Boruto: Misión Final.

Prólogo.

Una serie de cartas que alertan a Naruto llegaron a su casa. Estas cartas contenían información muy precisa sobre su hijo adoptivo, Kawaki, y sobre el karma. Todos estaban atentos por si se trataba del enemigo.

Unas semanas después, para sorpresa de todos, el remitente, que de hecho eran dos; se dieron a conocer, y resulta que sí era el enemigo, pero no como esperaban.

Amano y Kashin Koji trabajaban junto a Jigen, solamente para investigarlo de cerca e idear un plan para derrotarlo. Ahí se dan cuenta de que no será sencillo y buscan la colaboración del hokage.

Nos damos cuenta de que Kashin Koji es un semi-androide creado por Amano a partir de la experiencia del legendario sannin, Jiraiya. Él fue creado específicamente para derrotar a Jigen, que llamado por su verdadera identidad sería Isshiki. El problema es que Amano no pudo arriesgarse a no derrotar a Isshiki solo con Kashin; entonces creó el plan que nos sitúa en este segundo libro.

Primero deberían matar a Kawaki. Pero como el hokage se negó, entonces quedará con vida, pero en riesgo. De todas formas, planeaban entrenarlo en caso de dejarlo vivir, pero había otro problema, y es que Boruto había adquirido un "karma". Es por eso que debían hacer algo con él, y de paso incluirlo en el entrenamiento.

Segundo, era engañar a Jigen el suficiente tiempo para que crea que les entregarán a Kawaki. Si bien, debe recuperar su "vasija" lo más pronto posible, también tenía que ser precavido. Fue por eso que confió en Kashin Koji para que lo llevara a él.

Tercero; tener a Naruto, Sasuke, Kawaki y Boruto como respaldo. Vencer a Isshiki no era un trabajo fácil, así que tenía que tener a los mejores como soporte.

Cuarto; fingir que entregan a Kawaki y tomarlo por sorpresa.

Durante ese tiempo de entrenamiento, debían investigar una manera de remover el karma de Boruto, ya que Momoshiki consumiría todo de él hasta desaparecer todo rastro del joven Uzumaki. Es por eso que, aunque los seis meses pasaran, Boruto no podría volver a la aldea.

El entrenamiento sería intensivo, así que no podían quedarse en la aldea. Como era de esperarse, Naruto no confiaba del todo en ellos, fue entonces que Amano sugirió que Sasuke fuese con ellos, a lo cual el Uchiha aceptó.

Los cinco se fueron de la aldea para realizar en plan.

Por otra parte, Mitsuki, quien estaba triste por la partida de Boruto, se interesó mucho en la medicina, que si bien ya sabía mucho, quería saber aún más; aparte, quería obtener el byakugo no In, un símbolo del extremo control. Por eso le pide a Sakura que lo entrene, y después de pensarlo un momento, acepta ser su mentora.

Es así entonces como empieza esta aventura llena de aprendizaje, alegría, fortaleza, curiosidades, felicidad, tristezas, miedo... Amor.