Sacrificio De Un Héroe.

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Por primera vez.

Su enemigo, era más fuerte que él.

No era lo mismo cuando luchó contra la tortuga.

O cuando a la ballena.

Este enemigo. Era distinto.

Y era el único héroe en pie.

Los demás, hicieron lo que pudieron.

Naoli y Filo fueron a ayudarlo.

Pero solo había una manera de ganar. Y él lo sabía.

Pero antes.

—Naoli. Pese a que eres mi hija. Nunca tuve la sutileza de abrazarte.

La pequeña mapache tenía los rayos de su madre, con las características de su padre.

Es decir, cola de color negro, igual que su cabello.

Y ojos tal cual como su padre.

Aún con todo eso.

Su personalidad era más parecida a la heroína de la katana vasalla.

Su padre siempre fue frío y distante.

Siempre fue del pensamiento.

"has lo que quieras al rededor, pero a mi familia. No la toques".

A palabras de su propia madre.

El héroe del escudo, se había ablandado.

Sin decir más.

Naofumi, solo abrazo a su hija.

Esta estaba apena. Su padre no era de ser muy afectuoso.

Después de unos segundos Naofumi dijo.

—Cuida de tu madre Naoli.

La pequeña estaba confundida, pero recibió un golpe con el escudo de su padre.

Logrando que quedará inconsciente.

—¡Naoli!. ¿¡Estas en bien Naoli!?.¿¡¡Por qué la golpeas te maestro!!?.

En respuesta, filo también recibió un golpe en la cabeza, cayendo inconsciente.

Ren, sin decir nada. Solo tomo a ambas niñas.

—Naofumi... Si mueres... ¿Te volveremos a ver?.

—Me temo que no, Ren... Después de mi muerte, y no habrá nada más.

Sin decir nada más. El héroe de la espada solo dijo

—Entiendo.

Solo para irse de ahí.

Sin nadie más.

Naofumi preparo su escudo maldito.

En otras circunstancias.

Sobreviviría.

Pero ahora.

No sería posible.

No en el estado que está ahora.

Este, sería todo o nada.

“Que estos criminales patéticos sean castigados como mejor me parezca. ¡Que el sacrificio
grite hacia el cielo! ¡Que sus gritos patéticos se unan al cielo! ¡Que las fauces de dragón
nacidas de mi carne lo borren del mundo!”

“¡Sacrificio Sangriento… Ugh!”

Su enemigo no puso hacer nada.

La Espada de un Escudo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora