Mi amor de invierno.

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Carta de Sanemi para Genya: 

Mi amor de invierno. 

Ya han pasado varios meses desde tu partida de este mundo, y no tienes una idea de cuánta falta que me haces, quisiera volver a escuchar tu voz al menos una vez más. La necesito y la imploro. 

Porque nunca en esta vida mortal la podré volver a escuchar. 

Todos los días de invierno sin falta me recuerdan a ti, sobretodo los nevados, en donde cuesta tanto caminar por la cantidad de nieve. 

Las tardes que pasamos juntos jugando con la nieve afuera de la casa. Tu rostro alegre junto al de nuestros otros hermanos, tus rabietas cuando perdías, y ese valor tan admirable que tomabas a pesar de no poder ganarme. 

La nieve siempre creaba un contraste contigo por ese incontrolable cabello tuyo, era fácil hallar tu cuerpo en medio de nuestras guerras. Eras ese punto negro que se movía freneticamente de un lado a otro. A diferencia mía, en donde simplemente me camuflaba con mi cabello blanco. 

Si recuerdo esos juegos empiezo a sonreír como cuando era un niño, y aún así terminó llorando al recordar dos cosas. 

La primera es que tú naciste un siete de enero en plena nevada. El invierno es la estación que te representa, los copos de nieve son tu amuleto, los árboles sin hojas y cubiertos de manto blanco son tu aura. Eras como ellos, igual de valiente. Vivías tus peores momentos quedando de pie… Hasta el último en el cual te secaste perdiendo todas tus hojas.

Mi otra cosa no es algo que pueda describir con elementos vivos o inertes, porque mi segundo recuerdo, de porque lloró. Es cada vez que me doy cuenta de cuánto te amé, de cómo me sentí cuando te vi por primera vez… De lo roja que estaba tu cara, de esos llantos intensos, y de cómo te calmaste al oír a mamá hablarte. 

¿Dije dos cosas? Lo siento, mis lágrimas corrieron el número tres. 

La tercera razón por la que mis lágrimas se deslizan es cada vez, que me doy cuenta de que nunca te diré cuanto te quiero en persona, ni podré abrazarte, ni pasar un momento contigo… No es lo mismo abrazar algo simbólico. Quiero tu presencia. Quiero a mi hermano. Quiero a mi familia. 

Y viendo los copos caer siento la necesidad de soltar la pluma, e ir corriendo a buscarte. A pesar de saber que no te hallaré. No volveré a encontrar ese punto de mira, ni oir tu risa, ni intentar lograr una sonrisa tuya después de un enojo.

Te amo Genya. Te amo, porque el amar no es únicamente para parejas. 

Atentamente: Sanemi Shinazugawa.

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