Bandas (Given)

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Narra Ritsuka Uenoyama

Era otra mañana soleada en la que el frío de la habitación te hace querer quedarte a dormir otro rato. Me encontraba acostado boca abajo en mi cama en la posición que me resultó más cómoda, justo cuando...

—¡Rikka!—exclamó mi molesta hermana entrando a la habitación con el ceño fruncido. Dejé salir un suspiro enojado.

—Fuera de aquí, exijo mi privacidad—dije molesto y con la voz un poco ronca.

—¡Rikka, ¿por qué no me dijiste que Akihiko tiene novio?!—reclamó la mayor. Podía oír sus pasos por la habitación, pero le resté importancia.

—No tenía porqué ni me interesaba decírtelo—aclaré poniendo mi almohada sobre mi cabeza para así tratar de no escucharla, aunque igual fue en vano—. Además, ¿quién te dijo que Kaji-san está con Haruki-san?.

—¡Solo me enteré y punto!.

—Deja de acosarlos. Nadie, excepto yo, sabía que ellos dos son pareja. O los acosaste o eres bruja, y ya comprobé que no eres bruja—dije en un tono irónico. Yo ni siquiera me había molestado en abrir lo ojos para saber qué hacía.

—¡No entiendes nada, idiota!—exclamó Yayoi antes de salir de la habitación, supe que se estaba yendo porque podía oír sus pasos. Azotó la puerta luego de haber salido.

Decidí ignorarla e incluso pensaba en seguir durmiendo, pero de repente sentí una extraña calidez chocar con mi cuerpo a la vez que podía sentir las luz del sol intentando hacer que yo abriera mis ojos. Yayoi había abierto la ventana y corrido las cortinas. Quise seguir durmiendo e incluso intenté hacerlo de distintas posiciones soportando la luz del sol por la pereza que me daba levantarme, pero fue demasiado difícil, sentía que me quemaba el sol, además de que la luz es completamente molesta.

—¡Maldita sea, ya entendí, me levanto!—gruñí mientras me ponía de pie para cerrar la ventana y mover las cortinas para impedirle el paso de la luz del sol a mi habitación. Luego solté un suspiro y me senté en el borde de mi cama.

Tomé mi teléfono, que se encontraba en la mesita de noche de madera, para dedicarme a leer los mensajes que Haruki y Akihiko me habían enviado más temprano. Haruki me había enviado algunos mensajes preguntándome qué si ya me había despertado o cosas así mientras que Akihiko me preguntaba por la escuela y esas cosas. La realidad es que soy como su hijo dado que soy un par de años menor que ellos.

Haruki, Akihiko y yo tenemos nuestra propia banda, no somos famosos, pero esperamos serlo próximamente. Yo soy el guitarrista, desde joven he practicado guitarra; Haruki toca el bajo, es muy bueno y prácticamente es el líder del grupo por su optimismo y buenas energías; Akihiko es el baterista, es muy bueno y tiene una gran conexión con Haruki, casi siempre están en sintonía.

Tenemos una banda instrumental llamada "The season". No tenemos vocalista, aunque igual no necesitamos uno. Estamos bien como estamos, incorporar a alguien más en la banda es innecesario.

Dejé el teléfono de regreso a la mesita de noche y, soltando un suspiro, volví a acostarme en la cama, solo para mirar el techo pensando...

Aquel chico pelirrojo que me preguntó repentinamente mi nombre ayer no ha salido de mi cabeza. No paro de pensar en él... ¿qué razones tuvo para iniciar esa conversación?, es decir, ese fue nuestro primer encuentro...

Suspiré para luego colocarme de pie e ir al baño.

Después de asearme, arreglarme, desayunar y todo lo demás, salí de casa. Hoy es domingo y no me toca trabajar de medio tiempo.

Al no tener otra cosa que hacer hoy, fuí a la cafetería donde trabaja Haruki en las mañanas. Fue un viaje corto ya que su trabajo no se ubica muy lejos de donde vivo. Apenas llegué, ingresé al local, no habían muchos clientes adentro. Escuché la campanita colgada de la puerta sonar cuando abrí y cerré la puerta, pero le resté importancia.