C2- Él volvió

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Los siguientes días se la pasaron preparando todo para el festival.
Tsunayoshi no podía evitar pensar que algo muy raro le pasaba a Hayato por su actitud de hace unos días atrás.
Lo peor fue que Reborn le contó que invitó a Nono al festival con la excusa de que el Noveno era de su familia.
Lo que no sabía era que Nono le contó a Xanxus y obviamente los Varia escucharon.
Ninguno le dio importancia, excepto por cierto rubio que iría allí para ver a su contraparte y fastidiarlo.
Mientras, nuestro querido peli plata anduvo paranoico, pero trataba de disimular con su rutina de siempre.
Aunque claro que eso solo hacía sospechar más, porque incluso Kyoya y Mukuro se preguntaban por qué el chico parecía una bomba de tiempo andante (más de lo normal), lo peor era que ni Bianchi ni Shamal estaban en Japón como para preguntarles, después de todo eran los que más conocían a Hayato.
Incluso P-Shitt había contado que el peli plata andaba tan distraído que ni siquiera se emocionó cuando ella quiso hablarle sobre los UMA.

Día del festival....

Por fin había llegado el momento.
La escuela de Namimori estaba repleta.
El comité de Disciplina y el de Limpieza estaban como jueces para vigilar que todo estuviera en orden.

Con nuestros protagonistas

El café estaba ganando popularidad.
Pero aun así había integrantes de este lugar que estaban un poco asustados.
Uno de ellos era Tsunayoshi Sawada.
Al principio estuvo tranquilo, pero con el correr del tiempo comenzó a preocuparse más y más.
Enma estaba igual, Takeshi y las chicas también.
Hayato se movía con una enorme gracia en esa ropa de maid, no había renegado de nada en toda la noche y ni siquiera había tratado de volar a un tipo que le tocó el trasero.
Simplemente preocupante y terrorífico para ellos.
En cierto momento Takeshi, siendo un mesero, estaba terminando de entregar unos pedidos cuando vio a cierto integrante de Varia entrar al lugar.
Rápidamente fue hasta Tsuna a avisarle.

-Hey Tsuna-susurró Takeshi.

-¿Qué sucede? - pregunta el castaño.

-Vi a Belphegor- dice él con una sonrisa nerviosa.
Tsuna palideció, si Hayato se llegaba a encontrar con el rubio, era probable que algo pasara.
Así que decidió buscar a Bel y al encontrarlo se estaba por acercar a su mesa, pero Hayato ya había ido donde el rubio.

-¿Qué haces aquí Belphegor?-pregunta Hayato con el ceño fruncido y colocando una mano en su cintura.
En la distancia el resto de la décima generación, tanto Vongola como Simon, suspiraron de alivio al ver al peli plata en su carácter original.

-Ushishishi, quería saber si lo que el Noveno decía era verdad-dice el rubio con una sonrisa.
No llevaba su uniforme de Varia, sino que unos jeans medio ajustados, una camisa rojo sangre y una campera de cuero, además de su siempre confiable tiara de plata y su anillo Varia.

-Bueno, si ya estás aquí dime de una vez qué quieres para que te largues-expresa el ojiverde sacando la libreta para anotar.

-Ushishi, esa no es la forma en la que habla una sirvienta-se burla el rubio.
Belphegor esperaba que el contrario explotara y le cantara las cuarenta.
Pero en su lugar pudo ver como este tembló por un segundo para después ponerse rígido.

-Lo siento señor, ¿qué es lo que desea? - dice Hayato con tranquilidad en su rostro.
Belphegor, aunque no se notara, alzó una ceja por ese comportamiento.

-Un café está bien-dice Bel con tranquilidad, Hayato anota y hace una reverencia para buscar el pedido.
Pero la tormenta Varía en ningún momento dejó de analizar a su contraparte Vongola.
Cuando Hayato cambió radicalmente de humor, notó como sus ojos dejaban de brillar y su mirada parecía perdida.
El venía de la realeza por lo que sabía cómo actuaban los mayordomos y mucamas y al parecer el peli gris tenía experiencia.
Sería normal si le dijeran que ese chico no pertenecía a la mafia y que había trabajado.
Pero como la cosa no era así, sabía que algo podría haberle sucedido, después de todo, dudaba que los Gokudera lo hayan tratado de sirviente.

