–Te odio, ¡¿podrías dejarme en paz de una maldita vez?!-gritó una Rosé muy molesta y con lágrimas en los ojos, su paciencia, su orgullo, su dignidad, su tolerancia, todo había llegado a cero
–Lo siento Park, a cada quien hay que darle su lugar-se burló Lisa para después proporcionarle otro golpe en el estómago sacándole el aire.
–¡Déjala ya! No le pegues más-suplicó su mejor amiga, la voz rompiéndose mientras seguían saliendo lágrimas como cascadas de sus ojos; prefería ser golpeada también a quedarse quieta en un rincón sin intervenir.
–¡Te he dicho que te calles!-la pelirroja que tenía sujeta a Jisoo le dió una cachetada, a lo que esta solo pudo llorar más fuerte mientras se removía entre los brazos de su agresora buscando la tan ansiada liberación.
–Creo que ya terminamos por hoy-murmuró una pelinegra que se mantenía custodiando la puerta, Manoban la miró con cara de pocos amigos haciéndola bajar la cabeza de forma sumiza–Lisa vámonos rápido antes de que algún profesor nos vea-insistió Momo sin levantar la mirada ya con Yuna a su lado, lista para darse a la fuga. La nombrada bufó dándole una última patada a la adolescente en el suelo prometiéndole que se volverían a ver pronto antes de desaparecer tan rápido como habían aparecido.
Jisoo al verse liberada corrió a darle auxilio a su amiga que apenas y podía mantener los ojos abiertos o respirar sin soltar alguna queja del dolor. Hoy se habían ensañado más que de costumbre, un año llevaba en esta situación y nunca, por más que Lisa y sus marionetas estuvieran de mal humor la habían dejado así de golpeada. Aunque la pelinaranja nunca entendió por qué Manoban le hacía eso, nunca fueron amigas, pero tampoco era como para que la tortura de esa manera cuando se le diera la gana.
Muchas veces ya, había terminado en la enfermería por los fuertes golpes. Jisoo, le ha insistido en que hable con la directora, pero Roseanne no quiere, en su mente es mejor dejar todo como hasta el momento y no complicar las cosas, así estén empeorando por su propio cuenta.
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Mi vida no es perfecta (Chaelisa)
Teen FictionPara Rosé Lalisa Manoban tenía una vida perfecta, envidiada por muchos y muchas, hija de uno de los hombres más ricos y caritativos de Asia. Inteligente, atractiva y líder de las masas ¿qué más podría desear? Lisa envidiaba a Roseanne por su vida pe...
