C9- Final...

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-¿Dónde estoy?-dice Hayato al ver que se encontraba en una especie de prado y sobre él un enorme cielo estrellado.
Lo único que llevaba puesto era un piyama blanco.

-Hijo…-dice una voz  y frente a él aparece una hermosa mujer de largos cabellos plateados y ojos azules.
Ella tenía un hermoso vestido blanco.

-¿Mamá?-dice Hayato con sorpresa y la abraza- Y-yo…

-Tranquilo-dice ella acariciando su cabeza- Vine a preguntarte ¿Qué haces aquí? Todavía no es tu tiempo

-Yo… Prefería que me mataran a que les hicieran algo a ellos-dice con dolor- Fue mi culpa el que…

-No-lo corta Lavina con firmeza y el señor fruncido, Hayato se sorprendió por esto-Tu no tienes la culpa de nada Hayato, es por eso que estoy aquí.

-Mamá…-dice el oji verde con sorpresa cuando la mujer le besó la frente y luego miró como su propio cuerpo comenzó a desaparecer- ¿¡Pero qué!?

-Debes volver, vivir tu vida hijo-dice Lavina con una sonrisa y lágrimas- Nos volveremos a encontrar cuando sea la hora correcta.

-¡MAMÁ!-grita Hayato y desaparece completamente.

-¡Mamá!-gritó incorporándose con brusquedad, pero apenas lo hizo un enorme dolor le recorrió el cuerpo- Hajj.

-Por fin despertaste niño-dice la voz grave de G- Tu madre te mandó de nuevo aunque, fue mala idea que lo hiciera tan impulsivamente. Creo que ahora sé de donde lo sacaste-dice el pelirrojo ayudando al peliplata a acostarse de nuevo.
En ese momento Hayato notó que estaba en una habitación de hospital, con el torso vendado.
A su lado efectivamente estaba G y a sus pies en la cama estaba Uri durmiendo, pero apenas noto que su dueño despertó se acercó a restregar un poco su mejilla en el.

-¿Que paso?-pregunta, lo último que recordaba era evitar que Belphegor fuera apuñalado.

-A penas hiciste esa locura, pude salir del anillo y sostenerte para luego llevarte con los soles para que te curaran-dice G- Tus compañeros y los demás se quedaron tomando "precauciones"-dice lo último con las comillas dando a entender al peliplata lo que en verdad podrían estar haciendo.

Mientras en otro lugar…..

-¡HAAAAAA!-fue el grito que soltó por millonesima vez Daniel.
Estaba en Kokuyo Land y cada uno de los chicos se estaba desquitando con él.
Los soles con ayuda de Verde y Byakuran (qie se entero de todo y mando su aporte)se ocupaban de que Daniel no muriera para que todos tuvieran su oportunidad de tortura.
Fue usado como saco de boxeo, convertido en alfiletero, congelado, carbonizado, asfixiado, atravesado por armas, electrocutado y a la vez que Mukuro entró en su mente y descubrió los tratos con Estraneo y de paso todo lo que Daniel planeaba hacerle a Hayato por lo que él y las demás nieblas le hicieron vivir todo eso a él mientras los demás lo destruyen físicamente.
Pero el que le dio el final definitivamente fue Belphegor ( a pedido de Tsuna y Gabriela) y allí les dio a entender a todos el porque le decían Prince the ripper.

Volviendo con las tormentas…

Luego de seguir hablando un poco más Hayato se quedó dormido para seguir recuperándose.
Mientras que G y Uri volvían a sus respectivos lugares.
Pasó un tiempo y la puerta de la habitación se abrió y Belphegor entró.
El rubio se acercó hasta la cama y se sentó en la silla que había al lado.
Se quedó mirando un rato el rostro pacífico del peliplata hasta que en un momento sacó una pequeña evilla de su bolsillo y se acomodó su flequillo de tal manera que sus ojos rojos se podían ver.

-Ya terminamos con ese tipo… No te volverá a molestar nunca más-susurra Bel.
En ese momento Hayato comienza a abrir sus ojos.

-Gracias-dice Hayato.

La tempestad en mi memoria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora