Cuando lees un libro de ficción donde el personaje posee poderes lo primero que piensas es "seria divertido".
Kim Taehyung no pensaba eso.
Claro, con 17 años esperaba poder salir de fiestas, tener amorios, perder su virginidad pero tener telequines...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—¿Enserio la amenazaste diciendole eso?
Era sabado por la tarde, Seúl estaba con 10 grados dando un ligero viento, era refrescante el sol para ese dia mas las hojas secas que ambos jovenes pisaban sin darse cuenta. Eran las 4:13pm, Jungkook y Taehyung estaban en el parque que habian acordado días antes y por mensaje, siendo esta una ruta mas facil para poder dirigirse a la casa del mayor.
Taehyung le contó lo que había pasado al posterior a su charla en la escuela con detalles, sintiendose orgulloso de mencionar que Hye lo miraba horrorizada.
—Todos caen, ya sabes, no me conocen.—Comentó, haciendo reir a Jungkook, lo miró confundido.—¿De qué te ries?
—Lo siento es que, me sorprende la reacción que tu me cuentas ya que tu cara no refleja maldad... aveces.
—Soy malvado florecita, tu peor pesafilla grrr.—Imitó a un leon causandole más risa al palido.
—Si y yo odio las brochetas de cordero.—Inquirio sarcástico soltando secuelas de risas y Taehyung, a la mención de eso ultimo, no pudo evitar recordar a Yoongi y la fascinación de este a esa comida cuando luego del cafe fueron a un restaurante.
Basicamente comieron ese dia pero fueron felices.
—Por cierto.—El cenizo quiso cambiar el tema.—Me dijiste que tienes un hermano mayor ¿Él tambien tiene lo tuyo?—Jungkook asintio.
—Ambos compartimos el mismo poder, por eso él estudio medicina, le va muy bien en su trabajo por esto, ademas de que le apasiona ayudar a las personas.—Tae hizo una mueca pensativo, asintiendole a su nuevo amigo.
—Lo suyo es tan bueno.—No pudo evitar soltar esas palabras con una sonrisa sin mostrar los dientes, Jungkook lo miró ladeando la cabeza.
—¿De qué hablas?
—digo que lo suyo es básicamente un don de Dios.—Aseguró y el castaño vaciló.
—Puede ser pero lo tuyo tampoco es malo, osea, ¡Mueves cosas sin esfuerzo! También ayudas a gente Tae, me lo has dicho.—El peligrisaceo se escogió de hombros inseguro a esas palabras pero lo disfrazó, colocando su rostro con una sonrisa.
—Como sea, ¿le has contado de mi a tu familia?—Jeon negó.—Yo tampoco, tengo miedo de como reaccionen.
—¿Porqué lo dices?
—Solo es un sentimiento, tú dijiste que la gente le teme a lo nuevo y lo que tenemos en mas grande que la palabra "nuevo".—El mayor asintió entendiendo su punto y relacionandolo con lo suyo, sus papás no creen que alguien más aparte de ellos posea magia y no imaginaria su reacción al ver a Taehyung y su telequinesis.
Cuando llegaron a la casa de los Jeon, Tae sonrió al ver el interior tan acojedor y hogareño, las paredes de blanco con los muebles negros solo hacian gritar a la casa "moderno", mas su ambiente era completamente diferente.
