ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]

Capítulo 40

Jungkook tomo la mano de Jimin mientras subían las escaleras del edificio de ayuda social, caminaron por los pasillos en silencio, esos que tantas veces antes habían recorrido, con una hermosa sonrisa en sus caras que pocas veces le habían dejado ver a sus compañeros de terapia. Era el último día antes de finalizar el tratamiento psicológico al que allí acudían y aunque no les había ayudado tanto como hubiesen querido al menos les sirvió para conocerse, para entenderse y por sobretodo para enamorarse.

A diferencia de otras veces ese día el sol brillaba sobre un cielo totalmente azul. Reluciente y apaciguado, mientras las nubes se movían con una lentitud casi vaga. La luz que entraba por las ventanas de la sala en la que se reunían todas las semanas dejaba que las pequeñas motas de polvo reluciesen en el aire con cada rayo de sol que se colaba y posaba en los alfeizares.

—Bueno — hablo la psicóloga — Me alegra que todos hayan llegado hasta el final, unos mejor y otros peor pero todos con la certeza de que lo han intentado y eso es lo que realmente cuenta. La actitud es uno de los pasos más importantes y ahora tenéis el impulso para seguir adelante cada día.

Jungkook miro a Jimin alzando sus cejas y este no pudo evitar dejar escapar de sus labios una pequeña sonrisa mientras posaba su mano sobre la rodilla de su novio. Mirando al pasado jamás creyó que lograría a llegar a hasta el final sin abandonar en el intento. Lo cierto es que ninguno de los dos pensó que llegaría hasta el final de esa dichosa terapia para ser exactos, al inicio la única cosa que tenían en común era que ambos habían acudido allí para complacer a personas cercanas a ellos, Jungkook debido a sus padres y Jimin por petición de su hermano. Casi un año, se habían conocido en otoño cuando las primeras tormentas cubrían de lluvia las calles de Seúl y los colores rojizos bañaban los campos, ahora comenzaría el verano con el sol ardiente, la calor casi acosadora, el viento cálido y las mañanas de amaneceres adelantados. Había pasado casi un año completo desde que se encontraron por casualidad en ese lugar. Casi un año desde que ambos se sumieron en una amistad que iba más allá de simples carcajadas y momentos felices. Casi un año desde que aprendieron a vivir, con problemas, adversidades y diferencias pero con más ganas que nunca por despertarse cada mañana.

—¿Realmente nos ha servido de algo? — le susurró Jungkook — Yo soy un poco menos suicida porque quiero disfrutar de la vida a tu lado. Y tú un poco menos miedoso debido a que cruzas la línea de tus propias fobias con el único objetivo de lograr tener una vida normal, sin panicos absurdos.  — hizo una pausa — Pero ella no ha sido la clave para que empezásemos a cambiar. Nosotros mismos lo fuimos. Somos nuestro propio cambio bebé.

—Venir aquí nos ha regalado muchas cosas Jungkook — le contesto Jimin mirándolo a los ojos — Gracias a esta terapia nos conocimos y aunque es cierto que la psicóloga no ha ayudado en gran medida si nos ha dado algunas claves para animarnos a dejar aquellos aspectos de nuestra vida que nos complicaban el vivir con un equilibrio sano.

Jungkook estuvo a punto de contestar pero prefirió callar pues estaba de acuerdo con cada una de las palabras que habían salido de la boca de su novio. Le guiño un ojo y se giró hacia la psicóloga quien todavía permanecía hablando de algunos de los progresos que muchos de los asistentes a la terapia habían echo.

—Sé que muchos pensareis que no os he ayudado en nada — afirmo — pero si queréis mi opinión creo que yo no debo ser la que os facilite el camino o de lo contrario no lograréis salir por esa puerta y manteneros totalmente fuertes. Me gusta considerarme como la persona que os ha empujado a reflexionar, a intentarlo o dar los primeros pasos lejos de vuestras fobias. ¿Qué clase de profesional sería si desde el primer instante os hubiera solucionado la vida? Eso sólo duraría un par de días , quizás menos — hizo una pausa mostrando una pequeña sonrisa mientras sus desordenados rizos marrones se esparcían por sus mejillas cada vez que miraba algo en su libreta — Podéis compararos con esos alumnos que toman un examen de varios temas, están los profesores que puntúan la memorización, los que permiten las trampas y los que prefieren puntuar el aprendizaje junto con la actitud. Yo puntuó lo que os servirá en la vida, cada parte de esta terapia ha sido un pequeño detalle que os ayudará a solucionar ciertos conflictos en el futuro.