CAPÍTULO 9

120 80 13
                                    

De verdad que tenia una rabia enorme al verlo ahí parado y ¿como sabia que era él?
Fácil. Le había visto en fotos que había guardado en mi cajón cuando apenas era un niño de 10 años que necesitaba a su padre.
Cada vez que me molestaban corría a mi casa subiendo las escaleras a toda prisa a buscar las fotos de mis padres y cuando las tenía entre mis manos comenzaba a llorar sin control, porque era un niño estúpido que creía que tener padres era lo suficiente.

Podía entender a mi madre, murió por darme la vida y aunque en muchas situaciones y momentos no la quería, ahora estoy conforme y trato de superarme, pero con el aquí no se si podré.
Hay tanto en mi que quiere salir, algo que tarde o temprano explotara.

──¿Porque sales a estas horas?. Hablo por primera vez. No vez que esta frío y desolado. Odie su voz.
Cuando era ese niño ingenuo decía a escuchar su voz o la de mamá, pero no fue así.
──E dicho que entres acaso no me has escuchado.
──Y tú?. ¿Quién diablos te crees para darme órdenes, no espera, quién diablos te crees para venir a mi casa a estas horas?. Estaba molesto, quería matarlo ahí mismo.
──Ya te e dicho que entres. Se alejo de la puerta y camino a la sala. Tenemos mucho de que hablar.
──¿Por cuánto tiempo estarás aquí?. Tenía que controlarme si no quería hacer alguna tontería.
──No lo sé, uno o dos días. Se sentó en el sofá. Tengo que hablar de algo importante contigo.
No dije palabra alguna, ni siquiera me senté separando que hablara y se marchará lo más posible.
──No se si tu abuela te habrá dicho a que me dedico. Sonrió con burla y negó para sí mismo con la cabeza. Mira Adler justo ahora necesito que te hagas cargo de unos asuntos en este pueblo, ya que yo no puedo quedarme.
──Ahora, después de una vida entera vienes a buscarme para pedirme que te ayude? Estás loco o enfermo? Porque no voy ayudarte en nada. Mi tono era firme y serio. Ahora largate de mi casa, nuestra casa, mi abuela y yo hemos hecho lo que es posible para sobrevivir y salimos adelante sin tu ayuda, no tengo porque ayudarte yo a ti.

Esperaba que se fuera, ni siquiera quería escuchar que clase de trabajo era sólo quería que ese bastardo saliera de mi casa de inmediato.

──Escuchame mocoso malcriado, no vengas hacerte el hombresito grande conmigo ambos sabemos que te falta mucho para eso y no te estoy pidiendo o suplicando e dicho que lo harás y punto.
Enserio este sujeto es un dolor de cabeza, una espina en el trasero.
──Y yo e dicho que no, ahora largate.
──Tarde o temprano terminaras igual que yo, porque no eres más que un bastardo que no tiene nada.
Eso bastó para cabrearme más y cuando menos sentí deje ir mi puño contra su maldita cara. Se tambaleó sosteniendo su mandíbula con el labio roto.
──Adler, pagarás por esto.
Dicho esto salió de la casa, afuera había frío y habían unas camionetas negras estacionadas frente a mi casa, justo en ese momento mi abuela apareció.
Su rostro se torno pálido por ver aquel hombre de pie a la par de la camioneta antes de entrar y cerrar dirijio su mirada donde mi abuela estaba parada, dude que estuviera respirando.

──Que gusto verte de nuevo Béatrice. Volvió esa sonrisa arrogante y burlona.
Entró a la camioneta arrancando a toda máquina. Cuando dieron la vuelta mi abuela pudo respirar.

──¿Abuela, estas bien?. Parecía que no tenía color como un papel.
──N-np estoy segura dijo. Cayó sentada al suelo y corrí a querer sostenerla, tanto había sido el impacto de ver a ese maldito.
──Abuela, calmate.
──Adler te a hecho algo. Ignorando mi sugerencia palpaba mi cara buscando alguna seña de golpe o eso creo.
───No te acerques, aléjate de ese hombre. Parecía afligida. No es bueno, es peligro, por favor prometeme que no estarás cerca de él.

No sabía a qué se refería con eso de "peligroso" y tampoco es que tuviera interés en averiguarlo, lo que menos quería es saber de ese canaya.

──No te preocupes abuela, ahora vamos adentro y recuesta te un poco. Le ayude a ponerse de pie y entramos a la casa, veinte minutos después estábamos cada uno en su habitación.
Mi abuela se quedó rápidamente dormida, debía estar agotada con todo esto.

Aquello Que Nos Asusta [PRÓXIMAMENTE] Where stories live. Discover now