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Layla

Reem y yo somos almas gemelas. He llegado a esta conclusión después de haber trabajado durante semanas, bajo enorme presión, en esta pequeña oficina solo nosotras dos. No hay otra explicación del por qué no nos hemos matado la una a la otra más que el hecho, porque definitivamente es un hecho, de que somos almas gemelas.

Las remodelaciones en la oficina grande están por terminar y espero que podamos mudarnos de vuelta la próxima semana. Será una agradable recompensa pero creo que voy a extrañar tener nuestros escritorios tan juntos. Ella ahora se ha convertido en la única amiga que tengo fuera de la familia aquí en Dubái.

Realicé la primera presentación del proyecto a los miembros de la mesa directiva y me fue bastante bien, aunque solo había una mujer más aparte de mi. No estoy segura de que los hombres verdaderamente entienden el motivo detrás de todo esto pero al menos no se oponen, así que me quedo con eso. Después de todo, el que haya solo una mujer en la mesa directiva es la razón por la que necesitamos proyectos como este.

Ahora, es momento de prepararnos para el lanzamiento, Reem está trabajando en toda la planeación para el evento que se llevará a cabo en el World Trade Center. La escucho discutir las opciones de catering mientras termino de revisar la lista de invitados.

Tomo mi teléfono y comienzo a escribirle a Maktoum.

Layla
¡Hola! ¿Estás en tu oficina?

Maktoum
Si.

Layla
¡Grandioso! ¿Puedo subir para revisar la lista de invitados contigo? No tiene que ser ahora mismo.

Maktoum
De hecho, ahora mismo me parece perfecto.

Layla
¡Llego en 5 minutos!

Mando la lista a imprimir y solo llevo mi teléfono conmigo antes de avisarle con señas a Reem que voy a estar arriba. Cuando se cierran las puertas del elevador, me inspecciono a mí misma en la pared de vidrio de la parte de atrás. El vestido negro de corte lápiz cae abajo de mis rodillas y las mangas cubren tres cuartos de mis brazos. Me arreglo un poco el cabello con los dedos y me doy la vuelta sobre las sandalias de tacones altos para salir del elevador hacia el piso más alto de las oficinas centrales.

Camino rápidamente hacia la oficina de mi hermano pero a través de la puerta de vidrio puedo ver que está ocupado con alguien más.

"Buenas tardes, señorita Roberts." Dice el señor Hanafi, su secretario.

"Buenas tardes." Le contesto.

"El jeque Maktoum dijo que podía pasar."

"¿De verdad?"

Veo a Maktoum y se está poniendo de pie, mirándome de vuelta, indicando con su mano que puedo pasar. Le agradezco al señor Hanafi y empujo la pesada puerta de cristal.

"¡Hola!" Los saludo.

"Pasa, Layla." Contesta Maktoum.

El hombre sentado frente al escritorio de Maktoum se pone de pie y solo puedo ver su gruesa espalda envuelta en una kandura blanca que combina con su keffiyeh. Él comienza a darse la vuelta conforme me acerco y mis ojos son inmediatamente atraídos a su fuerte mandíbula y barba de tres días.

"Quiero que conozcas a alguien." Me dice Maktoum.

Me detengo frente a este extraño con ojos color avellana coronados con cejas gruesas.

Él me extiende la mano. "Hola, soy Farouk." Su voz profunda y aterciopelada.

"Mucho gusto, Farouk, soy Layla." Le contesto el apretón de manos con una sonrisa.

Coming Home (Versión Español)Where stories live. Discover now