⠡⠡Ꮺ 𔓕゙︪︩ㆍ𝗦𝗪𝗘𝗘𝗧𝗘𝗡𝗜𝗡𝗚 𝗧𝗛𝗘 𝗧𝗢𝗫𝗜𝗖𝗜𝗧𝗬 〻🌙 ៸៸໋꒱﹗
ヾ‧₊🌻!ુ⩩ adrinette toxic ─── ❛ pero, no importa que tanto quiera exponer las acciones y conducta tóxicas que marinette ha ido alargado a causa de su obsesión por Adrien. ❜
(porque no...
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La curiosidad reluciente de la nipona resplandeció con grandeza en sus facciones angustiadas. En cuanto supo de la existencia de aquella citación de Luka al lugar predeterminado, por la noche, se vio enredada por complicaciones para tratar de conciliar el sueño.
Y claramente, el contorno oscuro y visible que se asentaba con delicadeza situado sobre su semblante, reflejó las pocas horas de sueño del que Kagami no pudo recuperarse antes de asistir a la escuela.
Apenas pudo mantener una vista visible, fracasando en su intento de eludir la sensación de dolor y ardor que tanto le irritaron sus fatigados orbes de áspera avellana. Pero claro, la insistente necesidad de tallarse lo exhausto de sus ojos fue una idea bastante tentadora que se asomó por su cabeza. Pero bien sabía ella, que eso empeoraría más el cansado aspecto con el que se presentó ese mismo día a la escuela.
—No, para nada... No necesito dormir, necesito respuestas... —Exigió entre la soledad de su entorno. Desganada y fastidiada ante el andar pesado y lento con las que se afianzaba para caminar entre los pasillos.
Faltaban unos cuantos salones para dar con el sitio acordado, sin embargo, en la joven Tsurugi, las dudas y enredos amorosos seguían prevaleciendo y tomando un lugar primordial en su vida.
(—Un sitio que ella persistía en mantenerlo colocado ahí.)
Antes de asistir al punto de ida para encontrase con el chico Couffaine, la japonesa tenía en mente inicialmente ir en busca de Adrien a una hora más temprana antes de que el horario de entrada diera comienzo. Pero, lamentablemente no pudo acercase, o como mínimo llegar más antelación, porque ella por un instante supuso, que Marinette permanecería pegada a él como un chicle, incluso un tiempo antes de que abrieran el Instituto.
(Por dios, hasta ese punto de apego ya causaba un poco de miedo—)
Una idea a la que Kagami se vio a sí misma impuesta a resiganarse. La última intención que aguardaba en mente al tratar de entablar el más diminuto intercambio de palabras teniendo a Dupoin-Cheng en medio de ellos, era que surgiera algún tipo de conflictos solo por la colmada paciencia que la franco-china le conservaba a la esgrimista.
Y por supuesto, también que fuera elaborando alguna clase de escandalo en la que ellos tres se convirtieran en el centro de atención del colegio y formen parte de los cotilleos frecuentes que abundaban entre los estudiantes.
No, no había necesidad de buscar problemas con una chica mentalmente inestable. Mucho menos se daría el lujo de tolerar sus berrinches e intentos de chantajes cansinos que Marinette recurría en emplear con el único propósito de invalidar la imagen de Tsurugi.
—De ninguna manera le daré ese gusto. —Declaró la nipona, torciendo la finura de sus labios en una mueca de desprecio.
Pensar en las dobles intenciones de esa panadera le hervía descomunalmente la sangre. Emergiendo en una rabia de exorbitantes de dragones furiosos que clamaban expulsar fuego y quemar su aspecto de chica amable e inocente.
