C8- Sangré...

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Le dolía todo el cuerpo, lo último que recordaba era haber estado con Belphegor y que luego los habían atacado.
Trató de habrir sus ojos pero algo se lo impedía.

-¿¡Pero qué!?-gritó cuando intentó mover sus manos pero no pudo, ya que estas se encontraban atadas con cadenas y una especie de esposas que le cubrían ambas manos.

-Ohh querido, despertaste- no necesitaba ver para saber quién era- Sabes… No podrás liberarte, esas son las cadenas inventadas por la arcobaleno pero potenciadas con un material especial que me quedó de mis viejos amigos, los Estraneo- dice Daniel.

-Sueltame de una vez…-exige Hayato.
Los dos se encontraban en una habitación especial insonorizada y el peliplata estaba atado en la cama.

-O no querido-dice Daniel sentándose al lado del cuerpo de Hayato y comienza a acariciarlo por encima de la ropa- Primero tú debes pagar por desobecerme y ellos por cambiarte.

Eso último dicho encendió las alarmas en Hayato.

-¡DÉJALOS! ¡ELLOS NO TIENEN NADA QUE VER!-grita él-¡TÓMAME SI ES NECESARIO PERO NO LES HAGAS NADA!

-Ay querido Hayato-dice Daniel con una sonrisa escalofriante-Sí te tomaré, pero no prometo nada sobre lo demás-dice y comienza a desabocharse la camisa.
Mientras, el peliplata comenzaba a temblar de furia y miedo.
Rogándole a quién lo escuchará por que su familia estuviera bien.

Con Belphegor…

El rubio había tratado de liberarse con sus llamas, pero al hacerlo se percató de que eran las cadenas hechas por Mammon, pero al parecer mejoradas ya que estas absorbían de a poco sus llamas.

-Si Mammon se entera reclamará derechos de autor-piensa en voz alta.
Cuando descubrió lo de las llamas entendió el por qué la plebeya del veneno y el plebeyo de los mosquitos no habían podido liberarse.
Después de todo, podría tratarlos como plebeyos, pero reconocía que sus habilidades eran fuertes e interesantes y sabía que estaban vivos porque se notaba que respiraban.
Comenzó a buscar algún tipo de cerradura o algo así hasta que en un momento la tiara de su cabeza cayó frente a él cuando se movió.

-Kaching… ¿Cómo no lo recordé antes?-dice él con una mueca y como puede sostiene la tiara con sus dientes y hace presión en un interruptor que sacó dos pequeños cuchillos a cada extremo del adorno.

Esos dos eran diferentes a los que habitualmente usaba.
Mammon se los había regalado en "agradecimiento" por haberle ayudado a ganar la lotería.

Como pudo se dirigió a sus manos y comenzó a frotarlos contra las cadenas, hasta lograr que una se rompiera liberando un brazo, el que tenía su anillo para ser exactos. Y gracias a eso liberó a Mink y este lo ayudó a liberarse de las cadenas restantes.
Cuando se dirigió a intentar liberar a los otros dos, escuchó un gran alboroto afuera.

-Ushishi, al parecer ya vinieron-dice él y se apresura en su labor.
Justo cuando había terminado la puerta de la celda se rompe mostrando a Fon que venía con Ken, este último fue quien olfateó su olor.

-Ayuden a ellos dos-dice Bel- Sus llamas fueron drenadas por mucho tiempo.

Con eso dicho Fon solo asintió y Ken salió a avisar a los demás y de paso buscaron en otras habitaciones por si había algún otro rehén o prisionero.
En ese momento Belphegor salió y vio cómo las familias Vongola (incluyo a Kokuyo), parte de los Simon (Ya que Enma, Koyo y Ryuji estaban afuera combatiendo) más los Arcobaleno estaban atacando a diestra y siniestra a los hombres de ese tipo.
Además de que una mujer que no había visto antes se acercó hasta él junto con Tsuna.

-Te ayudaremos a buscar a mi hijo-dice ella con firmeza, el rubio no se opuso y los tres salieron corriendo mientras los demás se hacían cargo.
Avanzaron mientras que a la vez se hacían cargo de enemigos, pero nada que no pudieran manejar hasta que en un momento la intuición de Tsuna se despertó.

-¡Vengan!-dice el castaño llendo a un pasillo que estaba un poco escondido.
Tanto Bel como Gabriela lo siguieron y llegaron a otra parte de la guarida frente a una puerta, pero enseguida varias armas salieron del techo y piso haciendo que los tres tuvieran que separarse y que Belphegor quedara cerca de la puerta por lo que trato de romperla, pero no pudo así que optó por deshacerse de las armas a la vez que Tsuna se preparaba para un X-Burner.

Luego de eso, Gabriela se encargó de la puerta y entonces... Lo más temido por todos ocurrió.
La ira de una madre.

-¡SUELTA A MI HIJO MALDITO MALNACIDO DE MIERDA!-grits ella y se lanza contra Daniel.
Pero él rápidamente sale de encima de Hayato, que estaba semi-desnudo ya que solo llevaba su ropa interior, y con un pequeño control activa unas armas que apuntan al cuello de Gabriela.
Bel en esa pequeña distracción había podido liberar a Hayato que estaba muy débil, pero cuando Daniel amenazó a Gabriela, él y Tsuna tuvieron que detenerse ya que también unas cadenas habían salido de las paredes para apresarlos a ambos.

-Primero me encargaré de ti zorra-dice Daniel- Tú fuiste la principal que me separó de MI niño, después de todo, no eres la única Nube inversa.

-Maátame, pero a ellos no les harás nada maldita basura-dice Gabriela.

-¡SUELTA A GABRIELA-SAN!-dice Tsuna tratando de liberarse.

-O no pequeño cielo no lo haré, es más-dice Daniel sonriendo- Será divertido matar a los tres culpables del cambio de Hayato-expresa.

-Medición-dice Belphegor.
Entonces Daniel saca una navaja de su bolsillo.

-Primero probaré contigo, escuché que si ves tu propia sangre entras en un estado de locura-expresa- Será divertido ver eso.

Y entonces todo pasó muy rápido.
Daniel se había lanzado contra Bel para encajar la navaja pero… No fue así.

-Hajj

-¿¡Hayato!?-grita Gabriela desesperada.

-Mierda... Dolió-dijo el peliplata con una pequeña sonrisa mientras que sangre escurría de la herida echa en su abdomen y luego de eso cierra sus ojos de apoco.

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Tranquilos, nos los dejare asi😈😈😈😈😈😈

La tempestad en mi memoria Where stories live. Discover now