-"Algo raro pasa aquí" - piensa él, y luego ve a los compañeros del peliplata y Simon que tampoco le despegaban la vista a la tormenta- "Y no soy el único que lo notó".

Más tarde...

Ya el festival había acabado, sorprendentemente nada sucedió fuera de los estándares de normalidad.
Incluso Kyoya y Mukuro no pelearon.
Llegó el momento en el que todos debían volver a sus casas.
Hayato hace unos segundos que se había separado de Takeshi y Tsuna, solo para emprender el camino hacía su departamento.

-Sal ya-dice Hayato con irritación.

-Ushishishi no eres tan despistado-dice Belphegor apareciendo.

-¿Qué quieres? - dice el peli plata.

-¿Acaso un príncipe no puede acompañar a un plebeyo? - dice y hace una pose de indignación.
Hayato solo chasquea la lengua pero no dice nada.
Belphegor tomó eso como un "camina ya antes de que te explote".
Ninguno de los dos se dijo algo, pero había un poco de tensión en el aire.
Hasta que Hayato decide romper el silencio.

-¿De verdad viniste solo para molestar? - pregunta.

-Ushishi también estaba aburrido ya que no tenía ninguna misión y se me antojo sushi-dice el rubio con tranquilidad.
Luego de esa pregunta, la tensión se fue y comenzaron a hablar como personas normales.
Si alguien los viera no creería que esos dos adolescentes batallaron a muerte.

-¿Por qué no llevas tus anillos? - pregunta el rubio deteniéndose, unos pocos metros adelante estaba el apartamento del peliplata.

-¿De qué hablas? Si los tengo puestos-dice y levanta sus manos, mostrando, que efectivamente tenía los anillos.
Bel se muestra un poco asombrado.

-Ushishi me pareció que no los llevabas-comenta desinteresadamente él.
Hayato se pone un poco nervioso.

-Bueno, no se si buscás pelea pero adios friki de la realeza-dice Hayato y se va a paso tranquilo.

-Adiós plebeyo-dice el rubio con su típica sonrisa, pero por dentro no pasó desapercibido el nerviosismo del menor.
Llegaría al fondo de eso costara lo que costara.

Mientras con Hayato

Luego de "despedirse" de Belphegor.
Hayato apuró el paso hacia su departamento.
Al llegar, abrió la puerta apresuradamente y tras entrar, la cerró con llave al mismo tiempo que sentía como lo abrazaban por la espalda mientras que los anillos en sus manos desaparecían.

-Hola Haya-chan, bienvenido-dice él que lo tenía abrazado.

-Siento hacerte esperar-se disculpa él, su expresión era lastimera y sus ojos reflejaban tristeza.

-Tranquilo querido-dice el hombre dándole la vuelta para que ambos quedaran cara a cara- Pero dime ¿quién era ese? - pregunta con un tono grave e irritado.
Uno que hizo que Hayato temiera y que siguiera con su "juego".

-Solo un compañero que me molestaba, nada más-dice él, sus ojos ya no reflejan tristeza, sino que ahora volvían a ser vacíos.
Entonces sintió como era levantado por la cintura y lo llevaban hasta su cama.

-Entonces... Recuperemos el tiempo perdido-dice el tipo y une sus labios con los de Hayato.
Mientras, al lado de la cama en la mesita de luz, se encontraban el anillo Vongola de la tormenta y también los que activaban el sistema CAI.
Todos colocados en una cadena Mammon.

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VADA: Como dije antes, Bermuda no estará asique de ahora en adelante me acompañará..... - redoble de tambores

FRAN: YOOOO-dice nuestra querido ilusionista con sombrero de rana y su tipica cara de poker.

VADA: Fran me ayudara a tratar de no saltar por la ventana con cada capitulo que escriba-dice sonriendo de forma nerviosa.

FRAN: Ademas quiero ver como Bel-sempai resuelve esto-dice el peliverde.

La tempestad en mi memoria Where stories live. Discover now