Prologue: Sev al rojo.

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Cuando habló por primera vez con James, nada salió bien. Empezando porque sus ojos cambiaron justo en ese momento y el niño de once años, termino por verlo raro.

Cinco años después de esa primera impresión agradece que el mejor amigo de James, terminará por gritar: es un metamorfomago. Y si, en ese entonces y para siempre, Sirius tenía razón. El entonces pequeño Snape, podía cambiar el color de sus ojos a su antojo como su cabello pero no lo hacía regularmente, ya que el color natural del mismo siempre le gustó, aunque no el de sus ojos. Pues tenía los mismos de su padre, por eso los llevaba verdes como Lily aunque los de ella fueran más opacos.

Ese día, James simplemente le miró y preguntó por la casa a la que le gustaría ir. El Severus de 11 años le respondió que estaría bien con Slytherin pero no era porque le gustará o algo así. El simplemente repitió lo que le inculcaron desde que tenía cuatro y sus padres se divorciaron. No, no era su culpa.

Pero el bocaza de James Potter en aquél entonces (de todas maneras aún lo es), le respondió que era una casa terrible porque solo había producido magos oscuros. Y fue en ese momento que el que sería su mejor amigo, lo defendió con un simple: James, Merlín fue a Slytherin y no fue un mago tenebroso ni por asomo.

Entonces su pequeño yo, le sonrió como solo lo había hecho con Lily y el resto de su familia. Y le extendió una rana de chocolate, que el otro acepto con una pequeño sonrojo mientras preguntaba: ¿Por qué, Severus? . Su pequeño yo termino por responderle que cualquiera que tuviera una respuesta tan genial como esa debería ser su amigo. Mientras de fondo su mejor amiga se quejaba de que sev jamás le regalaba nada, rodando los ojos y agradeciendo que la señora del carrito estuviera allí ofreciendo sus dulces; terminó por comprarles algo a todos.

Cuando se subió al bote en compañía de otros tres niños, suspiro. Tenía el vago presentimiento de que no terminaría en la casa de su padrastro y eso no le haría muy feliz, después de todo ya no pensaba en complacerle. Si no más bien, en ir a la casa donde Remus y Lily estuvieran, incluso si quedaba con Peter estaría más que feliz. Aquél chiquillo parecía una persona muy interesante.

Sirius le parecía interesante pero muy intenso para su salud mental y presentía que a James Potter no le agradaría.

Pero contra todo pronóstico, se formó en la fila para ser seleccionado. Sería el último de todos, así que espero pacientemente. Al primero al que llamaron fue a Sirius quién los miró un instante antes de sonreír y sentarse en el banquillo, el sombrero le tapaba los ojos graciosamente:

-Oh ya veo, un Black. Muy diferente, si puedo recalcar, extremadamente valiente para marcar la diferencia en tu casa...¡Gryffindor!

Severus recuerda con dulzura, la mueca de felicidad y alivio del más bajo en ese entonces. Cuando lo miró, solo pudo levantar sus pulgares Y sonreír. Feliz por el pequeño Black, aunque algo preocupado por las cosas que había escuchado sobre esa familia. Sin más volvió a mirar al frente con una sonrisa pequeña, era el turno de Lily.

-Pero qué tenemos aquí, definitivamente muy justa y trabajadora. Totalmente valiente e inteligente creo que irías bien en Ravenclaw pero ese no es tu destino...¡Gryffindor!

Lily soltó todo el aire contenido, dado al miedo que sentía por la posibilidad de no quedar en ninguna casa. Aunque el menor le explicará mil veces que eso no era posible, la niña no entendió. Así que simplemente, le dedico una mirada de: te lo dije.

La pequeña niña, sentada al lado de Sirius se sonrojo y formó un puchero. El pelinegro termino por negar con la cabeza riendo, su prima era bastante especial, sin duda alguna. Nuevamente se obligó a mirar al frente para ver a quién le tocaba. Un tal Gaunt fue seleccionado y fue el turno de Peter, sus ojos se abrieron del asombroso al notar como el sombrero soltaba un Gryffindor apenas rozando su cabello. El pequeño corrió a su mesa tropezando un poco mientras le sacaba una sonrisa, definitivamente el chiquillo era muy tierno y despertaba su instinto de hermano mayor. Recordado a la pequeña Selena que se encontraba en casa y quién lo despidió llorando, su hermana sin dudas era lo mejor que le había pasado.

El turno de Lupin llegó y el se sintió nervioso, el niño parecía más bien un tejón pero tenía sus dudas. Le sonrió en apoyo con un claro mensaje en sus ojos: no importa en qué casa quedes, aún serás mi amigo Remus. Cómo si le entendiera, el pequeño niño le sonrió más grande y tomo asiento en el banquillo:

-Maravillosa mente, definitivamente fantástica. Muy inteligente y muy valiente aunque tú no lo creas. Lucha por tus sueños mi muchacho...¡Gryffindor!

El simplemente pudo asentir con una sonrisa en su dirección, pues el sombrero tenía razón. Tal vez, la casa de los leones terminaría por darle una personalidad más fuerte al chiquillo de ojos dorados. Y si no era así, con ayuda de su mejor amiga lo conseguirían. La determinación en los ojos de su pelirroja prima, le provocó una sonrisa. Cuídate Remus Lupin, el dúo dinámico busca convertirse en un trío.

Riendo al ver como su prima y al pequeño Peter de mejillas infladas, felicitaban al pequeño con una sonrisa. Definitivamente le gustaría sentarse allí, aunque no fuera lo más conveniente. Entonces volvió a mirar al frente pues era el turno de Potter.

-Interesante, tu padre es un león y tu madre una serpiente. Y sin ir más allá, tu hermana terminó por ser un tejón y tú hermano un águila. ¿Entonces dónde deberías ir, mi pequeño amigo? Creo que sin duda eres el más parecido a tu padre de los tres, así que me orillo por...¡Gryffindor!

Severus se sintió curioso, no sabía que James era el menor de tres pero sin dudas le pareció interesante aquello. Además un poco irónico el comentario del niño siendo la madre de este, una Slytherin. Snape termino por asumir que a James simplemente le daba miedo o terror, no ser lo suficientemente bueno y fracasar. Probablemente le daría la charla que su mamá el dio antes de venir, la de no importa la casa a la que pertenezcas, tu corazón y el como te portas es lo que debería importar.

Y así sucedió, más niños fueron llamados siendo Severus el último de ellos. Sonriendo saludo al sombrero que lo halago por sus modales para luego seleccionarlo como era debido.

-Interesante, mi querido príncipe. Eres el último de la línea Prince y también un niño muy mágico. Tu futuro es grande y aunque esto moleste a tu amado padre, no eres ni por casualidad un Slytherin. ¿Lo sabías, no? Bastante inteligente y trabajador sin dudas, serías una buena águila o un tejón formidable. Aunque pequeño metamorfomago, para los dos es bastante obvio que tú tienes un espíritu valiente y un león en tu corazón...¡Gryffindor!

Levantando los hombros y soltando una risa, le agradeció al seleccionador para trotar a su mesa. Su selección había sido bastante larga, incluso superando al tal Thomas donde el sombrero se debatía en águilas y serpientes. Termino en Slytherin pero si que había sido largo, el niño parecía bastante nervioso. Termino sentado entre Remus y su prima, con Potter mirándole con una ceja levantada junto a las mejillas regordetas y la plata líquida de los ojos.

Poco sabía el de que su destino sería permanecer siempre de aquel modo.

red: immeasurable you | snames (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora