Temperamental

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Gaara no podía descuidar sus labores como Kazekage de la aldea de la arena y Rock Lee lo sabía muy bien, pero llevaba meses sin dar señales de vida y Gaara no lo soportaba más, no estaba tranquilo imaginándose a Lee con alguien más.

El Kazekage de Suna era un hombre al que había que temerle, no solo por su aspecto frío e intimidante, el sujeto podía resultar ser bastante aterrador.
 
Sentía unas ganas insaciables por ver al amo del taijutsu, debía de tenerlo, tenía que hacerlo y Lee lo sabía bien, por ello Gaara no lograba comprender que era aquello que estaba ocupando todo el tiempo de Rock Lee.
 
En ese instante poco le importaban las formalidades de anunciar su visita a Konoha, estaba listo para emprender su viaje hacia la aldea de la hoja, encontraría a Lee en donde fuera que este.
 
Pero grande fue su sorpresa cuando observó la figura de Rock Lee entrar por la puerta de su oficina.

 — ¿Gaara? — Lee se hallaba parado frente al escritorio del Kazekage de Suna. 
 
El pelirrojo le miraba con furia infinita pero no salía palabra alguna de su boca y eso estaba asustando al amo del taijutsu.
 
 — Gaara dime algo por favor
 
Ambos llevaban casi un año de relación, al inicio todo era de lo más lindo, Rock Lee siempre fue muy afectivo con el pelirrojo y a Gaara no parecía molestarle en lo absoluto, muy por el contrario, se había vuelto dependiente de esas muestras de afecto por parte de Lee, las necesitaba para mantenerse tranquilo. Por eso le había exigido a Rock Lee escribirle todas las semanas y visitarlo por lo menos una vez al mes sin falta. 
 
Rock Lee llevaba dos meses sin escribirle y sin visitarle.
 
 — ¿En dónde estabas? — a Rock Lee le dio escalofríos la voz de Gaara, ahora se arrepentía totalmente de haberle pedido que dijera algo.

 — Estuve en una misión — respondió tratando de sonar tranquilo
 
 — ¡¿Y SE PUEDE SABER PORQUE NO ME LO DIJISTE?! — gritó explotando en furia, el pobre escritorio sufrió el duro azote que el Kazekage le había dado con las manos

 — Lo-o siento mucho — dijo Lee atemorizado por el estallido del pelirrojo 
 
 — ¡MENTIRA!
 
 — No estoy mintiendo
 
 — ¡CLARO QUE SI!
 
El pelirrojo dejó su escritorio de lado y se aproximó a escasos centímetros de Lee, asechándolo como una bestia salvaje a una presa.
 
El pobre pelinegro estaba temblando de miedo, parado con las manos pegadas a su cuerpo trataba de no hacer nada para que el pelirrojo no terminara de desatar su furia.
 
 — Estuviste dos meses sin escribirme, ¡DOS MALDITOS MESES!
 
 — Perdóname por favor — Lee estaba apunto de llorar, no podía soportar tanta presión. 
 
Rock Lee comprendió desde un inicio que su relación con Gaara sería muy difícil, no solo porque ambos eran de aldeas distintas y Gaara tenía un temperamento muy fuerte, sino también por que Gaara era un hombre muy celoso y posesivo. 

 — ¿De verdad quieres que te perdone? 
 
 — Sí 
 
Gaara lo tomo del cuello y lo arrastró hasta estamparlo sobre su escritorio. 
 
 — ¿Como carajos crees que me he sentido todo este tiempo?
 
Los cambios drásticos en Gaara era más que peligrosos. Estaba tratando de contenerse pero no estaba funcionando muy bien. 
 
 — ¡¿Porqué no me escribiste?! ¡¿Porque no viniste a verme?! 
 
Gaara necesitaba saber que Lee lo amaba, que Lee lo necesitaba igual que él. Necesitaba esas palabras de afecto y amor por parte del pelinegro, eran como una droga a la cual se había vuelto adicto. 
 
 — No pude
 
 — ¡¿Porqué?! 
 
 — Estuve en una misión muy peligrosa 
 
 — ¡¿Con quien fuiste?! No te atrevas a mentirme diciendo que fuiste solo porque sé que no estuviste solo, quiero saber con quien has estado todo este tiempo 
 
 — Fui con Tenten
 
Gaara lo soltó azotándole nuevamente contra el escritorio, el pelirrojo se tomaba de los cabellos con la mirada loca perdida en todos lados, Lee sabía lo que estaba pensando.
 
 — Estuviste solo con esa mujer... Solos los dos — dijo en un susurro
 
 — Sabes que ella es mi mejor amiga 
 
 — Ella quiere estar contigo, no soy estúpido, puedo ver muy claras cuales son sus intenciones, desde que murió Neji ella se ha pegado mucho a ti
 
 — Eso no es verdad, a todos nos afecto la muerte de Neji
 
 — Cállate no quiero oírte 
 
 — Por favor Gaara 
 
 — ¡DIJE QUE TE CALLARAS!
 
Ambos se quedaron en silencio, Rock Lee se levantó del escritorio y Gaara caminaba de un lado a otra tratando de contenerse para no asesinar a Lee.
 
De un momento a otro Gaara se detuvo frente a Lee mirándolo con expectativa, como si acabará de descubrir algo. Solo bastaron un par de movimiento de manos y la arena se condujo agresivamente capturando a Rock Lee.
 
La arena apretaba con fuerza al pelinegro que ahogó un par de gritos de dolor.
 
Gaara estampó una gran cantidad de arena sobre la puerta cuando sus hermanos intentaron ingresar a su oficina.
 
 — Escúchame bien Rock Lee — dijo mientras se acercaba a él apretando más el agarre — Te quedaras en Suna el doble de tiempo que no supe nada de ti y escribirás el doble de cartas que no me enviaste y si tratas de escapar te romper ambas piernas para que no puedas ir a ningún lado ¿entendiste? 
 
 — No me puedo... Agh... quedar tanto tiempo — respondió entre quejas de dolor
 
 — Claro que puedes... — le susurró al oído — Yo le escribiré a Tsunade y ella te dará el permiso 
 
 — Gaara me... duele 
 
El pelirrojo soltó la arena y esta desató a Rock Lee que callo al suelo retorciéndose del dolor. Estando en el suelo se sintió como un pequeño insecto al ver a Gaara parado frente a él con esa mirada lúgubre y oscura sobre su rostro 
 
 — Nunca podrás huir de mí Lee, eres mío, te lo dije desde el comienzo
 
Gaara se puso de cuclillas para estar un poco más cerca de Lee que seguía tirado sobre el suelo.
 
Gaara acarició con suavidad una de las mejillas de Lee secando las lágrimas que habían empezado a correr por ellas 
 
 — Respóndeme Lee, ¿Siempre me vas amar? ¿Solo a mí? 
 
 — Si Gaara, siempre te amaré, solo a ti — respondió con temor y nerviosismo mientras aceptaba la suave caricia en su mejilla 
 
 — Bien

No importaba a donde fuera Lee, era muy consiente que no podría ser feliz, que jamás podría estar con nadie más, solo podía amar al Kazekage de Suna.
 
Sí, Rock Lee siempre lo iba amar, aunque no quisiera, lo amaría por las buenas o por las malas.
 
 

One Shots ~ GaaLeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora