||Capitulo 6

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MENCIONES.
Kusu. Hija mayor del gran sacerdote. Delegada del décimo universo.

Me consta que el Sumo sacerdote media la fuerza de sus hijos dando la victoria a Vados. Ahora Whis tendría que esforzarse cada día más y así probar de nueva cuenta suerte.

—Si de fácil fuera subir el nivel de sus universos —tomó un toque humorístico el consejero.

Durante ese par de años, Whis acompañaba al dios en camino a la destrucción con almas que no se opondrían.

Varias veces Meerus se insistía a mantenerse a la distancia de la patrulla, tanto que no seguía sus consejos. Daba la media vuelta y miraba atrás quedándose un poco más. Cuando dio en definitiva la respuesta y que no importaba si moría en palabras mortales, tendría que llenar ese instinto que no le deja en paz.

Fue tan sencillo tomar la decisión que a un inicio fue divertido. El gran consejero insistía que podría tratarse de un afán, así como los tantos que tenían otros ángeles. Whis, el amor a la comida. Kusu al baile. Podría mencionar más, pero no es el punto. Lo que sí aseguraba es que podría encontrar la forma para que no afectará y perdiera un ángel.

—Salta, salta.

—Señor, debemos medir el balance universal.

—¿Puede ser más tarde?

—Le daré más tiempo.

Las cosas iban con altas y bajas. La Policía adquirió un nuevo nombre "Patrulla Galáctica". Eso le iba mejor, con más reclutas y pasión, además de una danza vergonzosa. Entre las bajas un día de aquellos, salió una nueva amenaza que absorbió al gran kaioshin. Uno de los mejores recuerdos de Meerus fue conocer de vista al que actualmente es el kaioshin, torpe e inocente. Parecía un muñequito de colección.

—Ese de allá es Shin, es pequeño, pero aprenderá.

La peor de las tragedias fue perderle, pero eso no le quitó el ánimo y digamos que ocurrió lo contrario. No sólo un nuevo nombre a la policía, también los mortales no duraban para siempre con eso la llegada de un nuevo rey. Los registros nunca los guardaron, una fortuna para no decir tiempo dentro.

En una de las misiones de los patrulleros pudieron notar como una pequeña nave se acercaba a la tierra poniendo en alerta al cuartel general.

—Usted llamo a su mejor hombre —, fue lo que alcance a escuchar del primer dialogo del patrullero treinta y cuatro—. Eso significa que usted tiene una misión importante.

—Si, tú debes dirigirte inmediatamente al planeta Tierra. Un proyectil fue enviado ahí desde el planeta Vegeta.

—¿La Tierra?

El rey de la Vía láctea dio una pequeña explicación sobre el planeta y la raza que habitaba el planeta Vegeta. Ya sabemos que este agente de elite alardea mucho, pero es de buen corazón. Antes, preparo todo haciendo una breve investigación y preguntando si era posible el poder exterminar la raza humana si no eran dignos de ser protegidos por la patrulla galáctica. No se lo negaron, pero le solicitaron que llegara antes y diera uno que otro rondín. Cuando salió, dos de los agentes hablaban entre ellos.

—¿Por qué dejo que Jaco se haga cargo de esta misión?

—Este no es un planeta importante, los reyes galácticos lo llamaron porque no hay nada que perder.

Al encontrarse cerca del planeta, ya solo faltaba dar aviso de su hallazgo. Yo digo que era poco cuidadoso para no aceptar la torpeza, pero el chocar con la luna demuestra que tanta torpeza tiene. En fin, perdió comunicación con sus compañeros. En pocos días tenía que hacer entrega de una película, por lo que debía volver pronto. Regreso a los pocos días, la Tierra seguía tranquila mientras el planeta Vegeta fue destruido.

NovatoWhere stories live. Discover now