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Los rayos de sol empapando las banquetas y el exterior de cada cuerpo.

Win Metawin sabía qué sol era ese.

El sol de primavera.

"Marzo" suspiró el castaño al salir de su departamento. Iba camino a la facultad mientras buscaba con la mirada a alguna persona conocida a la cual saludar.

Win no era alguien que gozara estar solo pero tampoco le molestaba que eso pasara de vez en cuando.

"¡Lindas flores!" le dijo a una vecina que regaba su jardín en plena mañana. Ella sólo le sonrió.

Win Metawin era amable.

Lindo.

Muy, muy lindo.

Su voz se quedaba impregnada en los oídos de quien fuera que le escuchara hablar. Y ni digamos nada de su risa, oh, su risa era inolvidable.
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Sus pasos eran largos, indicaban prisa, pero no se miraba desesperado. Él sólo quería llegar a su asiento para que todos lo recibieran con sonrisas y sus amigos con largos abrazos.

"¡Metawin! Llegas tarde ¿qué sucedió?" preguntaba su maestra de literatura al dejarlo pasar al aula.

"Mi departamento está algo lejos de la facultad y hoy vine caminando".

La profesora le sonrió y éste tomó asiento junto al tan callado castaño.

"¿Tienes los apuntes?" susurró inclinando su banca hacia él. No recibió atención, mucho menos una respuesta "Bright, ¿tienes los apuntes?" repitió haciendo que el mencionado girara.

Le extendió su libreta abierta con un par de garabatos en ella y Win comenzó a traspasarlos. Después de un rato terminó y la devolvió con un "gracias" adjunto en su acción.

Jamás habían cruzado palabra más allá del salón de clases.

Bright sólo observaba desde su lugar todo lo que el castaño hacía y pensaba que cualquier movimiento que Win hiciera, era digno de admirar.

Su corazón no cabía en el pecho cuando Win reía detrás de él. O cuando caminaba a su lado mientras el timbre indicando que las clases terminaban estaba sonando. O cuando simplemente Win Metawin existía, Bright Vachirawit se enamoraba un poco más.
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Las clases habían cesado. Cada quien podría irse a casa pero Win Metawin no quería.

Él quería ir al campo al que cada primavera iba junto a alguien que consideraba especial.

Pero este año iría solo.

Como desde hacía ya dos primaveras que iba solo.
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"Oye, te puedo acompañar" reía Gun. Uno de sus mejores amigos.

"No, no, no"

"¿No quieres llevarme a tu lugar seguro?"

"No es eso, es sólo que prefiero ir sólo"

"Win, una vez dijiste que amabas ese campo y más con compañía. Después de un tiempo me di cuenta de que sólo era con cierta compañía" lo miró serio. Parecía que no quería hablar del tema y Gun sólo lo estaba presionando "Sólo él era esa buena compañía ¿cierto?"

Win se levantó de aquella banca alejada del campus y comenzó a caminar hacia la salida no importandole la conversación de Gun.

Él no quería hablar de eso.

A Win no le gustaban las conversaciones profundas, le gustaba flotar sobre palabras y rutinas reinantes.

A Win no le gustaba hablar de él pero amaba escuchar a las demás personas.

Él sabía cómo era la gente a su alrededor y que por cualquier oración, sería juzgado o mirado con indiferencia.

Y a Win no le gustaba ser mirado.

Y curiosamente, Bright Vachirawit siempre estaba mirándolo.

La primavera de tus ojos | B&&WWhere stories live. Discover now