40. Hindraces

1K 113 68
                                    

━━ A "SORRY" IS NOT ENOUGH

Cerré lo más suave que pude la puerta intentando no provocar un ruido mayor que alarmara a mi pequeña hermana que ahora yacía durmiendo en su cama con la ropa que no pude cambiarle por no querer despertarla.

Ella ya había llorado lo suficiente por hoy.

Suspiré con cansancio apoyando mi espalda en la extensión de madera. Joshua había sido un maldito idiota, nos había abandonado después de darnos esperanzas. Brina lloro al darse cuenta lo que sucedía después de que estuvimos una hora esperando al chico que nunca llegó.

Me sentía más decepcionada que nunca.

El fuerte sonido del timbre sonando me alarmó al instante, me encaminé a paso rápido el emisor del sonido esperando con todo el corazón que el ruido no hubiera despertado a Brina que debería estar ya en su quinto sueño. entregándose completamente a los brazos de Morfeo.

Abrí la puerta en un movimiento brusco dejándola completamente abierta dándome la oportunidad de visualizar completamente a un castaño de porte intranquilo que se encontraba quieto como si nada en el medio del pasillo con una mueca en su rostro y con la culpa impregnada sobre todo su cuerpo.

Tragué saliva mirándolo lo menos que pude para adentrarme al pasillo caminando por este hasta el lobby y sin mirar dos veces al chico salí del edificio abrazándome a mi misma en busca de calor. El silencio de la noche me reconfortó un poco, la acera se encontraba solitaria sin ninguna presencia que podría interrumpir la charla que se formaría entre ambos. Y finalmente me giré sobre mis talones en dirección del chico observándole lo más fría que pude esperando pacientemente a que hablara y soltara sus explicación.

— Lo siento, Leo — musitó después de largos segundos de un silencio interminable, los cuales se vieron interrumpidos por su disculpa realmente floja.

— No me pidas perdón a mi, Bassett — me coloqué a la defensiva en cuestión de instantes.

— Okey, dijiste mi apellido, esto va enserio — murmuró por lo bajo hablándose claramente para si mismo, pero llegando a ser oído por mi.

— ¡Claro que va enserio! — alcé mi voz de repente espantándolo un poco y que diera un paso atrás por la impresión. Cerré mis ojos en busca de paz para seguir con la "charla" con más calma, respiré profundo bajando la cabeza un poco para después abrir mis ojos con lentitud y los fije directamente en el rostro de Joshua que me observaba expectante — ¿Porque le diste esperanzas para nada, Joshua? La destrozaste al no llegar.

— Lo siento ¿si? Sabrina me pidió...

— ¿Nos abandonaste por ella? — le interrumpí frunciendo mi ceño.

Mi calma se fue por el caño tan solo escuchar sus primeras palabras de explicación. ¿Tan idiota puede ser? Nos había invitado para después abandonarnos como si nada. Eso fue realmente grosero, él nunca había hecho algo parecido.

— Es mi novia, la amo y no puedo dejarla de lado por estupideces... — y su voz se empezó ahogar bajando de tono poco a poco dándose cuenta de lo que decía rodó sus ojos hacía mí observándome con claro arrepentimiento en sus ojos, pero ya lo había dicho.

No había vuelta atrás.

Apreté mis labios observándolo con mis ojos vidriosos sintiendo cómo mi cuerpo se estremecía por un extraño sentimiento que no fue para nada agradable.

—¿Somos estupideces?

— Yo no quise decir...

— Pero lo dijiste — lo miré completamente herida y mi voz fue un claro delator de lo que sentía porque se volvió más grave.

— Lo dije sin pensar — balbuceó dando un par de pasos en mi dirección los cuales retrocedí y intentando no caer en sus palabras desvíe mi mirada, mirando todo, menos a él.

— Cuando alguien dice algo sin pensar es porque lo siente — mi voz se hizo cada vez más baja por el dolor que se estaba expandiendo por toda mi garganta — ¿Tú sientes que somos estorbos, no?

— No, no, no...

— ¿Estuviste con nosotras todo este tiempo por lástima acaso? — interrogué subiendo mi mirada a sus ojos avellanas, que me cautivaron desde él primer día en que los vi, en ese entonces eran tan brillantes y sinceros, pero ahora solo podía ver algo que no me gustaba y no sabía que era exactamente.

— No, claro que no, las quiero... — insistió Joshua alzando su mano en mi dirección intentando tomar la mía, la cual negué rotundamente dando otros pasos más en reversa sintiendo cómo si Joshua me llegaba a tocar yo caería automáticamente a sus pies y lo perdonaría. Pero lo que dijo y lo que hizo fue imperdonable, hizo llorar a mi hermana y próximamente a mi.

— Pues no lo demuestras, te haremos un favor, ya no seremos estorbos para tu perfecta vida, Joshua, no seremos un estorbo para ti — apreté mis dientes intentando sonar lo más segura que pude, pero no fue lo suficiente ya que Joshua nuevamente intento acercarse a mi. Tenía que dejarle claro que esto no llegaría a ningún lado — No quiero verte, no quiero tenerte cerca, ni de mi ni de Brina, nunca más.

— Leo... Lo siento, yo...

— Un "lo siento" no es suficiente — interrumpí violentamente dándole un suave empujón por los hombros ya que se había acercado cuando yo no me había dado cuenta. Él no me había herido sólo a mi, si no también a mi hermana y ella siempre estaría primero que todo — Vete.

— Déjame arreglarlo.

— No hay arreglo, Bassett.

— Leo, yo...

— ¡Que te vayas! — grité en un hilo de voz con las primeras lagrimas saliendo de mis ojos sin poder evitarlas.

Dudoso Joshua me recorrió de pies a cabeza terminando su recorrido con sus ojos brillantes y arrepentidos sobre los míos. Sé giró dándome la espalda como siempre hacía literalmente y su ida fue tan dolorosa que me hizo vibrar de un doloroso sentimiento que me hizo jadear con fuerza.

Llevé mi mano hacia mi boca intentando acallar mis sollozos mientras que gruesas lagrimas salían con total libertad por mis lagrimales dando un lento paseo por mis mejillas hasta mi barbilla donde se perdían al caer al suelo.

El sonido de un auto llegando a la lejanía consumió mis pensamientos por un máximo de segundo, pude ver por el rabillo del ojo un fuerte color rojo italiano, sabiendo rápidamente de quién se trataba. Una puerta fue cerrada con fuerza y después el sonido de pasos se escucharon cada vez más cerca.

— Hey, hey, Leo ¿Que pasa?

Afligida con mi llanto no podía escuchar claramente las palabras de Matt que me consolaba lo más que podía atrayéndome contra su pecho con rapidez empezando a acariciar mi cabello y espalda buscando que me calmara, pero no funcionó para nada, lo contrario, estallé en llanto dejando probablemente una macha gigante de mis fluidos en la camiseta gris del chico el cual no le tomó importancia murmurando contra mi cabeza cosas que no entendía.

— Joshua... — dije al fin entre sollozos lo cual fue realmente difícil pronunciar, incluso decir su nombre dolía más que un infierno — Él me provoca mucho dolor. Matt, me duele tanto sentir todo esto... Me duele amarlo.

 Me duele amarlo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Pd: No me maten.

PAIN || Joshua Bassett Where stories live. Discover now