"Eres la única que puede ayudarme, Ana.."

95 4 0
                                    

EPISODIO 37°
(Capitulos Finales)
................

Mi pie se movía inquieto mientras los minutos pasaban.
Y el sonido que mi golpeteo ocasionaba me ponía más tensa y nerviosa aún.
No había llamado.
Tampoco me había mandado algún mensaje.
Y yo, yo soy demasiado cobarde como para hacer alguna de las cosas antes mencionadas.
Mi desespero era tal que mis uñas sufrieron las consecuencias de mi ansiedad por verlo entrar por la puerta.
Esta distancia duele, hace daño.
Me hunde en una soledad malsana y destructiva.

Samantha: ¿Que hago?
¿Que hago?

¿Llamar a alguno de sus amigos?

Samantha: Pero no conozco a ninguno excepto, Matthew...
Pero no tengo su número..
Agh!

Revolví mi cabello con frustración.

Samantha: Supongo que tendré que salir a buscarlo, no?

La pequeña yo en mi cabeza asintió con semblante serio.
Tengo que arreglar lo que arruine.
Tome mi teléfono y las llaves de la casa y salí en busca de mi chico.
Apenas puse un pie fuera de casa el viento helado golpeó mi cara, sobe mis brazos para calentarlos un poco.

Samantha: Debí abrigarme..

Me lamente en voz baja.
¿Dónde se supone que debo buscarlo?
Es un pueblo pequeño, ventaja.
Pero no conozco ni a la mitad de esta pequeña población, desventaja.
Solté un suspiro y me encamine hacia mi destino aún desconocido.

Mire hacia todos, ni un auto, ni un alma,nada...
El pueblo sin vida, así lo llamaré de ahora en adelante.

Una gran gota de lo que parecía ser agua cayó en mi mejilla, luego otra en mi brazo y muchas más en mi cuerpo.
Alce mi mirada al cielo, nubes grises..

Samantha: Ah, lo que faltaba!
¡Gracias vida! ¡Gracias, por ser tan justa conmigo!

Grite fuertemente con sarcasmo a la nada, mientras las gotas de agua empapaban mi ropa y cabello.

No había salida, no tenía otra opción que acudir a ella.
Ana.

Camine con dificultad debido al pasto y tierra mojada hundían mis pies y me era casi imposible caminar con normalidad.
Me diriji al único lugar que recuerdo del día en que ella me dió un pequeño "paseo turístico por este pueblo" comento que lo visitaba la mayoría del tiempo.
Así que no dudo que esté allí ahora.
Llegué casi arrastrandome al pequeño y oloroso bar.
Se oía a kilómetros la risa de los borrachos y el choque de sus vasos llenos de la más clandestina y fuerte cerveza.
¿Cómo podía una mujer estar en lujares como este?
Sin permiso o miedo alguno abrí la gran puerta de madera.
Todos esos grandes y malolientes hombres dejaron sus acciones solo para mirarme.

Ana: ¡Tranquilo conosco a la empapada y desaliñada mujer!

Exclamó ella con burla mientras se dirija hacia mi, recibiendo bufidos y quejas en respuesta, el tener una cara nueva pisando el mugriento lugar no les agradaba.

Ana: ¿Vienes por más?

Sonrió ladina, me contuve mucho,demasiado, fue casi un milagro el que no me haya abalanzado a ella para golpearla.
Otra vez...

Samantha: No vine a pelear, bien?
Vi-vine para...

¡Es tan vergonzoso pedirle ayuda a tu peor enemiga!

Ana: ¡Vamos, dilo!
No dejes que los muchachos te intimiden..
Viniste a darte por vencida y...
Samantha: Vineapedirteunfavor.

Solté de una vez.
Ella se mostró sorprendida al principio pero luego sus facciones se alargaron para burlarse de mí, una vez más.

[•AMANTE•] ||CHRISTOPHER VÉLEZ||Where stories live. Discover now