♡CAPITULO 10♡

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Aunque si había algo que compartía con aquella vez. Martina  había dicho que lo amaba y resultó ser todo falso, y Karol nunca se lo había dicho y sin embargo estaba seguro de que era más que simple cariño lo que ella sentía por él. Pero tal vez era sólo eso, un simple querer.

-¿En que piensas?- preguntó Karol.

Esa voz...Ruggero se movió incómodo por todo lo que ella podía causar en su cuerpo con solo hacer una simple pregunta y en su mente, penetrar tan profundo que se olvidó de todo lo que estaba pasando.

-Nada importante- contestó él.

-¿Estás seguro?, te veías muy concentrado.

-Pues si así estaba, no tenía ni idea, en ese momento sólo existía ella para él- Estaba apunto de ir a buscarte.

-Solo tarde media hora- respondió Karol.

-Eso es mucho tiempo, espero y valga la pena la cena- dijo Ruggero con una sonrisa.

- Te va a encantar sobre todo el postre- dijo ella.

Evidentemente con postre no se referían a los mismo. Porque mientras Karol hablaba del único platillo que estaba segura que estaba delicioso, Ruggero pensaba una forma de pasar entretenida la noche entera.

Después de sentarse Karol le sirvió a Ruggero. Él miró lo que estaba en su plato a pesar de que hubo un pequeño reflejo de contener ¿la risa? O ¿el asco?, su rostro no mostró ninguna emoción.

-Karol...no quiero sonar grosero pero ¿ que es esto?- preguntó.

- Sólo Pruébalo.

- Ruggero miró nuevamente la masa verde de su plato- Quiero saber cómo se llama.

-Chilaquiles verdes- dijo Karol.

- ¿Tu lo inventaste?, no me digas que me quieres envenenar con esto

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- ¿Tu lo inventaste?, no me digas que me quieres envenenar con esto.

- Karol se levantó y retiró el plato de Ruggero- Si no quieres comer no comas y punto- se volvió a sentar, y empezó a comer.

El corazón de Ruggero dio un vuelco, parecía una niña pequeña cuando jugaba a cocinar, se veía triste. Aunque Karol no lo podía culpar de no querer probar su comida no era la cosa más agradable del mundo para un Italiano, pero para un Mexicano en este caso cómo lo era ella, ese platillo realmente es un verdadero manjar.

Suspiró derrotado, no quería lastimar sus sentimientos. Se levantó de la mesa y fue por su plato, se sentó nuevamente, lo miró un instante y probó un poco, Karol tenía la mirada clavada en su plato, ni siquiera se dio cuenta cuando Ruggero se puso de pie.

-Esto está delicioso, ¿ ya me vas a decir que es?- dijo él probando otro bocado.

- No puedo es receta familiar- contesto ella sin mirarlo.

El aceptó su respuesta con una sonrisa y siguió comiendo, el corazón de Karol se hincho de satisfacción, aunque no lo quisiera aceptar era obvio que quería la aprobación de Ruggero. Después de terminar.

ETERNA SEDUCCIÓN  [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora