El regreso.

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Y aquí estaba, sentado en una banca del Aeropuerto esperando a mi madre, ella estaba feliz de que volviera, pero yo no mucho. Mi nombre es Alejandro Rivera, pero ¿porque estoy en un aeropuerto?, bueno está es la historia.

Flashback
Hace 5 años.

- Mamá, solo por una estúpida pelea, ¿tengo que ir a vivir con mi abuelo?- dije más que enojado. -Fue ese imbécil de Benjamin y sus amigos los que me dicen freak, me molestan a todas horas y me harte, tuve que defenderme -. A lo que mi madre contesto, -no quiero que te vayas mi amor, pero ya son muchos problemas, te han expulsado de la preparatoria, era tu último año Alex, y ahora tendrás que asumir las consecuencias, bien pudiste hablar con la directora, y decirle que esos chicos te molestan, pero preferiste hacerlo como siempre, peleando.
- Pues tenía que enseñarles a respetarme mamá, y pues si, me expulsaron, pero no es para que me mandes con mi abuelo Ramiro, si lo quiero pero mamá, aquí están mis amigos, Daniel y Samuel, allá estaré solo - dije más triste que enojado, a lo que sus últimas palabras fueron - Es mi última decisión Alejandro, ya no hay mas. -.

Así que al día siguiente tome un vuelo a Houston, pues ahí vivía mi abuelo, aunque solo me despedí de Daniel, yo la quería ver por última vez, pero se que ella me odia por golpear a su novio, nunca le declare mi amor y ahora que me voy ella jamás sabrá de mi. Aún después de la pelea, solo recuerdo cómo se acerca a mi, destellando irá por esos ojos verdes y me da una cachetada, y solo dijo: - Eres un freak Alejandro, como te atreves a ponerle una mano encima a Benja, ojalá te vayas al carajo maldito becado -, y ahí fue donde Lucía Sandoval, la niña que mi madre cuidaba y de la que estaba enamorado me rompió el corazón.

Cuando llegue a Houston con mi abuelo, el me dijo que se tomó la libertad de inscribirme en una preparatoria de la zona, y que en mis tiempos libres le ayudaría en su taller que tenía, y pues a pesar de sentir tristeza por no estar con las personas que aprecio seguí adelante, termine de estudiar el high school como acá le dicen a la prepa, y me dedique a trabajar con mi abuelo, pues la verdad seguía peleando y por mis problemas tanto en México como en Houston era difícil que una universidad me aceptará.

Fin del flashback.

Entonces después de varios años, decidí regresar, con una oferta de trabajo por parte del jefe de mi madre, ser su jefe de seguridad, pues el me dijo por una llamada que me hizo, que recuerda y por contactos sabe, que soy muy bueno defendiéndome, y que no le temo a nada, me dijo que ganaría bien y que podría regresar a vivir con mamá, así que acepte, por eso estoy aquí.

Ya habían pasado algunos minutos y no había señales de mi madre y a lo lejos escuché un grito:

- Alex!! Alejandro.... -, al voltear no lo podía creer no solo ví a mi madre si no a Daniel Cuesta, uno de mis mejores amigos, fueron a recogerme, me levanté de la banca y corrí a abrazar a mi madre, ví que había cambiado, se veía un poco más grande de edad, pero yo la arrebace por mucho en estatura, incluso crecí unos centímetros más que Daniel cuando también a él lo abrace lo noté.

- Dani, amigo sigues siendo un fideo, aunque más alto y con cabello un poco largo - dije entre risas y soltando su abrazo, a lo que respondió - oh, vamos Rivera, no te creas mucho por estar más alto que yo e incluso más fuerte, ambos sabemos que de los dos... Yo sigo siendo el guapo -, y solo empezamos a reír.

Al voltear a ver a mamá, tenía los ojos llorosos y le dije: - ¿Que pasa mom?, ¿Todo bien?- pues me preocupe, a lo que ella respondió - mírate mijo, ya eres todo un hombre, fuerte y grande, hasta veo que aprendiste a rasurarte, Dios mío, te he extrañado y necesitado tanto mi niño, pero ahora estás aquí, y soy feliz mi Alex -, dijo entre sollozos, y solo la abrace lo más fuerte que pude, demostrándole que jamás la dejaría.

