장 28

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Hacia unos tres años desde que el señor Han había mandado construir un pequeño pabellón al pie del estanque para que Eok Sun pudiera leer en la sombra sin la necesidad de estar todo el día encerrada en su habitación

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Hacia unos tres años desde que el señor Han había mandado construir un pequeño pabellón al pie del estanque para que Eok Sun pudiera leer en la sombra sin la necesidad de estar todo el día encerrada en su habitación.

Esa mañana, Hun le ayudó a la joven a colocar una mesa en pabellón y la joven se resolvió a pasar ahí la mitad del día. Solo en ese lugar pudo concentrarse en su lectura, al menos podía pasar de página sin pensar en algo distinto a lo que estaba escrito en ella por más de un minuto.

Al rededor de la hora de caballo, cuando el sol todavía estaba alto, Ahn le hizo saber a la dama Han que la joven Yoo Min Hwa deseaba verla.

—Déjala pasar —dijo Eok Sun—. Trae un cojín, té y algunas galletas para atender a la invitada. 

Ahn se fue corriendo para atender el mandado.

Eok Sun cerró su libro y miró hacia el tranquilo estanque mientras esperaba la llegada de la joven. Cerró los ojos e inhaló   el embriagador aroma a musgo y tierra húmeda que emanaba del estanque y danzaba con gracia, acariciando sus sentidos.

Una mariposa amarilla batió sus alas frente a su rostro y, cuando abrió los ojos, la encontró posando con elegancia sobre la mesa, cautivando su atención.

Una sonrisa se extendió poco a poco por el rostro de Eok Sun al verla alejarse volando. Se sintió más ligera, como si la mariposa se hubiera llevado un pedazo de su carga. Y Min Hwa apareció justo a tiempo para presenciar como su expresión recuperaba su radiante seriedad.

—Tu ausencia ha sido muy notoria durante las lecciones, unnie —dijo la joven Yoo luego de rato.

Eok Sun pensó en si debería preguntarle a Min Hwa acerca de su relación con Park Chae Jun, pero la joven siguió hablando, sin siquiera darle oportunidad para sacar el tema a flote.

—Quise venir a visitarte en cuanto noté tu ausencia, pero mi madrastra me prohibió venir hasta que pasará la conmemoración por resultado de la primera fase.

Eok Sun parpadeó pues acaba de recordar que no conocía a detalle lo hechos. Estuvo distraída en sus propios problemas como para preguntarle a su padre y Kwan Jil no quiso decirle nada aquella tarde que se encontraron por causalidad. Además, los sirvientes de su casa solían ser muy discretos y es posible que ni Hun ni Ahn quisieran contarle algo al respecto por temor a que esto influyera en su salud.

—¿Unnie?

Eok Sun levantó la vista de líquido amarillento que se balanceaba en su taza y le dedicó una sonrisa a la joven que estaba frente a ella.

—¿Cuál fue el resultado?

—Muy pocos lo saben con certeza, pero el más sobresaliente parece que fue el hijo del segundo consejero Kim.

Eok Sun sintió un piquete en el estómago.

—¿Kim Dan Heung?

Min Hwa estiró la mano hacia el plato de cerámica blanca para tomar de él una galleta (dasik) pequeñita, redonda y verde.

TRONO DE NOBLES©Where stories live. Discover now