Eso no me lo esperaba

871 66 17
                                    

Lo odiaba. Odiaba los conciertos de esa manera tan fría en la que por mucho que buscara su mirada no la encontraba por que me la evitaba constantemente. Me sentía tan sola en medio de toda esa gente que nos miraba con lupa, que gritaba "Warmi" cada vez que nos tocaba cantar algo juntas buscando crear complicidad entre nosotras que parecía no existir.

Me apoyé en el tocador dejando que las lagrimas se deslizaran por mis mejillas lentamente. Puta Mimi Doblas.

La puerta sonó sacándome de mi trance, me sequé las lagrimas rápidamente.

- Adelante

Al ver a mi compañero de edición acompañado de su mujer entrar en mi camerino una sonrisa se hizo cargo de mis labios.

Juan Antonio había sido siempre la persona que más apoyo nos había dado a cada uno, daba igual cuando que el estaba para promocionarnos o para llamar mínimo una vez al mes simplemente para asegurarse de que estabas bien. Era imposible no quererle. Su mujer, Zaira, era una persona muy parecida a el.

Aun en su abrazo suspiré, sin poder evitar sentirme un poquito más cerca de casa.

- Pero Anita que guapa - me miró de arriba a abajo una vez nos soltamos

- Ay Juanan - sonreí quitándome las lagrimas de los ojos, que además de la tristeza interior tambien era de emoción

- Hemos venido a decirte que os invitamos a cenar - sonrió su mujer

De nuevo ese pinchazo como cada vez que hablaban de ella.

- ¿Ya la preguntaron? - musité

- Íbamos a ir ahora contigo, ella siempre ha sido más tardona cambiándose - rió mi compañero - ¿hay algún problema? - preguntó mirándome, como intuyéndose que algo pasaba

- No se si va a querer - reconocí bajando la cabeza

- ¿Como no va a querer? - dijo Zaira pasando un brazo por mis hombros - Venga cariño recoge que te esperamos fuera, mientras vamos a avisarla a ella - me guiñó un ojo

Era realmente adorable esa chica pero no, ella no vendría, lo sabía de sobra que no sería capaz de pasar una cena conmigo delante.

Recogí lo que me quedaba lo más lentamente que pude, como intentando evitar que llegara el momento de salir ahí fuera para enfrentar la realidad de que no querría venir.

Mi sorpresa fue cuando tras la puerta me la encontré charlando animadamente con Juan Antonio sobre no se que pero realmente feliz.

- Anita ¿ya estás? - sonrió el en mi dirección

Su mirada se cruzó con la mía milésimas de segundo pero lo justo como para ver que no podía mantenermela.

- Si - sonreí falsamente

- Entonces vamos, que tenemos que contaros algo importante - espetó Zaira

El camino en coche fue ameno ya que ellos iban dándonos conversación a ambas por separado, lo incómodo era estar cada una en una punta de los asientos de atrás. Al llegar al restaurante rápidamente nos asignaron una mesa en la planta de arriba, bastante apartados de los demas, cosa que realmente se agradecía para evitar interrupciones. Cuando ambos se sentaron juntos como matrimonio que eran miré las dos sillas que había frente a ellos, debía sentarme ahí, a menos de medio metro de ella. Elevé mi mirada que se encontró con la suya, esta vez más tiempo, hasta que decidió sentarse sin importarla nada más, asi que la imité.

La cena transcurrió con normalidad, de vez en cuando había algún silencio incómodo que Zaira solía encargarse de romper con alguna anécdota o Juan Antonio con algún remember de la academia.

Nuestro momentoWhere stories live. Discover now