Corea está dividida en cuatro naciones:
Fuego, Aire, Tierra y Agua.
También conocidas como las naciones del Norte, Sur, Este y Oeste.
Cada una de ellas es gobernadas por Alfas poderosos, solo los más valientes, fuertes, inteligentes y capaces de l...
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El Norte. También llamado "La Nación de Aire" o "The Winter Forest". . . . . . . .
🌑🌒🌓🌔🌕🌖🌗🌘🌑
Veintiocho años en el pasado.
Era una noche tormentosa en la Región Norte de Corea, no había ni una sola persona en las calles debido al terrible clima.
Aparentemente la Luna estaba pasando por una extraña etapa que solo se había visto dos veces desde que el mundo había sido creado. Los planetas estaban alineados otra vez, esta vez los rayos del Sol se reflejaron en cada uno de ellos, nunca estuvo de acuerdo con la idea de que su amada fuera cortejada por alguien más que no fuera Él. Esa noche, aunque parecía sonar descabellado, Sol derramaría su ira aún cuando no pudiera reflejar su luz directamente sobre la tierra.
Una lluvia de estrellas color turquesa fue invocada por Él para rodear la Tierra y sin explicación alguna, la Luna estaba junto a Júpiter una vez más. Celoso y cansado de la situación, en esta ocasión Sol no se quedaría de brazos cruzados. Con su fuerza de atracción, sedujo a las Lunas más importantes de Júpiter, Ío, Europa, Ganimedes, Calisto y Amaltea, hasta destruirlas a cada una de ellas quemándolas con apasionado furor.
A Júpiter le fueron arrebatadas sus amadas Lunas así como él le había arrebatado la suya al Sol.
Este se deprimió hasta enfermarse y perder su brillo y color, volviéndose entre azul y verde. Sin embargo, La Luna sintiendo lástima por él, lo consoló durante esa noche. Júpiter se acostó sobre el seno de La Luna mientras lloraba amargamente.
Los seres terrestres, habían logrado ver la Luna Roja, pero hace millones de años no se veía de color Turquesa, mucho menos habían visto a Júpiter tan cerca desde la tierra.
Era más que obvio que el desastre climático en la tierra se debía a aquel suceso. Una mortandad se desató esa noche, los animales no tenían control de sí mismos y nacieron extraordinarias especies de ellos, al igual que nuevas plantas hermosas pero mortales. Hubo rayos, truenos y relámpagos. Hubo terremotos en algunas partes del mundo, tsunamis en distintos países, ciclones y lluvias de meteoritos. Era increíble como todo ocurría en una sola noche de Diciembre.
En uno de los meses donde solía verse más felicidad que en el resto del año, el mundo parecía llegar a su fin con tanto caos.
Casi todos los que estaban en espera de un bebé perdieron la esperanza de que nacieran esa misma noche, ya que la mayoría de los bebés moriría junto con su madre.
Por alguna extraña razón que solo Dios y la Luna conocerán, solo un bebé nació en esa noche de ese mismo año.
-Sé que podrás, eres fuerte y estaré aquí en todo momento- decía el Alfa tomando la mano de su Omega quien yacía en su nido- saldremos adelante juntos ¡Ya lo verás!-dijo con voz quebrada.
