Capítulo 29

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Aspiro violentamente de los puros nervios que siento ahora mismo. Sé a la perfección lo que tengo que hacer, solo tengo que andar unos pasos hasta el altar, decir "si quiero", besar a Carlisle y ya está.

Sé que no puedo caerme, sé que no puedo desmayarme, sé que no puedo vomitar delante de todos, pero no puedo evitar sentir nervios y unas ganas de salir corriendo al bosque.

—¿Estás lista? —Pregunta Rosalie cuando entra en el cuarto donde estoy ya vestida con mi precioso vestido de novia, totalmente preparada para mi boda.

—Si, si, necesito que esto acabe ya. —Murmuro un poco abrumada, Rosalie se ríe de mi expresión y abre la puerta para que Edward entre, ya que será él quien me entregue en el altar, mientras que Emmett será el padrino de Carlisle. —Vamos, Edward.

Agarro su brazo y Rosalie camina delante de nosotros por las escaleras, y al bajar, observo un montón de ojos rojos mirándome de forma fija, pero mis ojos solo se centran en unos dorados que están en el altar, sonrío encantada y camino al compás de la música hasta llegar al lado de Carlisle, quien muestra toda su emoción en la mirada.

Carlisle me agarra y me coloco a su lado para comenzar la ceremonia que me una a él por toda la eternidad, sabiendo que tenemos muchos momentos juntos por vivir.

—¿Preparada? —Pregunta Carlisle con una sonrisa, asiento y sé a que no se refiere a la boda solo, se refiere al resto de nuestra eternidad.

—Siempre.

FIN

Adiós, soledad |CARLISLE CULLEN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora