21. (parte 1) ALGO NUEVO DE QUE HABLAR

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Vale, tenía que dejar de verme en estas situaciones donde acababa besando a alguien para demostrarle algo a otro alguien. Era un tanto desconcertante.

Riley presionó sus labios sobre los míos y me sujetó por la espalda para que no me moviera demasiado. Tampoco tenía de que preocuparse porque de la impresión me había quedado paralizada. Yo no le devolví el beso principalmente porque aquel no era el lugar para hacerlo.

Así que al cabo de no mucho se separó lentamente de mí y después se giró hacia los que se habían reído.

-Ya tenéis algo nuevo de qué hablar.

Dicho esto, me agarró de la mano y me llevó fuera de la vista de todos, al mismo callejón donde yo había hablado esta mañana con mis amigos. Una vez allí, me soltó del agarre y se colocó enfrente de mí algo más serio, podía ver por su expresión que se estaba debatiendo en que decir a continuación

Yo me quedé callada porque tampoco sabía que comentar. Por un lado, me había tomado completamente por sorpresa porque no imaginaba que Riley pudiera ser tan impulsivo como yo, y hacer eso. Por otro, no había estado mal... pero no sabía qué hacer. Estaba... confusa.

Al final acabé hablando yo porque el pobre parecía querer que la tierra se lo tragara y me hizo sentir mal.

-Riley, no pasa nada, no me ha molestado-dije para tranquilizarlo-Solo es que me ha sorprendido, pero sé por qué lo has hecho. Está bien.

Él había pretendido ayudarme.

-Sí que pasa-se quejó-lo he arruinado todo, toda la mañana pensando en cómo hacerlo y, ahora voy yo y me pongo a hacer cosas impulsivamente cuando ni siquiera es mi estilo, ¿de que me ha servido pensar tanto y planear?

Fue bajando el tono poco a poco como si estuviera razonando consigo mismo en vez de hablarme a mí, lo que me hizo perder el hilo de lo que estaba diciendo.

- ¿Riley?

Oír su nombre pareció sacarlo de su ensoñación porque dejó de murmurar y volvió a mirarme a la cara.

-Lo he arruinado todo porque no quería que nuestro primero beso de verdad fuera así-acabó confesando del tirón.

Oh, vaya.

Estaba segura de que me había quedado con la boca abierta como una estúpida. ¡Pero es que no esperaba que me dijera esto justo ahora! Antes me había quedado claro que sentía algo por mí, sin embargo, pensaba que lo dejaría correr como la otra vez. Parece ser que se había cansado de estar esperando en la sombra.

¿Y ahora yo que hacía?

-Lo había imaginado todo de otra forma-continuó al ver que yo no decía nada-había imaginado que hablábamos, te compraba el helado, tú te manchabas un poco la cara con helado, pero eres tan perfecta que no te has manchado. Entonces yo me acercaba a ti y te lo comentaba-dio un paso hacia mí-pero no podías limpiarte y yo acercaba la mano a tu mejilla para hacerlo por ti.

Mientras me iba soltando este discurso iba haciendo los mismos gestos, levantó la mano y me rozó suavemente la comisura de la boca, provocando que me recorriera un escalofrío de arriba abajo.

Mi reacción primaria fue dar un paso hacia atrás al ver que se acercaba. Menos mal que en el último momento me contuve, le habría hecho daño.

-Y aprovechaba esa excusa para acercar mi cara a la tuya-se pegó más a mí-entonces desplazaba la mano-la puso detrás de mi cuello con delicadeza-y ya tenía el escenario creado para besarte. Así.

Acabó de recortar la distancia hasta que su cuerpo tocó el mío y se inclinó hasta que nuestros labios casi se rozaron.

Había conseguido crear una escena muy romántica y lo había hecho despacio, para que yo lo frenase si me sentía incómoda, pero yo no lo había hecho. Es más, ahora mismo podría apartarlo de mí y acabar con esto.

No será la última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora