Aléjate de los Collins

Capitulo XVI

*17 años atrás*

Narrador omnisciente 

24 de Diciembre, 10:30 p.m

Era víspera de navidad, la señora Jones estaba emocionada, las navidades siempre se celebraban en su casa, hoy era un día especial, porque finalmente le contaría a su familia la gran noticia que tendría un bebé.

La señora Judith se encontraba en la cocina preparando todo, mientras el señor Jones se encontraba  en la casa de enfrente, donde vivían Tomás y Julissa Becher. Pero Tomás no estaba en esa casa. La señora Jones emprendió camino hacia la casa de su hermano, el pequeño Jeremy estaba en la sala viendo televisión.

—¿Y mi esposo?—Judith preguntó a su sobrino, este restandole importancia señaló las escaleras y ella subió.

Julissa termina de acomodar su ropa mientras el señor Jones la observa con una pequeña sonrisa, de haber estado en otra circunstancia él no dudaría en dejar a su esposa e irse con Julissa, pero no podía.

—Ya no quiero seguir con esto, Dustine— la chica se sentó a su lado—. No quiero que Tomás se entere de esto, tampoco quiero que se entere que mi bebé no es...

Dustine posó sus labios sobre los de ella, habían más sentimientos de los que esperaba en ese beso.

—Saldremos juntos de aquí, lo prometo.

Judith, sin que se dieran cuenta, los veía; su corazón, deseos e ilusiones se rompieron, llevó su mano a su vientre al ver como Dustine acariciaba el vientre de la otra chica, todo enlazaba, el hecho de que ella haya quedado embarazada aun cuando su hermano viajaba mucho y nunca estaba con ella, entonces juró que ella y sus hijos sufrirían y todo les dolería tal como le dolió a ella. 

Bajó nuevamente encontradose con Jeremy medio dormido en el sofá, ¿Qué aseguraba que él en realidad era un Becher? Era un niño indefenso, pero eso no le importó, lo haría sufrir a él y a toda la descendencia que venga de ellos. 

(...) 

*10 años atrás*

Octubre 15

—No, no Deckard ¡No lances la pelota tan lejos! —El pequeño Jeremy se quejó y tristemente se sentó sobre el pasto del jardín.

Hoy, se conmemoran el tercer año de la muerte de los señores Becher y Deckard quería animar a su amigo, un juego de pelota fue lo mejor que se le ocurrió.

Jeremy había escuchado a sus tíos decir que fue la familia Collins los que asesinaron a sus padres pero él sabía que no era verdad, que Deckard Collins era su amigo y nunca le haría algo así, él no. Para tener siete años, Jeremy era muy inteligente y sabía que había algo más allá de que sus padres fueron asesinado, él sabía que algo no tenía sentido y que en definitiva no habían sido los Collins.

—No seas aburrido,Jeremy—el pequeño ojiazul se acerco a su amigo y lo vio triste—. ¿Que pasa? ¿Ya no quieres jugar?

—Extraño a mis padres—Confesó el pequeño Jeremy—. Me...me siento solo...

Deckard se acercó a su amigo sentándose a su lado y dándole un abrazo fuerte, lleno de sentimientos.

—No estás solo, nunca estarás solo—murmuró besando su cabeza—. Yo estoy contigo, siempre voy a esta contigo.