Bully [Twisted Wonderland] Floyd Leech x Fem!Oc

IX

-Langostita... -Su rostro mostraba asombro.- Eres una... 

Trago saliva. Pasé mi vista hacia los cupcakes que se habían caído cuando me trajo hacia acá, estaban destrozados. Sentí una corriente de aire por mi pecho y dorso ahora al descubierto. Las vendas si bien, estaban para que no se notara nada pero con la cuestión de que solo sirve cuando usas ropa. Ahora es totalmente inútil negar lo que realmente soy, porque se ve claramente.

-Eres una chica... -Y lo dijo. Su mirada recorría mi cuerpo si pudor alguno, con una expresión de sorpresa y un sonrojo bastante notorio. 

-...

No quería decir nada, no tenía nada que decir. Además que me sentía bastante débil como para moverme. Con mis pocas fuerzas levanté mis brazos, con uno cubrí mi pecho y con la otra atiné a darle un pequeño golpe en la cara del chico. No fue tan fuerte pero sirvió para sacarlo del trance. 

Necesito ayuda.

Sus ojos bicolor pararon en los míos, lo noté por el rabillo de mi ojo así que también me dispuse a mirarlo. La tensión se volvía cada vez más incomoda y por mi magia, estaba bastante frío el lugar. 

La tensión me provocaba un cambio de temperatura, era como si invierno hubiera llegado. 

Una pelea de miradas se hizo, o eso creía pues ninguno de los dos parpadeaba. Tomé aire temblorosa y removí mis dedos incomoda. Tan solo respirar quemaba mis pulmones, humo frío salía de mi boca que no me dejaba ver el rostro de Floyd por escasos segundos. 

Y en esos escasos segundos... lo vi. Otra vez esa maldita sonrisa que poco me alegraba el día. Esa sonrisa tan psicópata que no me ha dejado dormir durante estas noches y que tan solo ayer había olvidado. 

Ví como su rostro se deformaba en mi pesadilla.

-Mmm~ Que conveniente sorpresa, Langostita...

Todo de mi se hizo pedazos, mi vida, estas semanas que comenzaba a construir con tanto esfuerzo se habían ido por el inodoro cuando me sumergió. Me humilló como si nada, tal vez por el hecho de que ni siquiera pude poner resistencia. Las cosas ahora estaban bastante mal, lo supe desde que me dijo que soy una molestia para su vida. 

Quizás mi destino ya estaba escrito con este tipo haciéndome la vida imposible y simplemente no lo esperé. 

¿Pero y por qué yo? Solo una simple chica que pretendía pasar desapercibida de tantos chicos, en una escuela únicamente de varones. 

Si el espejo me eligió, ¿por qué no me advirtió que la única consecuencia sería esto? 

Por favor ayuda. 

-¿Cuando pensabas decírmelo?~ -Tomó una de mis manos y la acercó a su rostro con su sonrisa aún.- No me gusta hacer llorar a las chicas, Langostita... Si tan solo me lo hubieras dicho... esto no habría pasado. -No recordaba que estaba soltando lágrimas, otra de sus manos me acomodó en su regazo y después limpió mis ojos con suavidad.- Viéndote ahora de esta manera... Eres muy linda~