[✓] Polos Opuestos; Jarli

22

↳C A P I T U L O  22: solo tu.

Josh Richards;

—Dime lo que me tengas que decir —digo con un tono calmado.

—Josh, debes entender —susurro.

—¿Entender que? Charli, nunca había sido tan bueno con alguien, y justo ahora que lo soy tu decides confiar en lo que la gente especula de mi.

—Entiende que me es complicado confiar en un chico, sobre todo después de saber que no todo lo que dicen es falso —agacho la mirada.

—Lo se, pero nosotros no somos como el resto.

—No me importa el resto, me importas tu.

—También me importas Charli. Lo único que te pido es que confíes en mi.

—Lo hago —me miró— Pero el problema no es solo lo que dicen de ti.

—¿Y que otro problema más hay? —acaricie su mejilla.

—Mis inseguridades. —agachó la cabeza.

¿Que clase se inseguridades puede tener una diosa como ella? Es un Ángel caído del cielo.

—¿Cuales inseguridades? Nunca me hablaste de ellas —frunci el seño con confusión.

—De no ser suficiente —una lágrima recorrió su mejilla, pero rápidamente la secó.

—¿De no ser suficiente que? —tome su mentón obligándola a mirarme.

—Hermosa —me miro.

—Charli, no seas ridícula, cualquiera que te mirara se daría cuenta de lo hermosa que eres. Si me enamore de ti no fue solo por tu excesiva belleza, si no por tu hermosa forma de ser, lo que diga el resto sobre nosotros es lo que menos me importa —deposite un corto beso sobre sus labios.

—Te quiero mucho —unió nuestras frente.

—Yo también —pegue mis labios a su frente.

(.....)

Alguien tocaba con desespero la puerta principal, me fijé en la hora y ya estaban por ser las cuatro de la mañana. ¿Quien mierda viene a esta hora?

Sentía un peso en mi pecho, al mirar estaba Charli plácidamente dormida, su mano en mi cintura simulando un abrazo. La moví delicadamente y la acomode en la cama, la cubrí con una manta y me dispuse a bajar las escaleras.

Los golpes no paraban y no quería que....el que sea que esté tocando la puerta, fuera a despertar a Charli o a los chicos con sus fuertes golpes.

Baje las escaleras y ya era tarde, los chicos estaban frente a la puerta, Jaden con su mano en la perilla apunto de girarla.

—¿Que haces aquí? —fue lo primero que dijo Jaden al abrir la puerta, su rostro había pasado de sueño a enojo.

Sin duda alguna era alguien muy odiado por nosotros como para que Jaden reaccionara de esa forma. Los puños de Anthony estaban empujados y asiento presión, nunca vi a Anthony pelear, pero tampoco era la idea que se pusiera a pelear a las cuatro de la mañana.