»Para eso están los Amigos«

1.3K 125 107
                                    

Iba a explotar, no podía pensar en nada más que en él, sus ojos, sus labios, me había besado y.. no podía creerlo aún. Todo parecía sentirse como dentro de un sueño, no percibía las cosas correctamente o simplemente no lo hacía. Me hubiera gustado que mi rostro demostrara algo pero simplemente no me movía, era como si sintiera que no podía moverme cuando realmente sí podía hacerlo. Lo único que no había olvidado era respirar, y me esmeraba seriamente en hacerlo, lenta y ampliamente, mientras que mi corazón no dejaba de latir. Tragué saliva un momento y aún sin tener pensamientos coherentes quise decir algo.

—¡BUENO, SI NO TE GUSTA, YA SABES CUÁL ES LA SOLUCIÓN! ¡¿NO?! -nos tomó por sorpresa un grito que venía desde mi espalda, desde la puerta. Me volteé con terror en los ojos.

—¿Ah sí? ¿Cuál es? -respondía un pelirrojo con un tono de superioridad.

—¡LA PRÓXIMA VEZ QUE HAYA UN BAILE, PÍDEME QUE SEA TU PAREJA ANTES QUE NINGÚN OTRO, Y NO COMO ÚLTIMO RECURSO! -contestó Hermione, quien tenía su peinado bastante fuera de lugar, y se la notaba roja debido al enfado. Ahora sí que había olvidado respirar. Los gritos se oían por todo el salón, y supe que el momento había llegado. Ese momento en el que Ron y Hermione pelearían hasta tal punto que nadie quedara absuelto del mal humor que ambos tendrían. Harry tampoco tuvo suerte.

—¿A dónde va Neville? -se me acercó el de apellido Potter, dejándome aún más confundida. Volteé hacia donde él se hallaba viendo, y encontré a Neville caminando con prisa hacia la dirección contraria a la nuestra. Su mirada fijada en el suelo, con una inquietud innegable.

Estuve a punto de ir tras él, luego de pensarlo unos segundos, cuando de la nada se oyó más barullo, en esta ocasión lo sentí más cerca.

—¡¿DONDE ESTABAS?! -el de lentes trató de dar una respuesta, aunque tan solo balbuceó- ¡NO IMPORTA! ¡YA VÁYANSE A LA CAMA LOS DOS! -mi amiga se volteó a verme con lágrimas en los ojos, y mi sorpresa y miedo pasó a ser compasión. Ron realmente había actuado como un idiota esta vez. No estuve atenta a lo que él dijo entonces, por lo mucho que estaba asimilando, sin embargo el que la muchacha saliera nuevamente a atacarlo me dio una idea de su comentario- ¡RON, SIEMPRE ESTROPEAS TODO!

Los jóvenes se marcharon, y yo giré hacia donde había visto desaparecer a Longbottom. Ya no estaba, por supuesto, y yo no sentía que estuviera en ese lugar tampoco.

»Neville partió por algo, de seguro no sería para nada cómodo meterme en el cuarto de Gryffindor nuevamente tras lo que pasó. Quizá esté arrepentido.. o quizá necesita tiempo para pensar.. ¡Yo necesito tiempo para pensar! ¿Qué acaba de pasar?«. Volví a girarme hacia Herms, la cual lloraba desconsoladamente sentada en la escalera. Me acerqué a ella, necesitaba mi ayuda.

—Hermione..

—¿Qué? -me preguntó seria, aún enfadada, aunque sin dejar de llorar. Un momento luego volvió a mostrarse vulnerable frente a mí, y supe que tenía que hacer algo. Me senté a su lado y la abracé unos momentos.

—¿Pasó.. algo? -por supuesto que no podía articular muchas palabras por el momento, seguía sintiendo como si los labios de Longbottom permanecieran en los míos. Con una mano sobre la boca, continuando con esa extraña sensación, hice todo lo posible por centrarme en el problema de la muchacha.

—Él.. Ronald, lo arruinó ¡Como siempre lo ha hecho! Todo era agradable y de la nada.. empezó a decir que Víktor no me quería, que era mayor que yo y que yo no podía cuidarme sola ¡Que fraternizaba con el enemigo! Es.. es.. un idiota insensible.

—.. L-lo siento por eso -comenté con pesar- ¿Y-y.. Víktor?

—Los de Durmstrang se marcharon a las once treinta, ya se fue..

•|Ollivander y Longbottom|• {Libro 4}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora