo. — Dije y me fuí a mi cuarto.

Me bañé y fuí a la cama...

Tenía puesta una pijama, tomé el frasco de pastillas y lo miré; dos de ellas era suficiente para dormirme y no sabía el efecto de una tercera... De todos modos, estaría dormida, ¿Verdad?
Di vuelta el frasco y saqué dos en la palma de mi mano, dejé el frasco sobre la mesa de luz y tomé la botella de agua, la abrí y metí mis pastillas en mi boca, tomé un sorbo y tragué ambas.
Sin problemas, ya que eran pequeñas.
Quedé observando la nada y dejé la botella caer cerca de la cama después de taparla.

— Quizás es simplemente una ilusión y no hay nada ahí-... Estoy media demente y eso es lo más probable, así és. — dije levantándome.

Abrí la puerta y me topé con que no había nada en la Sala, la olla y los cubiertos estaban en su misma posición, como si ya hubiera terminado de cenar.

Me adentro al cuarto, veo hacia todos lados y no hay nada... Siquiera una mancha de sangre.

Regresé a mi dormitorio, me recosté y apagué la luz de mi mesita, miré a la ventana la cuál estaba cerrada pero con sus cortinas abiertas de par en par.
Una bella Luna era la que estaba allí, cerré mis ojos para intentar respirar adecuadamente e incitarme al sueño.

¿Es aquí donde todo termina? Bueno, quizás alguien vaya a hacerme una autopsia en el mañana luego de encontrar mi cuerpo con un balazo.

Me tapo y suspiro ante saber de mi inminente final, oigo truenos y la Luna nublarse en la ventana, nadie me avisó de una tormenta ésta mañana...

La pastillas hacen efecto, ¿y yo? Solo quiero dormir.

Caigo en un sueño profundo, siento la desesperación de mi corazón de estar a borde de la muerte, ¿o no? No estaba ese tal "Hoodie" cuando salí a verlo.

Truenos adornan los último que oigo... ¿Y pájaros?

Buenassss

Yo se qué... Bueno, lo estuvieron esperando- y acá está! Cap 5 <3 espero les guste.

Mucho love ❤