Cómo ser seductora

Algo asi como un cumpleaños

PENÚLTIMO CAPITULO DE LA PRIMERA TEMPORADA

Me pare frente a la puerta de mi casa. Sabía que Tara me había hecho una fiesta sorpresa, se le había escapado a Frankie mientras gritaba de felicidad con su nuevo sostén de cupcakes.

Ensayé mi cara de sorpresa una vez mas y busqué las llaves en mi bolso. Casi se me cae una lágrima cuando veo que a mi pobre llavero de Bob Esponja le faltaba un ojo. Estaba tuerto, casi como el profesor Mawson. Eso era malo, muy malo porque ahora cada vez que viera mis llaves me recordarían a álgebra.

Me senté en el escalón de la entrada y saque una hoja y mis lápices de colores. Me faltaba algo... ¡La tijera!.

Rebusqué en mi bolso hasta encontrar la pequeña tijera rosada con seguro para niños. Mi madre me había comprado una así ya que una vez casi le corto un dedo a Cassy por estar riendo como morsa. No es mi culpa que se ría así , es insoportable.

Intente quitar el ganchito que la trababa, no podía. Intente con más fuerza pero no funcionó. Me decidí por entrar a la casa y pedirle ayuda a alguien adentro, abrí la puerta y entre. Yo seguía concentrada en intentar sacar el seguro.

-¡Sorpresa!- gritaron un montón de voces a mi alrededor. En ese mismo instante el seguro se soltó y la pequeña tijera salió volando.

-¡Auch!- se quejo alguien al fondo de la sala. Luego un conjunto de gritos de horror lo acompañaron. Levante la cabeza, había una gran cantidad de gente al frente mio sosteniendo un cartel que decía "Feliz Cumpleaños Abbey" El cartel fue roto justo después que lo viera. Un chico que venía gritando con una tijera rosa clavada en el hombro fue el culpable.

-¡Estás loca!- grito mientras corría fuera de la casa, al hospital supongo. Salio de la casa dando un portazo.

El silencio inundó la sala, todos se miraban entre ellos con la boca abierta. En cualquier momento les entraría una mosca y haría de sus intestinos una mansión. Hice una mueca de asco ante el pensamiento.

-¡Que comience la fiesta!- Tara rompió el silencio y la musica comenzó a sonar.

Que suerte que le clave la tijera al chico, no me malinterpreten, me refiero a que no tuve que fingir sorpresa, ya que soy muy mala en eso. Tara se acercó.

-¿Soprendida?- hable muy pronto.

-Oh si, ¡Que sorpresa! una gran gran gran sorpresa. Una sorpresa que me dejo sorprendida- comencé a hablar de más.

-¿Te lo dijo el idota de Frankie verdad?- pregunto Tara, o me conocía mucho o era realmente mala mintiendo.

-Sí y hablando de Frankie...- giré mi cabeza en su dirección.

Frankie llevaba el sostén que Tara me había regalado y estaba bailando sobre la mesa mientras Logan intentaba bajarlo.

-Espero que no te moleste que le haya dado el sostén- reí. Tara lanzo una carcajada.

-No hay problema, incluso le queda bien. Además ese no era mi regalo- sonrió picara.

-¿No?- Tara ignoro mi pregunta, tomo mi brazo y me arrastró entre la gente. Nos paramos en las escaleras, lejos de la sala, la cual se había convertido en una gran pista de baile. 

-Sube, tu regalo te espera en tu habitación- sonrió- Pero baja cuando termines- me guiño un ojo y se fue bailando a la pista.

Subí las escaleras rápidamente ¿Que habrá planeado Tara? Abrí la puerta de mi habitación y me encontre con una gran caja frente a la puerta. Era rosada, y se notaba que había sido pintada a mano. Estaba cerrada por una cinta roja. Me acerque y vi que había una nota atada a la cinta: