Capítulo 28.
Junto a ti.
Maratón 2/4
Narra ______(tn):
No entendía porque Justin había sido tan malo con Mia, a pesar de todo ella era su novia y no debió echarla de esa manera o eso creo yo, por muy mal que me cayera Mia quizás Justin actuó mal al ver lo que paso.
Pero las palabras de ella si me habían dolido, no necesitaba que me recordarán que estaba sola porque lo tenía más que claro y además, ¿quién es ella para decírmelo? ¡Ni siquiera somos amigas o algo así! Es más, todo lo contrario.
Estaba parada cruzada de brazos mientras Justin me miraba, ¿qué tanto me esta mirando? De la nada se empezó a reír, si es que no paraba de reírse de verdad iba a pensar que estaba loco.
- ¿De que te ríes?
- Tu cara de dolor me da risa -su risa disminuyó un poco.
- Ja ja ja -reí sarcásticamente- A mi no me da risa, me duele y todo por culpa de tu jodida novia.
- Lo siento pero a veces no se controla.
- De verdad me iba a pegar, ¿sabes?
- Menos mal que llegue.
- Ya ahora sal de mi vista, gracias por ayudar pero ándate.
- ¿No quieres ir a mi casa?
- ¿Qué? Claro que no, puedo con esto.
- ¿Segura? -encarno una ceja.
- Pues, claro.
Le tire el dedo de al medio y seguí caminando, lento pero seguro, quizás di unos diez pasos y me quede parada de nuevo, necesitaba algo helado ya y no se lo iba a pedir a Justin, el cual me miraba esperando a que siguiera caminando.
- Ven -estiró su mano.
- No me toques.
Se acercó rápidamente a mi y me tomo como una princesa, le estaba pidiendo que me soltara pero no lo hacía hasta que finalmente llegamos a su moto, yo no me iba a subir ahí, definitivamente.
- Toma -me paso el casco.
- Me has llevado ya varias veces en moto pero créeme que esta vez no.
- Mira no lo hagas por mi ni por ti, hazlo por tu perro.
- Odio que me chantajees de esa forma.
- Solo quiero ayudar.
Hasta que accedí pero por mi perro, por nadie más, no se que tenía que ver el acá pero yo hubiese echo todo por el. Me coloqué el casco y me subo detrás de el, prendió la moto y di un pequeño saltito.
- Rodéame la cintura, como siempre -escuche decirle.
Y así lo hice, el viaje fue tranquilo pero yo estaba demasiado incómoda, ¿qué mierda estaba haciendo? Dije que no quería involucrarme más con el y mírenme, bueno sólo por hoy, veré que hacer para zafarme de él pero es que Justin también es tan malditamente insistente.
- Siéntate, voy a traer el botiquín.
Me senté en el gran sofá y estire la pierna que estaba herida en el sofá, tenía sangre y puede que quizás este infectada, mi tobillo dolía un poco pero no mucho, Justin llego con un botiquín en sus manos.
- Bien, voy a empezar por favor necesito que estés quieta -me miro.
- Como digas -encogí los hombros.
Si les digo que no me dolió, mentiría porque fue todo lo contrario, pero en unos días más estaría mejor así que todo bien, él fue a dejar el botiquín al baño y luego volvió.
