~ 6 ~

14.2K 1.3K 529
                                    

Steve despertó temprano y sonrió al ver a el castaño a su lado, pues pocas veces podía sentir su olor tan cerca. Dudó en acercarse, pero finalmente su instinto le ganó, así que lentamente acercó su nariz al cuello del más bajo y comenzó a aspirar ese embriagante olor.

Tony había comenzado a despertar, al sentir la respiración del rubio en su cuello y las manos de este sobre su torso. Inconscientemente comenzó a ronronear.

El rubio sintió como el contrario despertaba, se quería detener pero no podía. En poco tiempo resultó sobre el castaño, con sus manos sosteniendose al los costados de la cabeza del menor.

Tony, por primera vez, no sabía como reaccionar, nunca había llegado a imaginar tal situación. Tal vez si fuera otra persona ya la tendría desnuda bajo las sábanas y al otro día le pagaría el transporte. Pero no podía hacer eso esta vez, no podía hacer eso con Steve.

-¿Quieres desayunar?- preguntó el rubio, sacando al castaño de sus pensamientos.

Steve sabía justamente en lo que pensaba Tony y de alguna manera le agradaba que lo considerara de esa manera.

-Bien- respondió con una sonrisa mientras se tallaba los ojos

Esos días Steve había estado consintiendo a Tony en todo lo posible y se mantenía junto a el la mayor parte del tiempo.

Pero el rubio no podía evitar gruñir las pocas veces que el castaño pensaba en Pepper.

Tony disfrutaba esos días, pues comía muchas donas y le agradaba la compañía de Steve. Pero se intentaba convencer de que ese sentimiento que lo recorria no era por otro motivo más que por el accidente de castas que les había ocurrido.

Le gustaba escuchar los pensamientos de Steve, que la mayor parte eran en cuanto a el, se divertía cada vez que el rubio gruñia cuando pensaba, a propósito, en cierta pelinaranja.

Pero estaba seguro de que cuando todo esto acabara, ese sentimiento se iría cual agua en el rio, o al menos eso quería pensar.

El rubio sabía muy bien lo que atormentaba al castaño, pero el estaba seguro de que ese sentimiento se quedaría, estaba seguro que todo lo que sentía por el castaño era real y que sólo había necesitado este pequeño giro del destino para darse cuenta.

Después de 5 días los demás vengadores habían vuelto y justo esa tarde Sharon Carter había llegado a la torre en busca de los informes.

Tony se encontraba en la cocina, pues había buscado sus donas toda la mañana. Pero escuchó como Jarvis le avisaba sobre la agente Carter.

¿Le agradaba? Ni un poco, siempre se mantenía acosando a Steve, y el como todo un caballero era incapaz de alejarla y estaba seguro de que esa mujer ya se había acostado con todos los agentes de S.H.I.E.L.D. Pero, quien era el para juzgar.

Ya le estaba hirviendo la sangre y eso que aún no cruzaron palabras. Estaba dispuesto a poner a esa mujer en su lugar.

Pero en el camino se topó con Anthony, quien, con una seña, le indicó que se fuera. Tony asintió y se fue en busca de Steve, no quería que saliera y se toparan con su otra versión.

Lo encontró en el gimnasio y lo llamó

-Hey Steve- exclamó -Ven, te tengo que mostrar algo- dijo con una sonrisa

Steve no dudó en seguirlo.

Ambos caminaron hacia la habitación del castaño y una vez allí este pidió a Jarvis que le mostrara la cámara que estaba en la sala de estar.

-¿Qué es esto?- preguntó el rubio

-Es que necesitaba que no salieras, porque te encontrarias con tu otra versión, ellos dijeron que hablarían con la agente Carter, no se porque- dijo con inocencia fingida.

¿Omegaverse? - STONYWhere stories live. Discover now