Después de todo el sentimentalismo de mi llegada, Dani nos invitó a cenar y gustosos aceptamos, la pasamos entre risas y contándoles sobre lo que hice con el abuelo, aunque a mamá no le gustó que no siguiera estudiando, pero le alegro que me fuera bien en el taller y que ahora trabajaría con el señor Sandoval, así estaríamos juntos. Después de eso, Daniel nos llevó a la casa de los Sandoval, dónde había una pequeña casita, muy hermosa, ahí vivía yo de pequeño junto con mamá, nos despedimos y entramos, aún me sentía con energía, y me dispuse a hacer ejercicio, pues cuidaba mi cuerpo y mucho, adoraba el resultado obtenido. Después de mis ejercicios y tomar un baño, mi madre me indico que mi cuarto seguí igual a como lo deje, así que cuando entre vinieron muchos recuerdos, pero no quise pensar y solo me recosté en la cama ya que mañana sería mi primer día como jefe de seguridad de Humberto Sandoval.

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No podía creer que tuviera más de 20 llamas perdidas de mi madre, siempre queriendo saber si estoy con Benjamin y si lo hago feliz, ya estoy harta, así que hoy salí de fiesta con unas chicas que eran compañeras de la universidad, me la estaba pasando bien, bebíamos y bailabamos, quería disfrutar mi "última.noche de libertad" pues papá dijo que contrato a un chico como su nuevo jefe de seguridad, que el confía tanto en el, y sabe que podrian cuidarme a todas horas, pero pues espero que sea como los otros tipos, confiado de su trabajo y cuando menos lo espere desaparecere de su vista solo para estar sola.

La fiesta iba tan bien, todo estaba perfecto, hasta que veo entrar a Benjamin y el conecta con mi mirada, y yo me hice la que no lo vio, seguí bailando hasta que siento como me jala y me saca de ahí, - ¿Que demonios te pasa Benjamín?, Me estaba divirtiendo, y ahora vienes a arruinarlo - le dije enojada, y el solo me miró y me abofeteó, y dijo: - cállate, andas de fácil al igual que tus amiguitas Lucía, pero a mí no me haces estúpido, llevamos cerca de 5 años y parece como si fuésemos solo amigos, y ahora que quiero pasar la tarde y parte de la noche contigo me mientes diciendo que tienes trabajo y veo las historias de Steph y estás aquí bebiendo como loca y bailando con quién sabe quien -, dijo viéndome a los ojos con tanta ira, - nos vamos ahora mismo -, yo solo estaba en silencio, pues Benjamin me daba miedo cuando se ponía así, pero solo estaba con el por mi madre, decía que era buen tipo y el estatus de su familia haría de la nuestra el mejor, algunas veces me a dado cachetadas, solo por una simple razón, no he querido estar íntimamente con el, no es algo que yo quiera, pero prefiero un golpe a que algo pase.

Después de que salimos de la fiesta, me llevo a casa, y no se qué estuvo hablando con mi madre pues yo subí a mi habitación, me di un baño y al salir recibo otra cachetada pero ahora por mi madre - maldita sea lucía, ¿que no puedes hacer nada bien?, Benjamin solo quiere lo mejor para ti, y tú no le dedicas no tiempo, que vergüenza me das, espero razones todo y le pidas perdón a ese muchacho, recuerda que al casarte con el nuestra familia quedará en un mejor estatus Lucía, ya haz algo bien por una maldita vez -, y salió de mi cuarto, yo solo pude sentir como ardía mi mejilla y caían las lágrimas, me asome por mi ventana para tranquilizarme y mi vista se enfoco en la casa de mi mamá remedios, quería ir a verla pero si salía de seguro mimarte iba a pegar gritos de loca y solo respire y me tranquilice.

Al pasar los minutos en el balcón, solo pensaba en porque fingía algo que no soy, yo solo quería ser feliz, encontrar al hombre que me amara por quien soy no por dinero y por quién es mi padre, y antes de cerrar la ventana ví que en la casita de mi nana, una habitación en especial estaba con iluminación, era la de Alex, nunca volví a saber de el, aún me arrepiento de lo que le dije el último día que lo ví, pues ví tanta tristeza en sus ojos que no supe decifrar, después la luz desapareció, de seguro Remedios entro a buscar algo, así que yo cerré mi ventana y me dispuse a dormír, mañana sería un día mejor.

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